Apenas llevábamos unos minutos en Trotter's Bottom cuando ya quería dormir. Últimamente me entraba mucho sueño y no tenía ni la mínima idea de por qué. Juntos entramos en el enorme castillo de Mirana, con esta a la cabeza como guía, aunque los únicos turistas allí éramos Edgar y yo.
-Bien, ¿no quieren comer algo? –nos preguntó Miranda a Edgar y a mí con una amplia sonrisa. –Oh, vamos, se ven cansados y hambriento. No pueden rechazar a la reina, es mas es una orden... -nos siguió insistiendo cuando vio que dudábamos. –Vayan ahora mismo a la cocina. ¡Andrea! –grito y una mujer de mediana edad apareció rápidamente, era regordeta y de pequeño tamaño y llevada un delantal blanco perfectamente planchado.
-Oh, su Majestad, me alegra que este de vuelta sana y salva, ¿Cómo estuvo su viaje? –le pregunto sonando entusiasta.
-Estuvo muy bien Andrea, gracias por preguntar, ahora lleva a estos jovencitos a la cocina y que les preparen algo delicioso para comer mientras que nosotros vamos a mi estudio y tenemos una charla de adultos... -termino guiñándome el ojo para luego alejarse. La mujer que respondía al nombre de Andrea nos tomó por el brazo a mí y a Edgar y prácticamente nos arrastró hasta la cocina mientras nosotros nos retorcíamos para poder estar en la ¨conversación de adultos¨. Al final nos rendimos, uno, porque estábamos totalmente agotados y dos, esta Andrea si que era insistente.
-No se preocupe que ahora mismo les resuelvo su hambre. ¿Qué les parecería una torta de chocolate con fresas? –dijo mientras entrabamos a la cocina.
-Eso estaría bien... -le respondí luego de haberle dado una mirada de irritación.
-Aquí se hace la mejor torta, así que van a ver que se van a lamer los dedos cuando prueben lo deliciosa que es nuestro chocolate, es casero, lo hacemos justo aquí... -continuo parloteando y Edgar y yo nos sentamos en la pequeña mesa que había a un lado en la gran cocina.
Aquel lugar ni siquiera tenía la mínima pinta de ser el lugar donde se hace la cocida, todo era brillante y blanco, hasta te daban ganas de cerrar los ajos ante tal resplandor. De repente una puerta al final de la cocina se abrió dejando entrar a una mujer bajita y placa junto con un muchacho alto rubio. El muchacho se me parecía a... Edgar.
-¿Miquel? –pregunto este a mi lado viéndose atónito. El muchacho que acababa de entrar en la cocina se volteo hacia la voz de Edgar con el cuerpo y lo miro sorprendido. -¿Ma- mama? –luego dijo incrédulo viendo a la mujer, a quien se le llenaron los ojos de lágrimas.
-¿Edgar? –susurro esta con sus manos en su boca acallando un sollozo. Se echó a correr hacia Edgar como si no lo hubiese soportado más y lo estrecho entre sus flacuchos brazos. –hijo. –le susurro mientras le acariciaba el cabello y este sollozaba en su cuello. El otro muchacho, Miquel, se acercó a ellos y los abrazo a ambos en un abrazo de grupo.
No sabía que estaba llorando hasta que sentí una lagrima caer de mi mandíbula a mi regazo así que la seque rápidamente y me quede observando a la familia nuevamente reunida, sintiéndome fuera de lugar, como si fuera algún extra de una película que no debió de estar en la escena.
-Mama, Miquel, ella es Evangeline, una amiga... -dijo sacándome de mi ensoñación. –es por ella que estoy aquí. –termino diciendo dedicándome una sonrisa. Su madre y su hermano me miraron con ojos brillantes.
-Hola. –dije tímidamente y sonrojada. La mujer se acercó a mí y puso ambas manos en mis hombros, Edgar no se parecía mucho a ella, solo había sacado sus ojos azules; en cambio era muy parecido a su hermano con el cabello rubio y brillante y el cuerpo bien formado, musculoso y alto. La mujer me dio un fuerte abrazo, sorprendiéndome una vez más.
-Gracias... -susurro en mi oído para luego soltarme y volver con sus hijos. Su hermano en cambio se limitó a mirarme con los ojos entrecerrados. Nos quedamos en un incómodo silencio de mi parte.
YOU ARE READING
Perdida en Ninguna Parte (En edición)
Fantasy¿Qué harías si un día entrarás en otra dimensión, a otra perspectiva, donde la realidad y todo tu mundo, todo lo que creías real, es sólo un espejismo? Evangeline Mills es una chica rara, apartada; ve cosas donde no las hay, cree más en ella misma y...