N° 19

2.6K 70 0
                                    

No podía dejar de llorar. Me pasé toda la noche llorando. Más de una vez me intenté quitar el oxígeno portátil pero las enfermeras me lo ponían rápido. Hasta una de ellas se quedó a dormir conmigo.

Me trajeron el desayuno y desayuné tranquilamente. Había decidido que no merecía la pena llorar. Todavía seguíamos juntos aunque no me hablase.

-Hija-llegó mi madre y fue directa a abrazarme-. ¿Como estás?-levanté los hombros-. Me han dicho las enfermeras que has estado quitandote el oxígeno, ¿pasa algo?

Me quedé callada y las lágrimas volvieron. Mi madre me abrazó más fuerte.

-¿Que ha pasado mi niña?-preguntó-. Cuentamelo todo

-He discutido con Pedri-me salieron esas pocas palabras.

-¿Por qué?

-En la fiesta de Valeria me emborraché un poco y besé a un chico-cada vez lloraba más. Mi madre se quedó sin saber que decir-. No sabía lo que hacía mamá, había bebido bastante.

-Joder hija, ¿y lo habéis dejado?-negué.

-Por ahora no, pero seguro que me deja.

Dejamos ahí el tema. Mi madre me abrazó hasta que conseguí tranquilizarme.

Se pasó la mañana conmigo y por la tarde llegó Valeria ya que ella se tenía que ir a trabajar.

-Tia, ¿sabes que Pedri ya se ha vuelto a Madrid?-casi se me cae la boca al suelo.

-¿Que dices?-estaba flipando.

-Si, Alex ha ido hoy al aeropuerto a despedirse de su hermano que se va unos días a Italia y le ha visto.

Volví a ponerme a llorar. No entendía como todavía había agua en mi. De todo lo que había llorado...

-Tranquila que todo se va a solucionar-me abrazó.

Se pasó la tarde conmigo. Estuvimos dando una vuelta por los pasillos y merendamos en la cafetería aprovechando de que ya estaba mejor y podía moverme.

Llegó la noche y acabé de cenar. Me tumbé en la cama y cogí mi móvil para entretenerme un rato.

Estaba dudando en si escribir a Pedri o no. Creo que necesitaba una explicación de por qué se había ido sin avisarme.

Abrí su chat y lo vi en línea. Así que escribí su nombre y lo mandé. No se me ocurría que más ponerle.

Pedri...

Rápido lo vio. Rápido tuve su visto en mi mensaje.

Pasaron los minutos. Dos, tres... no contestaba. Me estaba empezando a poner muy nerviosa.

De repente el "en línea" cambió a un "escribiendo" el cual me hizo sonreir.

A partir de ahí ya poco tardó en llegarme su mensaje, el cual la sonrisa se fue.

Ya hablaremos cuando vuelva. Por ahora prefiero que no me llames

Las lágrimas amenazaron con salir pero fui fuerte y me contuve. Era consciente de que en algún momento iba a explotar e iba a ser peor.

Hice captura a los dos mensajes y se los mandé a Valeria.

Dejé el móvil y decidí irme a dormir y olvidarme de todo lo que había pasado en el día de hoy.

Mis ojos se cerraban y cuando conseguía dormirme el recuerdo de Pedri me venía a la cabeza y me despertaba de nuevo.

[...]

-Que bien que ya te tenemos en casita-mi amiga Valeria había venido a verme.

Hace dos horas que me habían dado el alta y acababa de llegar a casa.

Había pasado una semana desde que me dio el ataque de ansiedad lo que significaba que faltaba un día para que Pedri llegase de la capital española.

-¿Que tal te encuentras?-me preguntó mientras nos sentábamos las dos en mi cama.

-Bien-levanté los hombros-. Mañana viene-suspiré.

-Pues bien, así podéis hablar las cosas.

-No creo que quiera hablar conmigo, y lo entiendo perfectamente.

-No seas tonta e inténtalo. Mañana le escribes haber-me dijo.

-No ha querido saber nada de mí en este tiempo, ni aún sabiendo que estaba en el hospital mal por él-las lágrimas amenazaban con salir.

-¿Te digo una cosa?-asenti-. No debería pero te lo tengo que decir.

-Dimelo-la dije bastante nerviosa.

-Cuando Alex se encontró a Pedri en el hospital estuvieron hablando un buen rato y se dieron los números de teléfono. Desde ese momento Pedri le ha escrito todos los días preguntándole que qué tal estabas.

Mi cara debía de ser un cuadro. De verdad que me esperaba que me dijese de todo menos eso.

-¿Es verdad?-la pregunté bastante confusa.

-Si, es verdad. Pedri se ha estado preocupando por ti todo el tiempo-me salió una sonrisa sin yo quererlo.

Pasé la tarde con Valeria hasta que se tuvo que ir. Cené con mis padres, mi hermano y su novia y me subí a la cama a descansar.

A la mañana siguiente me desperté bastante temprano. Vi unos capítulos de la serie que me estaba viendo y después cogí el móvil y abrí instagram.

Pedri había subido una historia. Quería verla, pero a la vez me daba miedo por si me hacía daño.

La di. Mi dedo funcionó antes que mi cabeza. Tenía ganas de saber lo que había.

Por suerte solo había una foto suya diciendo que ya se volvía para Barcelona. Suspiré. Lo había pasado mal, para que mentir.

Le di like a la historia porque salía guapísimo y apagué el móvil. Bajé a desayunar porque ya había oído que alguien se había despertado.

Estaban mi hermano y su novia haciendo el desayuno.

-Buenos días-sonreí.

-Buenos días hermanita-mi hermano se acercó y me dio un beso en la cabeza-. ¿Que tal has dormido?

-Bastante bien, aunque me he despertado bastante temprano-les comenté.

-Te hemos oido-me dijo ahora Lucía.

-Que bien huele, ¿que estáis haciendo?-les pregunté mirando a la comida.

-Vamos a hacer tortitas, ¿quieres?-asenti.

Estábamos haciendo el tonto mientras que cocinabamos. La harina acabó en el suelo y tuvimos que recogerlo. Por lo menos habían quedado muy ricas.

-Laia-Lucia llamó mi atención y la miré-. ¿Quieres que nos vayamos tú y yo al centro comercial?

-Si-la contesté muy ilusionada.

-Pues venga, vamos a cambiarnos y nos vamos, que sino se nos hace tarde.

Me subí a mi habitación y me puse algo cómodo. Cuando acabé de prepararme bajé al salón donde estaba Lucía ya esperándome.

Montamos en su coche y fuimos al centro comercial a dar una vuelta por ahí.

-----------------------------------------------------------
Hasta el martes no puedo subiros el próximo capítulo

Espero que os esté gustando la historia ;)

Lo que curó la enfermedad [Pedri González]Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz