Capitulo 24

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Margo tenía una mirada de fiera. Y ahí estaban ellas, Margo en su enorme vestido y mi abuela en sus usuales pantalones de tela y blusa holgada. Hermanas.

-Apartate Asís. -dice Margo.

-¿Y dejar que acabes con mi nieta? Pensé que tenías más moral, hermana. -le dice mi abuela acercándose a ella tranquilamente. A este punto la guerra ya había cesado.

-¡No me llames así! -grita Margo. Nunca la había visto tan furiosa como ahora. -No soy hermana de traidoras.

-Llámame como quieras, pero no puedes negar tu sangre ni para lo que has sido creada, y tu simplemente has puesto todo de cabeza. Ya va siendo hora de que alguien te corrija. -dice sería. ¿Quién era aquella mujer? Mi abuela nunca había actuado así con nadie, siempre había sido dulce y tierna.

-¿Y esa vas a ser tu? -Margo ríe amargamente. -Buen intento, pero ya no confió en ti.

-No es necesario que lo hagas, Margo, sólo aprende. -responde mi abuela. Asís. Me quedo con la boca abierta por la sorpresa. El simple hecho de que halla algo que me enlacé a esa mujer me dan ganas de salir corriendo gritando.

Por el rabillo del ojo veo a Alice analizando el enfrentamiento de Margo y Asís con expresión de sorpresa, igual Iracebeth y Mirana quien había despertado antes de que mi abuela llegara. Cuando los ojos de Alice hace contacto con los míos, los suyos casi cantan una canción de alivio.

Vuelto mi atención al enfrentamiento cuando escucho el sonido de una corriente eléctrica y veo como Margo manda a volar a mi abuela y grito. Se ven tan diferente pero a la vez tan iguales. Asís se pone de pie como puede y mira a su hermana sonriendo.

-¿Eso será todo? -le dice. -Estoy un poco fuera de práctica, como comprenderás ya que no he tenido la necesidad de utilizar magia en Underland, pero veremos lo que hacemos. -junta ambas manos y cierra los ojos, concentrando se. La vena que cruza su frente parece estar palpitando. Trato de moverme, pero no puedo, y puedo sentir una fuerza invisible empujando mi cuerpo hacia abajo.

Mi abuela suelta su bola a Margo, y esta la trata de evadir, pero sale volando más de treinta metros. Oigo como gruñe y vuelve a ponerse sobre sus pies. Desaparece y vuelve a aparecer justo donde había estado antes.

-Siempre te ha gustado sobresalir. -recrimina a mi abuela.

-Por lo que veo aún no lo entiendes. Cuando desenvuelves el poder que tienes en la luz, no necesitas sobresalir, eres lo suficientemente poderosa. -responde mi abuela. -Pero siempre te gustó hacer trampa y mira como has acabado. La oscuridad nunca podrá sobre la luz...

-¡No! -ruge y parece desquiciada. Hace un gesto con la mano y Asís sale volando. Su mano hace la forma como si estuviera agarrando un vaso invisible y lo levanta hacia arriba.

Asís se eleva, tomando su cuello con sí alguien la estuviera ahorcando, entonces comprendo que es Margo quien lo hace. La cara de Asís se torna roja a medida que pasan los segundos y en mi estómago se cría un torbellino de emociones. Entonces Asís levanta su mano, con las uñas sangrando y la palma abierta y una corriente de aire junto con las hojas secas de árboles empujan a Margo, rompiendo su conexión con ella y cae pesadamente al luego.

La escucho toser secamente y se levanta como puede. Se ve prácticamente masacrada y cuando habla, su voz es rota y ronca.

-De alguna manera lo tenías que entender... -le dijo a Margo. Alzó sus dos manos como garras y Margo grito. -La luz siempre vence al mal... -volvió a hacerlo y el viento comenzó a dar vueltas a su alrededor, formando un tornado. Margo rió amargamente y su puso de pie, una gota de sangre oscura le caía por entre una de las comisuras de sus labios.

Perdida en Ninguna Parte (En edición)Where stories live. Discover now