Capítulo 22: ¿John?

654 22 2
                                    

JOHN

Ja,ja,ja. Bueno, bueno... ¿qué pasa, que ya no queréis saber nada de mí o qué? No me esperaba esto de vosotros en serio. Me tenías tan, pero tan olvidado de la historia que seguro que hasta habéis rezado para que no volviera a salir.

Qué poco fans sois. ¡Soy yo! ¡John Tyler! El chico con el que Lina tropezó en la cafetería Sena, o Támesis, como queráis. Vuelvo para explicaros que me pasa... desde el primer momento en que la vi supe que iba a ser alguien especial en mi vida.

No he tenido la ocasión de quedar con ella porque ni siquiera tenía su teléfono. Rose es mi amiga desde hace mucho tiempo y le quise pedir un favor. Le dije que intentara acercarse a Lina y Mike y hacer que de alguna manera se separaran, estuvo muy mal, lo sé y voy a hacer que todo esto pare.

Si que es verdad que no la conozco de nada porque solo nos hemos visto tres veces y de casualidad. Fui un gilipollas al no pedirle el número de teléfono. Creo que la amo, para mi ella ha sido un amor a primera vista y quiero que esté conmigo y voy a hacer lo posible para que se cumpla.

Está claro que no queréis que Rose siga haciendo lo que está haciendo así que que sepáis que no van a haber más problemas ni segundas fases ni nada. Solo le pediré que la busque y me diga donde está para encontrarme con ella. La deseo tanto.

Me llamó Rose diciéndome que Lina había salido hace un momento de su casa y se dirigía a casa de Mike que puede que estuviera a unos 300 metros de la mía. Me explicó que iba por la avenida paralela a Támesis, donde nos teníamos que encontrar "por sorpresa.

Fui, seguí las coordenadas que me dio Rose y sí, efectivamente, allí estaba andando por la acera. Qué andares tenía, me encantaba ver sus caderas moverse, tenían como un poder de atracción que no me dejaban mirar hacia otro sitio. Como el canto de una sirena a un marinero.

Atajé por un callejón para llegar donde estaba ella y tropezarme como el día de Sena. Aunque ese día fue pura casualidad, lo juro. Quizá el destino quiso que nos topáramos, o quizá no.

Puede que no exista ningún destino, ni ninguna biblioteca infinita donde está escrita la historia de cada persona pero, ¿por qué no creer en algo? No pienso que la palabra correcta sea "destino", ni creo que haya una palabra correcta, simplemente los pasos que das en tu vida son los que te llevan a lo que eres y a lo que te ocurre.

Conseguí alcanzar a Lina, hice como que me tropecé con ella y se lamentó sin saber con quién se había encontrado de nuevo. Se giró, se quedó boquiabierta y dijo:

- ¡Anda, John! Qué casualidad verte por aquí. Ya nos hemos tropezado dos veces. Quizá estemos destinados a conocernos mejor. Ja,ja,ja.

¿Véis? Eso es lo que ella piensa, pero todo esto ha ocurrido porque yo he decidido que nos tropezaramos, no es el destino. Simplemente es un hecho, pero no quise sacarle esa reflexión mía, que hasta puede que fuera estúpida, pero era mi pensamiento.

- Oye, pues sí, ¿eh? Ja,ja,ja. Tengo una idea, ¿por qué no quedamos para ir al parque mismo?

- Me parece genial. Ya hablamos si quieres, te dejo mi teléfono.

- ¿Cómo? No, no. Yo me refiero de ir ahora al parque.

- Eh, es que... ahora mismo tengo planes.

- ¿Con quién?

- Con... mi novio.

- ¿Pero es que no os veis todos los días? Va, hazlo por mí que me apetece estar contigo un rato.

- Ay, bueno a ver. Voy contigo un rato al parque pero luego me vuelvo con mi novio, porque hemos quedado así. Solo le voy a decir que me he retrasado.

- Genial, vayamos.

