Eres la C8H11NO2 que acelera mi corazón

Mi presente soy yo

-Y hoy le daremos la bienvenida a una nueva estudiante ¿Quieres presentarte por favor cariño?

-¡Buenos días! Mi nombre es Lulu Lola Loud.

-¿Y cómo te gusta que te digan cariño?.

-Lulu está genial para mí.

-De acuerdo vé y busca algún asiento disponible pequeña- el primer día en una nueva escuela para Lulu ha llegado, es un día fresco y a pesar de que se encuentra en un salón diferente al de su prima aún está feliz de estar ahí. Los pensamientos en ella son acerca de enorgullecer a sus padres para cuando vuelvan con ella pueda mostrarles algo genial o eso es lo que ella piensa. Al sentarse en un asiento rodeado de puras niñas se siente un poco mejor pues rara vez ha tenido la oportunidad de acercarse a los niños pero la convivencia con ellas es bastante normal.

-¡Hola nueva!

-Hola...

-¿Oye porqué no sonríes? ¿Quieres ser mi amiga?

-Es que estoy nerviosa... Pero... ¡Está bien!

-Bueno mi nombre es Dayane y siempre estoy sola aquí pero no me importa, es divertido estar sola pero también quiero una amiga, gracias por aceptar ¿No quieres un dulce? Traigo unos y podemos comerlos en el almuerzo.

-Hablas mucho.

-Lo sé, mis papás siempre me lo dicen- una agradable amiga que le sacaba de la cabeza por un momento todo lo que estaba viviendo ¡Por fin! Un día normal para una niña normal, lo que se supone debía de estar haciendo estaba pasando, solo estar en la escuela y que sus mayores problemas sean los que le dejan, el poder respirar por un día era más de lo que Lulu pedía, tanto así que pidió el permiso para salir al baño y se tardó cerca de quince minutos, la profesora algo nerviosa fue a revisar y la encontró llorando en un baño.

-¿Qué pasa cariño?

-Es (sniff) es que yo (sniff) no quiero llorar y...

-Cálmate cariño, ¿Quieres que llame a tu mami?

-(sniff) no, es que yo... Estoy feliz- su profesora aún no lo entendía pero sabía quién era por las noticias, sabía que necesitaba un poco más de ayuda que el resto, además que Lola le rogó que no le quitase el ojo de encima. La nueva amiga de Lulu la comenzó a tratar genial y por supuesto que hablaba mucho, le preguntaba por su mañana, si tenía más amigos, qué cosas le gustaban, etcétera, todo salió bien hasta el receso.

-¡Hey tú!- gritó un niño junto a otros dos de sus amigos -¿Por qué los lentes de boba?

-¡No son lentes de boba! Son como los que usaba mi mami y los uso porque los necesito.

-Eso no te quita lo boba.

-Ryan ya déjanos por favo- su pequeña amiga hizo el intento de defender a Lulu de aquel niño molesto.

-Aw miren quién habla: la don nadie que no tiene amigos.

-¡Ya déjanos! Vámonos Lulu no hay que hablarle.

-¡Ustedes se quedan!- los otros dos niños se pusieron justo delante de ellas, luego el primer brabucón le quitó los lentes a Lulu.

-¡Dámelos!

-¡Uy la bebé quiere llorar!- de verdad que Lulu tenía ganas de llorar, quería salir corriendo y abrazar a alguien pero recordó algo que muy recientemente le había enseñado Lola, algo... Muy a su estilo.

-¡Regrésame mis lentes!

-¡Llora bebé! ¡Llora!

-Por segunda vez regrésame mis lentes- el niño se acercó justo delante de Lulu y se jactó nuevamente de ella.