¿Ya no me agradas?

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-Ay mi cabeza... Todo me da vueltas ¿Qué tal tú Linc?

-Estoy bien, habría sido mejor si me hubieras dejado dormir en la cama.

-¡Pero qué cosas dices! ¿Qué habrían dicho nuestras admiradoras?

-Que te retuerces como babosa con sal cuando duermes- la almohada de Sid voló desde su cabeza hasta el rostro de Lincoln quien al parecer había dormido recargado en un pequeño sillón que había en la misma habitación de Sid -auch.

-Yo no me muevo tanto, es sólo que mi conciencia está tan limpia que mis sueños son muy profundos.

-Claro y por eso también hablas dormida.

-YO, NO, HABLO, DORMIDA- Lincoln encendió su teléfono y reprodujo una pequeña grabación de la madrugada anterior:

-¡Comió media así una! Ajá... La verdad cuatro verde... Con limón...

-¿Decías algo querida Sid?

-¡BORRA ESO!- inmediatamente se levantó de la cama para tratar de arrebatarle el teléfono a Lincoln, por supuesto que él se puso a correr por toda la casa de Sid para evitar que lo alcanzara, un poco desastroso para una mañana con resaca, corrieron y corrieron hasta que Lincoln se tropezó con una silla y Sid le brincó encima -¡¿Cuál es la contraseña de tu celular?!

-¡No te lo diré!

-¡No es el cumpleaños de Lulu! ¡¿Cuál es?!

-Y.... ¡Listo!- exclamó Lincoln -¡Ahora ya está guardado en la nube! Jamás podrás borrarlo ¡Gané! ¡Ahg!- Sid comenzó a ahorcarlo aún con la resaca encima. Lamentablemente todo terminó cuando ella se golpeó en el codo con el suelo.

-¡Lo ves!- dijo Sid -¡Es tu culpa!

-¡¿Mi culpa?!- reprochó Lincoln.

-¡Si! Si no me hubieras hecho enojar no me habría pegado.

-Jajaja eres un caso especial Sid- de repente él se levantó del suelo y caminó hasta la puerta donde estaba su saco.

-¿No te quedas a desayunar?- preguntó Sid.

-No puedo, le dije a Paige que la vería con Lulu hoy en la mañana y hace rato me envié un mensaje para confirmar. Son las siete de la mañana y quedamos de vernos a las diez eso me da treinta minutos para llegar a casa, otros treinta para despertar a Lulu, una hora para bañarla, vestirla e ir en autobús al centro comercial lo que nos da unos quince a veinte minutos antes de que Paige llegue a la cafetería ergo aún estoy a tiempo de salir temprano.

-¿Eso que huelo son nervios por una cita Linc?

-¡¿Nervios?! ¡No! ¡Para nada!- pero por supuesto que eran nervios, si a alguien no se le podía ocultar una mentira era a Sid.

-Ajá, entonces ¿Para qué vas? ¿Y por qué llevarás a Lulu contigo?

-Es porque... Es... Una... Nueva terapia ¡Si! ¡Eso es! Es una nueva terapia en la que Paige necesita ver a Lulu en un entorno tranquilo y con mi presencia ¡Incluso dijo que llevará su libreta para tomar notas! Será solo una cita ¡Que diga una sesión de terapia!...

-Lincoln...

-Ya sé... Lisa siempre me decía que no sabía mentir- pese a tener el tiempo casi contado decidió sentarse de nuevo en el suelo junto a su amiga tratando de buscar respuestas a las grandes dudas que comenzaban a golpear en su interior -la verdad Sid es que dudo que sea una cita pero es que Paige lo dejó casi en claro como si fuera una ¿Pero por qué lo trataría de encubrir como una sesión?

-Tal vez le llames la atención, no necesariamente es porque quiera buscar una relación contigo ¿Se te ha ocurrido que tal vez solo quiera saber cómo eres? Conocerte un poco mejor, tratar bien a Lulu y tal vez sólo tal vez abrirse a sentir algo por ti.

Eres la C8H11NO2 que acelera mi corazónWhere stories live. Discover now