N° 22

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Víctor aparcó delante de la puerta y Pedri se bajó. Yo también me bajé para cambiarme y ponerme de copiloto.

-Laia-me llamó y le miré-. ¿Mañana podemos hablar?

-Si-asenti con la cabeza y me sonrió.

-Pues mañana nos vemos-nos despedimos y entró en casa.

Me metí en el coche y mi hermano me miró alzando una ceja.

-¿Por que me miras así?-me reí.

-¿Que te ha dicho?

-Nada, que vamos a quedar mañana para hablar y arreglar las cosas supongo-levanté los hombros.

Llegamos a casa y ya era bastante tarde así que nos fuimos cada uno a su habitación.

Sonó mi despertador a las ocho de la mañana. Debía de ir a clase.

Me levanté y lo primero que hice fue vestirme. Me puse unos pantalones negros de chándal con una sudadera blanca de nike y mis zapatillas también de nike.

Bajé a desayunar. Me hice unos gofres y mi colacao que no faltase. Me lo comí en poco tiempo.

Cogí mi mochila y puse rumbo al instituto. Llegué y me acerqué a mi amiga Valeria que estaba sentada en un banco con otras dos chicas.

-Hombre, hola Laia-se levantó a abrazarme-. Sientate con nosotras.

-Hola-saludé a las otras dos y se presentaron.

Una se llamaba Sandra y la otra Ainhoa e iban las dos a la clase de Valeria. Estuvimos hablando las cuatro y la verdad que se las veía bastante majas.

Sonó el timbre y tuvimos que entrar en clase. Me estaba aburriendo muchísimo así que aprovechando que estaba atrás del todo y que esté profesor no nos hacía caso saqué el móvil.

Tenía varios mensajes, pero uno de ellos me llamó bastante la atención. Era de Pedri.

Hola. Cuando te despiertes me avisas y quedamos, que quiero hablar contigo

Que mono por dios. Si tanto quiere hablar conmigo será porque es para algo bueno, ¿no? Eso esperemos.

Estoy en clase. Cuando salga si quieres nos vamos a comer y hablamos

Me lo leyó rápido y al segundo ya tenía su mensaje.

Ok ;)

Estaba deseando de que llegase ya la hora de la salida para que viniese.

En el recreo se lo conté a Valeria la cual se puso como loca. Las demás clases se me hicieron eternas.

Sonó el timbre lo que significaba que ya era la hora de irse a casa. Salí y fui a despedirme de mis amigas.

-Mira quién está ahí-me dijo Valeria señalando un coche. Era el de Pedri.

-Me voy-sonrei.

Me despedí de las demás y fui corriendo hacia donde se encontraba el coche de Pedri. Allí dentro estaba él mirando el móvil super guapo como siempre.

Abrí la puerta y Pedri se dio cuenta de mi presencia porque me miró y me sonrió.

-Hola-se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla sonriendo.

-Hola-le respondí también sonriendo.

-¿Vamos?-asenti.

Lo que curó la enfermedad [Pedri González]Where stories live. Discover now