Siempre a tu lado ©

Capítulo 30: La Respuesta (III)

LINA

Bip, bip.

Estoy intentando llamar a Mike pero no me coge el teléfono... John se acaba de ir a casa y me ha dejado aquí con los enfermeros. Bueno, estoy completamente sola pero no tardarán en venir con la típica ''bandejita'' llena de comida asquerosa, o como yo diría ''no comestible''. Ojalá no me hubiera ocurrido esto y pudiera estar con Mike comiendo un buen crêpe de chocolate con él en casa... Intenté llamar de nuevo.

Bip, bip.

Nada, no sé que estará haciendo pero me tiene muy preocupada. Según John había ido a darle una lección a Carlisa pero aún así tengo miedo. De pronto, una enfermera con la pinta de abuela soltera que no ha tenido novios en su vida y que convive con veinte gatos en su casa entró con la bandeja de basura (¡Bieen...! Vale, no).

- Hola, ¿eres Lina? -dijo la enfermera mientras acercaba la mesita de noche a la cama y apoyaba la bandeja en ella.

- Sí... soy yo.

- Vale, vengo a traerte la cena. Ah, y hay un joven chico ahí fuera que dice que te conoce. ¿Lo dejo pasar? -dijo guiñandome el ojo izquierdo vagamente, aunque creo que era más un tic que un guiño.

- Claro, déjelo pasar -exclamé sonriente.

Ay, ¿será Mike el chico que se encuentra ahí fuera? Ojalá, y sí, seguro que es él. No me cabe la menor duda, ya sabía yo que era incapaz de no venir.

Vi la puerta comenzar a abrirse lentamente, como si la persona que la estaba empujando dudara en entrar. Un poco más, abrió un poco más y por fin entró. El joven era de una estatura media, delgado y el pelo ondulado... ¡Claro, era Bradley! ¡Cuánto tiempo sin verlo, qué emoción! Me hubiera gustado más que hubiera sido Mike pero su visita fue agradable igualmente.

- ¿Lina? -dijo nada más entrar.

- Síiii, soy yo Brad, ¡entra! -exclamé eufórica.

- ¡¿Qué te ha pasado?! He venido corriendo cuando me he enterado de que estabas en el hospital, ¿estás bien? -me preguntó con expresión de preocupación.

- Claro que sí Brad, estoy bien, no te preocupes. ¿No me ves que estoy genial? -solté una carcajada.

- Sí bueno... mentalmente estás bien sí... y físicamente ya ni te cuento... -se rió de manera descomunal.

- ¡Eh! ¡Que tengo novio! -me reí de nuevo y seguí hablándole-. ¿Cómo estás tú? Hace muchísimo tiempo que no nos vemos.

- Tienes razón, pues la verdad es que muy bien, hemos estado preparando canciones nuevas y alguna que otra colaboración con otros artistas.

- Buah, eso es perfecto. Ya estoy deseando escucharlas.

- Tiempo al tiempo, tendrás que esperar un poco, pequeña y desesperada fanática vampette.

- Jo -agaché la mirada mostrando ''tristeza'' irónicamente-. Y yo que pensaba que harías una excepción por mí.

- No se sabe, quizá algún día de estos... -guiñó el ojo izquierdo y sonrió-. Y bueno, volviendo al tema. ¡¿Qué haces aquí cabra?! ¿Qué has hecho?

- ¿Perdón? ¿Me acabas de llamar cabra? Mira, porque no puedo que sino te pegaría un berrido ahora mismo que saldrías de esta habitación despavorido. No me tientes -nos reímos seguidamente a carcajada pura.

- Va, ahora en serio -consiguió pronunciar entre risas.

- Pues nada... ¿Recuerdas a Carlisa? La chica que nos encontramos en el McDonald's cuando fuimos a cenar...