Capítulo 18: ¡Vayamos de fiesta!

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MIKE

Bueno, a todos los que estéis leyendo esto os adelanto que voy a darle otra sorpresita a Lina. Más que nada por todo lo que está aguantando. Creo que se lo merece, ¿no creéis?

- Papás, necesito que me dejéis dinero. Me gustaría muchísimo llevar a Lina a Ibiza. Dicen que es un buen lugar al que ir en la época estival y ella me ha dicho varias veces que es una de las cosas que más ilusión le haría. Por favor.

- Hijo, está bien que tengas sueños. Pero nosotros no podemos pagar tampoco todos tus caprichos. Ni siquiera nos hablas a tu padre y a mí de esa chica. Creo recordar que era tu mejor amiga porque alguna vez ha venido a casa. Sí, fue la que vino el otro dia a jugar, ¿no?

- Sí, era ella. Pero por favor. Haced esto por mí. Y no os pediré juegos de Xbox no sé, ¿en seis meses? Buena oferta, ¿verdad?

- Ya veremos, Mike. Estar allí seguro que cuesta mucho dinero.

- ¿Y qué? Vosotros estáis forrados. Mirad la casa que tenemos.

- No tientes a la suerte, hijo. Hoy lo tenemos todo y mañana puede que nada. Nunca se sabe que puede pasar.

- Vale, en eso tienes razón. Pero por favor, me haría mucha ilusión.

- Lo pensaremos.

- Vale. Gracias.

Joder, se podrían enrollar un poco. Es que encima van y se compran ropa de marca, coches de marca, casas espectaculares... Una de las razones por las que me gustaría ir a Ibiza es porque tienen una casa allí, un gasto menos porque no hay que ir a hoteles. Pero bueno, a ver si hay suerte y me dejan hacerle este regalo a Lina. Uff, la amo y haría lo que fuera por ella en serio.

Hoy venía un amigo mío de Amsterdam, se llama Rory. No iba a mi colegio ni nada por el estilo. Solo que nuestros padres se conocieron... creo que en la universidad, sí. Entonces, es como si fuera un hermano para mí. Tuvo que marchar a Amsterdam para completar sus estudios. Quiere ser Ingeniero y bueno, aquí no tenía la oportunidad de estudiar esa carrera y decidió viajar hasta allí. De vez en cuando hablamos por Skype, me cuenta cómo le va y eso. No tiene novia, dice que le llaman friki porque le gustan los videojuegos. A mí tambien, y se lo digo. Pero él me dice que a mi esas cosas no me las pueden decir porque soy musculoso y guapo y tal y tal. Él no es mucho de ir al gimnasio todo hay que decirse, pero tampoco pienso que esté tan mal. Solo le falta encontrar a su chica que le haga sentir único y querido.

Está a punto de acabar la carrera así que puede que vuelva a Inglaterra. Estaría genial. Quiero que conozca a mi preciosa novia. Y a Brad. Son geniales los dos y me encantaría tenerlos a los tres juntos. Brad y él se llevarían bien, ya que a los dos les gustan los videojuegos. Y estoy seguro de que a Lina también le gustará.

En su universidad parece que hay una especie de meetings que hacen desarrolladores de juegos y demás, algo así como el E3 supongo, y me ha prometido que me traería un juego que no ha salido aún a la venta para Xbox. ¡Qué emoción!

Por fin Rory llegó a mi casa. Tenía muchas ganas de verlo así que fui corriendo hacia la puerta a abrirle. Le di un abrazo muy fuerte y hicimos un choque de manos. Había crecido, y eso que a nuestra edad no solemos aumentar de estatura. Antes llevaba gafas, ahora no. Se había operado de miopía hace como un año, pero me quería dar la sorpresa cuando viniera.

Me tendió una bolsa con algo dentro que aún no sabía que era. Ja,ja,ja bueno, igual sí. ¡Qué emoción!

¡Era el nuevo Titanfall 2! Vale que no tenía el primero pero siempre me hubiera gustado jugar, ¡y ahora tenía la segunda parte y antes que nadie! Joder, si es que Rory es un tío de puta madre.

