Capitulo 23

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-Cuando llegue a Underland, aprendí a manipular mis poderes de Dreamer, mínimamente, pero algo fue. Incluso, fue un sueño lo que me trajo aquí, pero fue la noche que llegue aquí que soñé con Alexia. Me encontraba en su castillo y había una mujer muy parecida a ella, entonces escuche su nombre. Margo. Había algo oscuro en ella, lo podía sentir, como si lo gritara, pero Alexia se encontraba cómoda en su presciencia. Después me di cuenta, Margo manipulaba a Alexia. -conté a las hermanas y a Alice. Me miraban con el ceño fruncido, y Mirana con fascinación ante mi relato. -Quizá sea por eso que notan a su hermana más mala que antes. No sé por cuanto tiempo ha sido manipulada, pero Margo está involucrada. -di por terminado mi monólogo y esperé que alguien hablara.

-No me sorprende que estén juntas. -dice Iracebeth después de un instante. -Alexia siempre fue la favorita de Margo. Tal vez porque siempre las dos fueron oscuras.

-Debiste avisarnos antes. -me dijo Alice. Baje mi rostro y fije mi mirada en mis manos entrelazadas. -Pero ahora no importa. Vamos a dormir, ha sido un día bastante largo. -nos despidió y yo me dirigí rápidamente a la tienda que tocaba dormir pero saqué mi colcha y me eche cerca de la fogata, donde habían algunas otras personas, entre ellas reconocí a Russell y su hermana gemela.

No sabía que estaba tan cansada hasta que me tendí en el suelo. Mis párpados estaban pesados pero los obligue a permanecer abiertos. El cielo describía su historia en una poesía de estrellas alineadas en constelaciones y el viento acariciaba los mechones de la verde naturaleza causando suaves silbidos.

-¿Te importa si me siento? -alguien interrumpió mi adormilada calma.

-¿Hum? -fue todo lo que logre emitir, pero asentí. Mis labios estaban sellados. Sentí como un cuerpo pesado caía a mi lado en el suelo, era increíble como mis sentidos se enfatizaban cuando uno de estos fallaba, podía escuchar más claro y sentir todo.

-Es una noche hermosa, ¿no crees? -siguió hablando. Abrí un ojo y me encontré con los ojos de gatos del Sombrerero. -Aunque supongo que todas las noches antes de una guerra son hermosas. -siguió hablando. Aparta sus ojos de mi y los posa en la fogata que se va apagando lentamente. -Cuando era un niño mi madre me decía, "Tarrant, tienes que ser un buen hombre y ayudar a todos, y todos te ayudarán... "

>> Pero yo siempre era bueno con todos, hasta que el día de su muerte llego. Estaba enferma y yacía en su cama con la piel pálida, sudorosa y fría. Fue espantoso. ¿Sabes lo que me dijo? -negué con la cabeza, de repente más despierta. - en los últimos momentos de vida mi madre me dijo: "Te pedí que fueras bueno porque no sabes cuando te llegará la hora y debes morir como alguien solidario, así como debes de amar siempre porque no sabes cuando esa persona se irá; así como debes mirar cosas hermosas porque esas siempre vendrán a tu mente... " -se quedó callado, con sus ojos de gatos llenos de tristeza fijos en la fogata. -Lo que más me dolió fue que cuando murió, nadie fue lo suficientemente bueno para estar ahí para mi.

-¿Qué hiciste después? -me atreví a preguntar cuando no respondió.

-Deje de ser bueno con la gente. Me aislaba, era frío y no sentía más que odio y repulsión hacia el mundo y hacia mi. -Suspiro y miro a las estrellas. -Cuando era adolescente, mientras dormía, tuve un sueño con mi madre. -sonrió tímidamente al recordarlo. -Me estaba regañando porque había roto mi promesa de ser bueno, de amar... Así que comencé a cambiar de nuevo, pero esa vez lo hice mejor, fui mucho mejor persona de lo que había sido. -termino. Nos sumergimos en un silencio lleno de paz y mis párpados comenzaron a pesar de nuevo.

No me cabía en la mente una imagen de un Sombrerero malo o rebelde. Su imagen siempre me dio la sensación de que vivía en un mundo de colores donde nada oscuro lo podría perturbar jamás. Simplemente lo veía como un niño. Pero aún no entendía el porqué el relato de su historia.

Perdida en Ninguna Parte (En edición)Where stories live. Discover now