✟ CAPÍTULO 2 ✟

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Entro a mi despacho quitándome la ropa de la misa. Que esa belleza me haya visto vestido así solo me va a poner las cosas más difíciles, aunque el temblor de su cuerpo me deja claro que le ha gustado lo que ha visto.

¿Por qué me preocupa lo que pueda pensar de mí? Solo está aquí por un motivo.

Golpean la puerta cuando termino de acomodarme los vaqueros y la camisa.

—Adelante —digo sentándome.

No sé por qué me sorprende ver a Francis y Samuele asomarse por la puerta, con la ropa hecha un lío, como siempre.

—El alzacuellos bien colocado. —Los señalo a modo de advertencia.

—Hermano Gabriel —dice Francis, el mayor —, no creemos que traer a esa mujer a nuestro pueblo sea buena idea.

Enarco una ceja mirando fijamente a ambos.

—Es una... —interviene Samuele con voz temblorosa —, una ramera —termina diciendo en un susurro.

—¿Se han dado cuenta de que ha entrado a la casa del señor sin ropa interior? Se le podían ver los pechos a través de la ropa —insiste Francis.

Os aseguro que me he dado cuenta.

—Pondré normas más estrictas —miento —, pero esa chica se quedará aquí, y agradecería que no sean descorteses con ella. Ya saben que en la casa del señor...

—Todos son bienvenidos —terminan al unísono.

—Pero sabe que no todos aprueban nuestros métodos de... fe —vuelve a insistir Francis, haciendo que mi paciencia se agote poco a poco.

—No tiene por qué enterarse de eso —digo apretando los dientes —. Ha venido a hacer fotos y se irá, y ustedes dos. —Los señalo —. La tratarán como alguien más del pueblo. Y no vuelvan a poner en duda lo que hago por el bien de mi iglesia.

—No lo ponemos en duda, pero...

—Marchaos —interrumpo a Samuele —, tengo cosas que hacer.

Asienten y salen del despacho con la cabeza baja. Mi abuelo se encargó de esta iglesia, después mi padre y ahora yo, y que estos dos ahora se dediquen a poner en duda mi autoridad hace que tenga que ponerme mucho más serio con ellos.

Cierro con seguro la puerta del despacho y saco del armario el portátil, buscando en él las cámaras que he instalado en la casa de Alex.

—Una ramera... —me río recordando las palabras de Samuele mientras observo a Alex, tirada en su cama con el pequeño vibrador entre sus piernas.

Hacía años que no entraba nadie así al pueblo, y definitivamente me alegro de que sea la sobrina de María. No sabía qué me iba a encontrar, pero desde luego no me imaginaba a esta joven.

Siento cómo mi polla se aprieta contra los vaqueros sin poder apartar los ojos de Alex, imaginando que quizá yo sea el causante de que esté así.

—Joder —gruño quitándome el cinturón y dejando mi erección al aire.

Suspiro, analizando el despacho decorado con crucifijos e imágenes de los santos, y la foto de mi abuelo mirándome desde la puerta. Espero que Dios me perdone por lo que voy a hacer.

Sujeto mi miembro con una mano, apretándolo con fuerza, subiendo y bajando de forma fuerte y lenta. Siguiendo el mismo ritmo con el que Alex se acaricia.

No puedo apartar mis ojos de su cuerpo arqueado, un cuerpo delgado, sin curvas pronuncias, tampoco las necesita. Su boca está abierta y su pelo pegado a la cara a causa del sudor.

Aumento el ritmo de mis sacudidas cuando ella aprieta las piernas, juntando sus rodillas. Siento cómo mis músculos se tensan y mi polla palpita en mi puño, derramándome sobre el escritorio.

La observo, veo cómo deja caer el vibrador en la cama y se tumba, exhausta. Yo, en cambio, bajo la cabeza y veo que lo que he hecho ha sido manchar todos los papeles.

Me subo el pantalón y limpio la mesa con la sotana. Tratando de no maldecir y empeorar esta situación.

Cojo las llaves de mi casa y me acerco a la puerta, mirando la foto de mi abuelo que ahora parece juzgarme.

—Espero que me perdones —digo mientras salgo del despacho.

—¿Te marchas? —pregunta Francis.

—Sí, debo lavar esto —levanto la sotana y sonrío —, el calor húmedo del bosque es horrible.

—Te entiendo, hermano —responde pasándose un pañuelo por la frente para limpiar el sudor.

Asiento y continúo mi rumbo hacia la puerta de la iglesia.

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Prometí que si el apoyo iba a más yo traería más capítulos.
Y que mejor que dejar por aquí el capítulo narrado por Gabriel. Sorpresa para algunos pero si, efectivamente será una historia narrada a dos voces, de las que nos gustan 🔥
Tenía mucho miedo con esta novela, pero me llenais el corazón demostrando que aquí no tenéis miedo a leer cualquier cosa que implique personajes moralmente cuestionables y escenas spicy.
¡Gracias por los comentarios y votos! Y que no decaiga ese apoyo ♥️

LAZOS PROHIBIDOS © COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora