Capítulo 24: Confusiones y un extraño secuestro

583 19 1
                                    

JOHN

¡Qué buena tarde he pasado con Lina, joder! ¡Es súper divertida! Me parece que voy a decirle algo porque necesito hablar con ella. Sí, lo necesito más que nada.

<21:02 Bueeeeenas :)

Quise alargar la "e" para que notara que tenía ganas de entablar conversación.

> 21:04 Hooola :D

¡Bien! ¡Ella también lo había hecho! Pero ya no lo voy a hacer más porque escribiendo tantas letras repetidas juntas voy a parecer gilipollas ja,ja,ja.

< 21:05 ¿Cómo te lo has pasado esta tarde, preciosa?

> 21:05 De lujo, John. Muchísimas gracias.

< 21:06 No las des, si lo he hecho ha sido por algo.

>21:06 Sí :)

Oh, parece que es fan de los emoticonos. Vamos a intentar hacer algo divertido.

< 21:06 ¿Con que esas tenemos, eh? Pues nada tu te lo has buscado. ¡Guerra de caritas!

:)

:)

:)

> 21:07 No quieras jugar conmigo a eso, te voy a ganar y lo sabes. Como a todo. Ja,ja,ja.

:)

(:

:)

(:

Y así durante cinco minutos, hasta que nos cansamos, ya os imagináis. Mierda, me habéis pillado. Vale, fui yo el que se cansó. Vamos, que me ganó ella.

> 21:12 ¡He ganado! ¿Ves? Ja,ja,ja, te lo dije. Ahora no te piques porque una chica te haya ganado, ¿eh? Que solo es un juego.

< 21:12 Tranquila, no me he picado, ja,ja,ja.

Vale, sí me había picado. Pero ya no tanto joder, poco a poco, voy aprendiendo a controlar mis piques. Estaba acostumbrado a ganar siempre en todo y ahora mira.

> 21:13 Raro en ti, pero bueno. Lo que tu digas.

Estaba empezando a confiar en mí, y solo nos conocíamos de habernos visto tres veces, bueno con esta última cuatro. Se ve que inspiro confianza.

< 21:13 Te voy a llamar, ¿vale? Necesito escucharte antes de irme a dormir, aunque vaya a soñar contigo mi ángel.

No esperé su respuesta y llamé sin más. Había tenido varias novias antes pero, nunca me había enamorado. No como con esta chica.

Vale, y aquí mi reflexión. Creo que os habéis dado cuenta de que intento buscar palabras o frases incorrectas como "destino" y esta es la siguiente: "estar enamorado".

No creo que "estar enamorado" sea un sentimiento que exista, puedes querer, claro. Pero ¿cómo sabes que estás enamorado de verdad? ¿Cómo diferenciar el querer a alguien del estar enamorado de una persona?

Nadie lo sabe, es algo que la gente utiliza pero sin saber si lo que dice lo siente de verdad. En cualquier momento te podrías "desenamorar", pero lo correcto sería que el amor fuera infinito, triste pero cierto, ¿verdad?.

Acabada mi reflexión, todo mientras sonaban los bips que daban la señal de llamada, corregiré lo que he dicho antes. Quiero a Lina, la quiero mucho. Por fin, cogió el teléfono.

- ¡Hola! ¿Cómo andas? -le pregunté-.

- ¡Perfectamente! ¿Y tú?

- Muy bien, me alegro mi ángel.

- Y yo, pero una cosa, no me molesta que me llames ángel pero no quiero que pienses que por ello tengamos algo tú y yo. Solo somos amigos.

- Lo sé, pero me apetece llamarte así.

- Vale.

Lo dijo con un tono de gracia, el tiempo que he estado con ella he podido comprobar sus estados de ánimo a fondo, y ahora mismo sé que está sonrojada.

- Bueno, llamaba más bien por saber donde querías ir mañana -le dije yo-.

- Ah, tu das por hecho que de verdad voy a quedar contigo, ¿no?

- Pues claro, nena.

