𝙴𝚕 𝚂𝚎𝚌𝚛𝚎𝚝𝚘 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙻𝚞𝚗𝚊 [camren]

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Miércoles 9 de Junio.

Lauren como siempre, despertó a las siete en punto.

Se levantó y se dirigió al baño, tomó una ducha y tomó sus medicinas, ahora eran menos y mejor administradas. Se vistió con sus jeans grises rotos en las rodillas, una blusa de cuadros negra, roja y gris, y su chaqueta de cuero, acompañada con sus botas.

Se aplicó tres pulsaciones de su perfume, y una suave capa de maquillaje resaltando sus esmeraldas verdes y sus labios.

Bajó y saludó cariñosamente a Amalia, quien estaba con un trapeador en mano.

—¡Abue!—la abrazó y le quitó suavemente el trapeador.

—Hola, pequeña... —sonrió— ¡Dame eso acá, estoy limpiando! —pidió.

Lauren negó con una sonrisa.

—Ve a recostarte, yo termino de limpiar.

—¡Para nada! Mira, ya estás vestida, y no quiero que sudes o llegues tarde. —protestó.

—No haré ninguno de los dos. —sonrió trapeando.

Luego de unos minutos, y luego de tomar un zumo y saludar a su padre con mucho cariño, se despidió y salió de su casa.

Su mente estaba menos presionada que habitualmente, y tenía una razón.

Mientras caminaba, pasó por la casa de su exnovia, y miró.

Nada.

Tocó la puerta, pero tampoco nadie salió.

Así que, resignada, volvió al camino. Pensó en su café con Sabrina, Lauren personalmente creyó que no cambiaría nada, pero lo hizo.

La rubia desprendía un aire ameno, cercano, cálido, se sentía bien con su compañía, además de, estar arrepentida de no haberla llamado antes, pues se le había olvidado en su totalidad.

FLASHBACK

—¿Cómo te ha ido en el hospital? —preguntó la ojiverde con un capuchino en mano.

—Bien. Ahora es más aburrido, en mis turnos libres me dedico a leer, no tengo mucho que hacer... —rió. Tomó de su descafeinado.

—¿Qué lees? —preguntó. Lauren nunca dejaba ese espíritu curioso con todos, digamos que a las personas que les veía potencial, eran con las que más le gustaba debatir y conversar.

—Un libro que me ha regalado una amiga, se llama 'Eclipse',  trata sobre un amor perdido. —comentó sin más.

—Perdóname por no llamarte, Brina. Sólo he estado muy ocupada con la universidad, ya en poco me gradúo.

—Descuida. —obvió— Yo también, de hecho, me gradúo en tres años y medio—bromeó.

—Yo en tres semanas. —miró a otra dirección, riendo.

—Sé que debe ser algo complicado lidiar con todo ese estrés, Laur... —sonrió tomando la mano de la ojiverde.

Lauren volteó extrañada.

—Sería un placer ya estar ahí, en verdad de vez en cuando me abruma. ¿Quieres venir a mi graduación? Será aburrida, pero eres bienvenida.

—Por supuesto que sí.

—Prometo llamarte. —sonrió— Además, te pasaré la invitación lo más pronto posible.

FIN DEL FLASHBACK.