Fuimos al sótano a probar el juego, estuvo contándome todas sus peripecias de la universidad, que si los examenes difíciles, que si estudiar, que si bla,bla,bla. Le tuve que contestar:

- Hermano -nos llamábamos así-, disfruta de tus vacaciones, ¿no? No te pongas a pensar en volver a la rutina si no quieres deprimirte. Además, te estoy ganando en todas las partidas asi que espabílate.

- Tienes razón hermano. Tengo que dejar de pensar en la universidad el tiempo que permanezca aquí que no creo que sea mucho.

- Así se habla. Ahora... ¡muere cabrón!

- ¡Hijo de puta no me mates!

- Ja,ja,ja. Es que me gusta aprovechar cuando la gente está desprevenida.

- No lo jures ja,ja,ja.

Mi madre bajó las escaleras rápidamente y me pegó un grito. No era ningún grito de enfado, sino de alegría. ¿Qué habrá pasado?

- ¿Qué pasa, mamá? -dije eufórico-.

- Hijo, ¡que hemos ganado la lotería! ¡Nos han tocado 20.000 libras!

- ¿¿Quéee?? No jodas, mamá, no jodas -le solté con los ojos abiertos como platos-.

- ¡Que sí! ¡Se ve que el papá compró número el otro día y ha tocado!

- ¡Dios mío! ¡Qué pasada!

- Pues sí hijo -dijo con una sonrisa que no le cabía en la cara-, además, tengo una sorpresa. El papá y yo hemos decidido regalarte el viaje a Ibiza con Lina.

- Ay, ¿lo dices en serio? Dios mío, muchísimas gracias mamá, te quiero muchísimo.

- No las des Mike. Y yo a ti.

- Uff, que emoción. Hoy es un día genial para mí. Y todo gracias a Rory y a ti mamá.

- Me alegro muchísimo hijo.

- Una pregunta, ¿se podrían venir Rory y Brad también? Por favor -e hice un gesto con las manos en posición de rezar-.

- Bueno, está bien.

La abracé. La abracé muy fuerte. Creo que nunca había hecho eso. Aún así, ella reaccionó igual y nos adentramos en un profundo abrazo.

Todo esto pasaba y Rory lo observaba desde mi lado. Él también con ganas de saltar, gritar y abrazar a mi madre de la emoción, aunque no fuera la suya. O eso fue lo que él me dijo.

Llamé a Lina y a Brad, pero no les conté nada, solo les dije que quería que estuvieran en mi casa lo antes posible. Brad vino un poco más tarde que Lina, pero tampoco mucho. Entraron diciendo casi lo mismo: cuál era el motivo por el que ir a mi casa.

Nos sentamos en el comedor, Lina y yo en el sofá y Rory y Brad en cada uno de los sillones. Esperé un poco para darles la sorpresa, simplemente para darle más emoción al asunto. Como cuando estás viendo un concurso en la televisión, dicen la típica frase "y el ganador es..." y al instante te ponen anuncios para que te quedes enganchado. Pues algo así fue lo que hice.

- Chicos, os he reunido aquí porque...

Esperé a que alguien dijera algo.

- ¡¿Por qué?!

- Pues... ¡porque a mis padres les ha tocado la lotería y nos vamos los cuatro a Ibiza!

- ¡No fastidies! A mi no me mientas, ¿eh? Esto es una cosa muy seria, sabes que me encantaría ir -dijo Lina-.

- No, claro que no es mentira, ni una broma ni nada. ¡Que nos vamos de fiesta chicos!

- Me quedo sin palabras, no sé que decir en serio, muchísimas gracias Mike -respondió Brad-.

- Síi, muchas gracias cariño. ¡Me hace muchísima ilusión estar allí con todos vosotros!

- Como a mi -dije sonriendo, pero más tranquilo-.

- Dios mío, qué bien nos lo vamos a pasar -exclamó Rory-.

Me parece que le ha encantado a Lina. Bueno, creo que a todos. ¿Ha sido una buena sorpresa, verdad?

Siempre a tu lado ©Where stories live. Discover now