- Igual sí, igual no.

- No intentes hacerte la interesante conmigo porque sé que de verdad quieres pero estás preocupada por Mike porque hoy no has quedado con él, ¿miento?

- Eh... puede.

- Mira, vamos a hacer algo. Haz lo que quieras, no te voy a obligar, pero he aquí el plan de mañana. Vamos al cine, cinco en punto de la tarde. Si te apetece ve, yo voy a estar allí esperándote. La película la eliges tú.

- Es buen plan, pero ya veremos que hago. Mañana te digo algo.

- No, no quiero que me digas nada. Prefiero que sea sorpresa. Si vas significará que quieres seguir quedando conmigo y viéndome, si no vas significará que no quieres saber nada más de mí.

- Joder, no me hagas esto, porque yo te quiero seguir viendo.

- Es lo que hay nena, es tu elección. Piensa bien que quieres hacer. Un beso, te quiero. Espero verte mañana.

- Joder... buenas noches. Un beso.

Colgué, noté como un nudo en mi garganta al escuchar las últimas palabras de Lina. Supongo que no debería de haberle dicho todo aquello pero, o esto se corta de raíz o sigo intentando conquistarla que por una parte es lo que quiero, pero me he arriesgado mucho a que no aparezca en el cine. Sino si que me derrumbaría.

LINA

¿Por qué tiene que hacerme esto? Yo quiero seguir viéndole y quedar con él pero debe de entender que yo tengo mi vida y estoy con Mike... Como dije antes puede que me atraiga pero no igual que mi novio, claro que no. Ni muchísimo menos.

Mi padre me llamó para que fuera a poner la mesa para cenar pero, no tenía nada de hambre. Le grité desde mi habitación y le dije que no preparara nada para mí porque quería intentar dormir. Y no era ninguna mentira, era lo que me apetecía en aquel instante. Necesitaba adentrarme en el mundo de los sueños, un lugar en el que sé que sus personajes nunca me fallarían. No es que soñara con unicornios ni caballos voladores, nada de eso, pero quien formaba parte de mis sueños era la gente que quería, como Mike. Quería verlo con toda mi alma.

Con estas últimas palabras me despido, muy buenas noches a todos. Mañana más... y ¿mejor?

MIKE

No me puedo creer lo que ha pasado, es imposible. Soy idiota. ¿Pero por qué sigue persiguiéndome sin dejarme ser feliz? No lo comprendo.

Estaba tranquilamente en casa, en la pista de baloncesto exactamente, cuando Carlisa, que conocía muy pero que muy bien, apareció por detrás mía dejándome inmóvil, cogiéndome los brazos y atándomelos por la espalda para que no me pudiera escapar. Me sentí agobiadísimo en aquel momento y le pedí que por favor me soltara. Después de un largo forcejeo finalmente me soltó.

- ¿Pero tú eres idiota o tienes un problema mental tía? -le grité con tono desesperado-.

- Dije que volvería, ¿o es que ya no lo recordabas?

- No, y tanto que no. No quería ni quiero saber nada más sobre ti y sobre tu vida. ¡Déjame en paz de una dichosa vez!

- No, no, no. Eso no lo puedo hacer. No puedo quedarme aquí de brazos cruzados mirando como zorreas con otras. Así que pensé que la mejor solución sería esta.

Dos hombres, ya adultos, aparecieron de la nada. Tenían pinta de los típicos machotes que se ponen en las puertas de las discotecas revisando entradas y DNIs.

Intenté correr, pero no hubo manera. Otros dos tíos estaban detrás mía y me cogieron de pies y manos sin dejarme escapar. No se a dónde me llevaban, ni que pasó. Sólo recuerdo que eso no fue un sueño, fue real. Pero lo que sí que sé muy bien es que cuandó desperté del sueño profundo al que me habían sometido estaba en el sofá de mi casa.

¿Qué sucedió? No lo sé, pero todo esto no me gusta nada.

Siempre a tu lado ©Where stories live. Discover now