CAPÍTULO 13

4 1 0
                                    

Aelric tomó la cara de Vera entre sus manos y se acercó para besar sus labios una vez más.

—Vamos a mi habitación, Vera. — le dijo al terminar el beso. — Allí podemos hablar más tranquilamente.

Vera asintió y dejó que él le llevara de la mano. Sabía que tenía que poner algunas condiciones y que le llevaría un tiempo convencerle, pero podía conseguirlo.

Subieron silenciosamente por la escalera, ella contempló en silencio el retrato de la madre de Aelric al subir. No era la primera vez que estaba en la casa y él le había explicado con emoción, la primera vez que la llevó allí, que aquella era su madre y que el retrato fue tomado un año antes de que ella falleciera. La mujer tenía una belleza impresionante y Aelric compartía sus preciosos ojos azules además de algunos rasgos faciales. Y antes de poder evitarlo, estaba fantaseando con los hijos que podrían tener juntos y si ellos también heredarían aquellos ojos.

Aelric se dio cuenta de que estaba muy callada. Le pasó un brazo por encima de los hombros y la atrajo hacia él. Los dos se miraron y se sonrieron sin decir palabra.

Cuando Aelric la hizo pasar a su dormitorio, Vera comenzó a sentirse nerviosa. Había estado allí en otras ocasiones, pero aquella vez era distinta. No quería que aquello se le fuera de las manos y con él se sentía completamente perdida.

—Aelric yo... —comenzó a decir, pero él solo tuvo que echarle un vistazo para saber qué era lo que la asustaba.

–Vera, lo que dije antes fue completamente enserio. No voy a dejar que vuelvas a irte sin más. –se acercó y la rodeó con los brazos. –He pasado un infierno durante estas semanas, sin saber en dónde estabas, ni si te encontrabas bien. No vas a hacerme cambiar de opinión. Esta vez lo haremos a mi modo. Te quedarás aquí, simplemente porque es más fácil manteneros seguras. Arwen y Enya también estarán aquí, y no tienes de que preocuparte. Tengo contratado un buen equipo de seguridad, aunque aún tengo que llamarles para que me den un informe de por qué esta mañana no han impedido la intrusión en tu casa, además, Kalen me ha asegurado que se encargará del resto.

–¿Confías en él? –le preguntó arqueando una ceja.

–Pues claro que confío en él. Es mi hermano, y aunque haya pasado fuera mucho tiempo, eso no cambia las cosas entre nosotros. –Le acarició la mejilla y le dio un beso en la punta de la nariz. – Siempre estuvimos muy unidos. La muerte de mi madre fue un golpe tremendo para mi padre, y nunca llegó a recuperarse. –Vera sintió que la sangre huía de su cara con la mención de Finn, pero intentó disimular delante de él y mantener la calma. — Siempre estuvo resentido contra mis hermanos, les culpaba de su muerte, y eso no les hizo las cosas fáciles, sobre todo a Kalen, que se llevó la peor parte. –Aelric fruncía el ceño con evidente disgusto mientras recordaba. A él no le había sido fácil soportar el comportamiento injusto de su padre. — Mi padre siempre estaba regañándole por cualquier cosa, hasta por lo que no tenía nada que ver con él. Eso fue lo que hizo que Kalen se marchara. – Eva podía escuchar un poco de culpabilidad en el tono de sus palabras, y aunque sabía que no era así, dejó que se desahogara. – Pero entre nosotros nunca hubo más que afecto, y cuando le vi después de pasar diez años fuera, me di cuenta de que eso no había cambiado. Nuestra relación está en el mismo sitio en donde la dejamos. Y me gustaría que tú también confiaras en él. Kalen nunca lo admitirá, pero solo tengo que mirarle para saber que no lo ha pasado bien durante el tiempo que estuvo fuera. Todavía no me ha contado nada sobre ello, pero sé que necesita tiempo, y yo no voy a presionarle. Le conozco, sigue siendo el mismo, es muy reservado, nunca se ha quejado de nada. Y te aseguro que tiene un gran corazón.

–¡Pues sí que tienes un elevado concepto de él!

–Por supuesto. ¿Qué te ocurre Vera? ¿Por qué ese recelo con Kalen?

PROHIBIDOWhere stories live. Discover now