¡Bien! Ya la tenía, ahora solo faltaba esperar. Os juro por mi vida entera que la voy a respetar lo máximo y no voy a obligarla a hacer nada que no quiera. Ahora quiero disfrutar de este momento tan bonito que voy a pasar con ella.

Llegamos al parque, era una zona muy bonita llena de color verde, niños corriendo por doquier, adultos disfrutando de un picnic bajo los árboles, y un pequeño embalse en el centro del recinto donde podías bañarte y disfrutar del maravilloso paisaje.

- ¿Qué es lo que vamos a hacer? -me preguntó ella-.

- Ahora lo verás, y ni se te ocurra decir que no.

- A saber lo que has preparado ja,ja,ja.

La zona de la que os voy a hablar no la había mencionado antes para que no sospecharais de adónde íbamos a ir. ¡Un circuito de karts! Lo había reservado para nosotros dos así que estaríamos solos.

- Y... ¡voilà! ¿Qué te parece? -dije sonriente esperando no deprimirme al escuchar su respuesta-.

- ¡Uau, John! ¡Me encanta este sitio! ¿Cómo sabías que me encantaban los coches de karts? Muchísimas gracias.

- Ja,ja,ja. ¿En serio te gustaban? No tenía ni idea, palabra. Me alegro de que te guste.

- Me encanta, Mike nunca me ha traído aquí y sí que sabe que me gustan.

Vale, creo que he dado en el clavo y sin saber lo que hacía. Esto cada vez va a mejor, y dice que Mike no le ha he traído nunca, perfecto. Espero seguir teniendo esta suerte.

Entramos dentro de la pista y nos dieron el casco y los guantes para conducir. Ella se lo puso mucho antes que yo, se notaba que era experta. Yo hasta me puse mal uno de los guantes y me tuvo que ayudar a ponérmelo bien.

Nos dijeron cuáles eran nuestros karts. Nos explicaron cómo funcionaban aunque Lina ya lo sabía, y cuando ya habíamos aprendido lo que debíamos saber dimos un par de vueltas a la pista para calentar un poco. Íbamos a la misma velocidad.

Al finalizar las dos vueltas paramos en la línea de Salida. El chico que controlaba la pista dio un primer aviso y todo seguido dijo:

- Preparados, listos, ¡ya

Vi a Lina delante mía desde el primer segundo. Había cogido buena aceleración al principio, cosa que yo no hice y me llevaba unos cuantos metros de ventaja.

Le di al acelerador lo más fuerte que pude para conseguir llegar como mínimo a su lado, hasta que lo conseguí.

- Hey, ¿cómo vas? Veo que te habías quedado atrás. Ja,ja,ja.

- Ha sido un despiste no creas.

Teníamos una curva enfrente y se quedó ella primera, hasta que no conseguí alcanzarla de nuevo no contestó.

- Sí, sí. A ti lo que te pasa es que estás picado porque una chica te está ganando. Ja,ja,ja.

- No me estás ganando, porque estamos en la misma línea.

- Claro, porque me apetecía hablar un poco y darte ventaja, sino me aburro.

- ¿Me estás diciendo que has bajado la velocidad solo para hablar conmigo?

- Se podría decir que sí, pero no pasa nada, te dejo aquí. ¡Hasta ahora!

Joder, me había adelantado. Pero, ¿cómo? Si los karts van a la misma velocidad, creo yo.

La tenía delante, la verdad es que no tan lejos pero me sacaba varios metros. Cómo me ponía el simple hecho de que me hubiera adelantado.

Para mí eso era ser sexy, no una chica pintada hasta los topes como si quisiera trabajar en un circo o unos tacones de quince centímetros. En aquel momento solo tenía ganas de bajar del kart y abrazarla.

Se acabó el tiempo que podíamos estar allí y nos pidieron que salieramos del coche. Lina se quitó el casco. Tenía el cabello despeinado pero aún así seguía preciosa. Veremos como se da el resto del tiempo que estemos juntos, hasta el momento no ha comentado nada de su novio, buena señal.

La amo. Definitivamente la amo.

Siempre a tu lado ©Where stories live. Discover now