Eres la C8H11NO2 que acelera mi corazón

El oscuro genio del dúo más dispar

-¿Entonces dices que Lincoln ya regresó?

-Exacto, llegó, se llevó a Lulu, me lanzó a Lyra y se fue en el auto de una chica que creo haber visto antes.

-¿Una chica? ¿Segura?

-¡Si! Era muy linda por cierto, pelirroja y un poco bajita ¿Cree que le haya ido bien con Lisa? No me dijo nada pero parecía mucho más alegre que en los últimos días.

-Dudo que eso haya pasado Sam, de hacerlo Lisa habría regresado con él pero lo más raro de todo es que en ningún momento después de llegar a California respondió nuestras llamadas, dudo que Lisa hiciera algo malo con Lincoln cerca de ella pero si ni él pudo regresar a mi bebé entonces se nos acaban las opciones- las niñas se habían ido, Rita y Sam conversaban sobre Lincoln y Lisa en la sala de estar ¿Qué hacía falta? No puede ser que ni el amor de su vida logró algo con ella ¿Al menos un mínimo sentimiento? La verdad es que no, de haber hecho las cosas bien ella estaría cuidando del embarazo de Lisa en su propio hogar. Llevó sus manos a la cabeza en señal de cansancio -¡Ahg! Odio estar así, creí que al buscarla todo sería más sencillo ¿Tú qué crees que debamos hacer Sam?

-Si algo aprendí de Lisa es que siempre dejó un plan B.

-¿Plan B?

-¡Si! Lisa jamás haría nada sin haberlo pensado antes con el mayor cuidado posible. Odio admitirlo pero un claro ejemplo de ello fue cuando por culpa de Luna ella quedó embarazada, nadie más lo supo pero en la madrugada Lisa se planteó horas si de verdad quería ser madre a tan corta edad, le habló a su pancita con un amor tan lindo que casi lloro. Cuando dieron las seis de la mañana Lisa dijo: "¡Si, definitivamente te tendré bebé! No me importa si tengo que arriesgar mi vida en el quirófano ¡Tú vas a nacer! Tengo todo planeado amor ¡Autos, viajes, hospitales y mucha pero mucha ropita! Papi no es el único que te quiere vestir ¿Qué opinas de un poco de paladio en tu mameluco ¡Aw bebé! Prometo que contigo haré las cosas bien". Eso fue lo que dijo y puede que tal vez haya alguna manera que la misma Lisa ocultó para salvarse ¿No lo cree?

-De hecho hija esa idea no suena tan descabellada ¡Tenemos que buscar a Lincoln!

-O tal vez podríamos esperar a que regrese, creo que él y Lulu merecen un rato padre e hija, los dos tienen que recuperar el tiempo perdido y aunque me duela decirlo Lulu es más importante que Lisa.

-No me malinterpretes querida pero ahora lo que ellos más quieren es a Lisa, no me puedo imaginar el martirio que deben estar pasando al extrañar a la mujer que aman, Lulu necesita una mamá y Lincoln... A su esposa.

-Veo que aún le cuesta dar por sentado el asunto.

-Un poco Sam- Rita se sentó justo al lado de su nuera pensando en voz alta -a los dos los tuve en mi vientre, sufrí por mis hijos y siempre quise lo mejor para ambos, jamás se me cruzó por la cabeza que... Que por alguna extrañeza el destino los quisiera ver juntos ¿Y tú qué opinas?

-Creo que para mí es mucho más fácil aceptarlo pues no son mi familia directa como con usted y como pareja de Luna es fácil comprender que el amor nace en el lugar y con la persona menos esperados. Sé que es duro y lo lamento pero el retroceder no es una opción, no es que Lincoln llegue con una vida de ensueño conservando a Lulu siendo pareja de una chica que no sea Lisa...

-¡ALTO EN NOMBRE DE LA LEY!- gritaron al perímetro del hogar, ese grito era inconfundible al haber conocido bien a la chiquilla tan enérgica que ahí vivía.

-Al parecer se escuchan bien- comentó Sam -¿Por qué no...?

-¡Vamos noble corcel!- por la entrada pasó Lulu gritando de felicidad sobre los hombros de su querido padre -¡Arriba que los indios nos quieren atacar!- y de repente una pequeña flecha de goma golpeó el glúteo de Lincoln haciéndolo caer justo por la entrada -¡Oh no! Mi caballo ha muerto- Lulu se mantenía firme en el papel de vaquera solitaria. Tomó a Lincoln en brazos y lloró ciegamente ante su corcel -¡Yo te vengaré! Oh ¡Hola abuelita!- inmediatamente Lulu olvidó lo que hacía al encontrarse con su querida abuela, pisó sin querer la mano de Lincoln en el suelo sin percatarse del resto de la casa -¡Ya regresamos!- con una gran sonrisa saltó a los brazos de su abuelita dándole un lindo saludo con un beso en la mejilla.