Capítulo 6

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Dos días después nos encontrábamos en medio de la plaza, rodeados de gente que iba y venía en sus tareas diarias, junto a las escaleras eléctricas que bajaban al estacionamiento del sótano.  Desde hacía unas semanas, Ed nos había pedido voluntariamente a fuerzas nos que uniéramos al programa de introducción. En realidad, era bastante sencillo, simplemente teníamos que recibir a los nuevos habitantes de la Soledad, darles un tour y explicarles cómo funcionan las cosas allí. Y era mucho más sencillo puesto que hacia un buen rato que no llegaba nadie nuevo. Los nuevos integrantes podían llegar por su cuenta como nosotros, pero desde que Cranston había aumentado su presencia en la zona, era muy difícil que alguien pasara sus campamentos sin ser asesinado o reclutado. También podían ser recogidos en las expediciones que organizaba el Cuerpo de Seguridad y Defensa, liderado por Jason. Pero desde que Cranston, los grupos ya casi no salían a explorar y solo recolectaban suministros en zonas conocidas de forma que nunca encontraban a nadie, hasta el día anterior. La noticia se corrió rápido por La Soledad, un grupo de sobrevivientes había sido recogido por el último grupo que había salido por comida. Y obviamente yo maldije, pues prefería estar encerrado en nuestro apartamento que dando vueltas por la Soledad con un montón desconocidos. Y ahí estábamos.

Los tres chicos subieron las escaleras acompañados de Jason. Y me sorprendí al ver que se trataba de un trío de chicos como nosotros. El más alto debía tener unos veinte años, tenía el rostro pálido y cabello pelirrojo alborotado con un poco de barba. El que le seguía tenía debía ser el más joven de los tres, tenía el cabello oscuro y un rostro delgado marcado con grandes ojeras. Y por el último, el más bajo de todos que apenas me llegaba a la nariz, tenía unos grandes cachetes, aunque debía ser el más fuerte de los tres; tenía el cabello castaño casi rubio y una mirada de asco.

- Muchachos –nos saludó Jason-. ¿Cómo están? Les presento a...

- Llámenme Roque –se presentó el pelirrojo son una sonrisa de oreja a oreja, parecía agradable.

Lo saludamos con un gesto.

- Sí –afirmó Jason- Él es...Eric.

- Es Derek –corrigió el chico bajo cruzando los brazos.  

Jason ignoró su mirada asesina y continuó.

- Y Vic...ellos son los chicos nuevos. Así que preséntenles el lugar y explíquenles todo. Y ustedes –se dirigió a ellos-. Si tienen alguna duda, moléstenlos a ellos, no a mí.

Sin decir más Jason escapó metiéndose en el bulto de gente.

Nos quedamos viendo entre nosotros unos segundos antes de que Halston rompiera el silencio.

- Así que son...nuevos. ¿Cómo están?

- Vivos, y con eso me basta –respondió Derek.

- Yo muy bien, gracias por preguntar –le respondió Roque con una sonrisa coqueta.

- Pues algo cansados claro –se apresuró Vic mirándonos nervioso-. Pero aliviados.

- Pues eso es todo lo que tienen que sentir –respondió Halston que parecía ser la única que quería estar allí-. Aquí estarán a salvo. Vengan.

La chica se dio la vuelta y avanzó por donde hubiera menos personas. Cuando se dio cuenta que solo los tres chicos nuevos la seguían se regresó rápidamente y me tomó a mí y a Rawvanna de la mano para que la siguiéramos, los demás vinieron con nosotros sin mucho ánimo.

- Soy Halston, por cierto –se presentó- ¿Ustedes...ya se conocían?

- Nunca en mi vida los había visto –respondió Derek rápidamente-. Nos conocimos en su prisión de allá abajo, sí, donde encierran a los nuevos como si fueran prisioneros.

Pandemia Parte IIWhere stories live. Discover now