En las sombras de un tranquilo pueblo gobernado por la iglesia, Alex, una joven fotógrafa, se ve atrapada en un torbellino de misterios y peligros inesperados. Su encargo aparentemente simple de documentar la vida cotidiana se convierte en una escal...
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No debí ir a su casa.
No debí contarle nada sobre mi vida.
¿Qué me está pasando? Siento como si la llegada de Alex estuviese haciendo que mi vida diera un giro enorme, no me reconozco, y eso simplemente me pone aún más furioso.
Solo debo vengarme.
— Casi no llegas — dice Francis desde la puerta de la iglesia, la monja está a sus espaldas, con el parche ya tapando parte de su rostro.
— No me toques los cojones — gruño, haciendo que Samuele de un grito ahogado.
— ¿Disculpa? — interviene Francis — No deberías emplear ese lenguaje en la casa del señor ¿De dónde vienes?
Suspiro, y me paso la mano por la cara, tratando de calmarme, siento como si la sangre de mi cuerpo estuviera abrazando cada vena.
Miro a Francis, que no baja la mirada, espera que le diga qué he hecho, como si fuera mi padre, o peor aún, como si fuera María.
''Aprieto su espalda con fuerza, y ella mete su otra mano por dentro de mi camiseta. Me tenso cuando siento sus dedos sobre las cicatrices de mi espalda, pero cierro los ojos intentando ignorarlo.''
Aprieto los puños al recordar lo que acaba de pasar con Alex, y empujo a Francis para abrirme paso hasta el despacho.
''—¿Ves? Mira lo que me obligas a hacer — dice María.
Siento el filo del cuchillo recorrer mi espalda con un movimiento rápido.
— ¡Por favor, para! — sollozo al sentir cómo mi cuerpo comienza a entumecerse.
— Debes sentir el dolor que Dios siente cuando haces esas cosas — dice antes de volver a cortar mi espalda, esta vez más profundo.
— ¡Para! — suplico, me arde, el calor de la sangre cayendo por mi espalda me quema.
Echo de menos a padre, echo de menos a madre.''
— ¡Mierda! — grito golpeando el escritorio, varios papeles salen volando, y mi pecho sube y baja con una velocidad frenética.
Tengo que calmarme antes de la visita.
Miro la imagen de mi padre y mi madre que mantengo en uno de los muebles, no los protegí lo suficiente, Sanctified Grove era un buen lugar antes de que ellos se fueran.
¿En qué momento se fue todo a la mierda?
¿En qué momento mi vida solo se basó en buscar venganza?
¿Cuándo fue la última vez que fui feliz?
¿Acaso llevo veintisiete años siendo un infeliz?
— Gabriel — me giro hacia la voz que viene de la puerta —, ¿no se habrá olvidado de que hoy es la visita, ¿no?
¿Cuándo comencé a seguir las órdenes de esta gente?
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¡Hola bombones! capítulo de los que digo yo 'cortos, pero intensos'.
Creo que Gabriel se está convirtiendo en uno de mis personajes masculinos preferidos, y definitivamente estoy amando meterme en su cabeza.
¿Creéis que va a acabar explotando y cambiando drásticamente?
No habíamos llegado a los 30 votos en los anteriores, pero hago excepción, ya que hay una lectora que se ha dedicado a comentar en casi cada párrafo 😭
¡Espero que vosotros lo estéis disfrutando igual que yo!
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