N° 17

2.7K 65 0
                                    

Eran las dos de la mañana y el alcohol ya estaba empezando a subir. Valeria y yo bailábamos sin parar.

-Hola preciosa-me susurraron al oído y me di la vuelta.

-Hola-le sonreí. El alcohol estaba haciendo efecto.

-Me encantaría pasar la noche contigo-me puso una mano en mis caderas.

-Nadie te lo impide-me acerqué a él.

Empezamos a bailar juntos, nuestras caderas se movían al compás. El chaval se acercó a mí y en un impulsó le besé. Nuestros labios estuvieron juntos bastante tiempo moviéndose a la perfección.

Cuando nos separamos nos miramos y nos sonreímos. Me recordaba muchísimo a Pedri.

El alcohol estaba empezando a bajarme. Me estaba empezando a acordar de todo. ¿¡Porque cojones le había besado!?

Me disculpé y me fui al baño de la habitación de Valeria. Allí no había gente y podía estar tranquila.

Apoyé mis manos en el lavabo y me miré al espejo. Las lágrimas no dejaban de caer por mis mejillas.

Llamaron varias veces a la puerta del baño.

-Abre, soy yo-escuché a Valeria detrás de ella y la abrí-. ¿Que te pasa?

La abracé. Ella me dio todo su apoyo mientras me acariciaba la espalda con sus manos.

-Le he puesto los cuernos a Pedri-tartamudee y Valeria se quedó quieta.

-¿Como?-asenti y empecé a llorar más-. ¿Pero que ha pasado?

-He estado con un chaval y pues el alcohol ha podido conmigo y le he besado-Valeria me abrazó más fuerte.

-No te preocupes mi niña, tú tranquila que todo va a salir bien.

Valeria estuvo más rato intentando tranquilizarme. Cuando estuve bien y tuve fuerzas para salir volvimos al salón.

Ya no había nadie. Ya se había ido todo el mundo. Sólo estaba Alex sentado en el sofá con el móvil.

-¿Donde estabais chicas?-nos preguntó mientras nos sentábamos en el sofá con él.

-Arriba, que hemos tenido un problemilla-le respondió su novia mientras le daba un beso.

-¿Está todo bien?-nos preguntó al verme que tenía cara de haber llorado.

-Si si, no te preocupes-le sonreí falsamente. No estaba bien.

-Quedate a dormir, duermo yo contigo-me dijo mi amiga y yo negué con la cabeza.

-No, no, yo me voy a mi casa, no quiero molestar.

-Quedate Laia, te vas a tirar la noche llorando, lo sé-me convenció y no me quedó más remedio que quedarme allí con ellos.

Valeria y yo nos subimos a su habitación. Al pobre Alex le tocó dormir en el sofá.

Nos pusimos el pijama. Valeria me dejó uno de los suyos. Me tumbé en la cama mientras ella iba al baño. Me quedé mirando el techo y suspiré varias veces.

Salió y se tumbó a mi lado. Apagamos las luces y nos fuimos a dormir.

Se me olvidó silenciar el móvil así que me sonó porque me había llegado un mensaje. Lo cogí y era de Pedri. Me empecé a poner super nerviosa y Valeria lo notó.

-¿Estas bien?-me preguntó sentándose en la cama.

Buenas noches preciosa!! Lo siento por no haberte llamado hoy, acabo de llegar a casa. Mañana cuando te levantes me llamas y me cuentas haber que tal la fiesta. Te quiero <3

Estaba llorando, llorando muchísimo. Valeria me abrazó intentando consolarme, pero había un dolor en mi que no se iba tan fácilmente. Era la cosa de la cual más me había arrepentido.

-¿Se lo vas a decir?-me preguntó cuando me tranquilicé un poco.

-No lo sé-levanté los hombros-. Deberia, pero si se lo digo me va a dejar-me estaba costando muchísimo hablar.

-Si no se lo dices y se entera por terceras personas va a ser peor.

Dejamos ahí la conversación y nos fuimos a dormir. Ahora sí que sí nos quedamos dormidas rápido ya que era bastante tarde.

[...]

-Es que no entiendo cómo cojones me has podido poner los cuernos en serio-me dijo Pedri super enfadado.

-Lo siento-era lo único que me salía. Estaba llorando a más no poder.

-Es que en serio, yo pensando que eras la indicada, pero ya veo que no, que eres como todas.

Eso me había dolido muchísimo. "Eres como todas" no dejaba de sonar en mi cabeza.

-Lo dejamos Laia. No me vuelvas a hablar ni nada, no quiero saber nada de ti. Para mi estás muerta.

"Para mi estás muerta". Me derrumbé al suelo y lloré, lloré toda la noche como si se fuese a acabar el mundo.

[...]

-Laia, Laia tranquila-me dijo Valeria despertandome-. ¿Que te pasa?

-Pe... ped...-no me salía. Me estaba dando un ataque de ansiedad y bien grande además.

-Sientate y tranquilízate-hice lo que mi amiga me había dicho y conseguí estar mejor.

-¿Pedri me ha dejado?-la pregunté.

-Todavia no has hablado con él-me respondió un poco descolocada.

-He tenido un sueño-me tranquilicé del todo.

-Si, tranquila, que está todo bien-me abrazó de nuevo.

Nos vestimos y bajamos a desayunar con Alex. Después recogimos un poco todo lo de la fiesta de ayer.

Decidí que ya era hora de irme a mi casa. Valeria me estaba intentando convencer de que me quedase con ella, pero quería estar sola un tiempo y pensar.

Llegué y saludé a mis padres con la mejor de mis sonrisas. No quería decirles nada por ahora, primero quería solucionarlo por mi misma.

Me tumbé en la cama y lo primero que hice fue pensar en si decírselo o no.

Esos pensamientos se fueron rápido porque ya me estaba llamando él a mí.

Me puse super nerviosa, me estaban empezando a temblar las manos. Rápidamente decidí no decirle nada y actuar lo más normal posible. Ya vería cuando se lo iba a decir.

Descolgué y apareció su cara sonriente. Estaba enamoradisima de él, no aguantaría no teniéndole a mi lado.

-Hola mi vida-me sonrió y le hice lo mismo. Intenté que no sospechase nada.

-¿Que tal todo mi amor?-le dije lo primero que se me ocurrió.

-Bien todo, ¿tu que tal la fiesta de ayer princesa?-esa pregunta... esa puta pregunta.

-Bien-menti.

Lo que curó la enfermedad [Pedri González]Where stories live. Discover now