N° 27

2.7K 60 8
                                    

5 años después...

No dejo de toser. Miro a todos los lados y no sé dónde estoy. Tengo cables por todos lados. ¿Que está pasando?

Entraron muchísimos médicos por la puerta. Empezaron a quitarme cables y a hacerme cosas por todos los lados. Yo lo único que quería y necesitaba era una explicación.

Cuando se fueron todos vi entrar a una persona muy importante para mí. Mi madre.

-Laia-estaba llorando. Se acercó a mí y me abrazó.

-Mama, ¿que está pasando?-me extrañé.

-Has estado en coma cinco años cariño-me quedé en shock. Mi cara tenía que ser un cuadro sinceramente.

-¿Como?-no entendía nada

-Nos dijeron que habías muerto Laia. Me acaban de llamar de que habías despertado y he venido en cuanto he podido.

Me abracé a ella lo más fuerte que pude. Lo había pasado bastante mal por mi.

Entró el médico y me dijo que me podía ir a casa pero a la mínima que me encontrase mal que tenía que volver rápido.

Mi madre me ayudó a recoger todas mis cosas y las dos nos montamos en su coche para irnos a casa.

-¿Pedri? Quiero verle-dije alterada.

La sonrisa que había en la cara de mi madre se esfumó y me miró por el rabillo del ojo.

-Hace mucho que no hablamos con él-sinceró-. No sabemos cómo está ni que es de su vida.

-Pues voy a ir a su casa a darle una sorpresa-sonrei feliz sin saber lo que me iba a esperar.

Llegamos a casa y primero entró mi madre. Yo me quedé en la puerta intentando no hacer mucho ruido para que no me escuchasen.

-Es un poco raro pero es la realidad-empezó diciéndoles mi madre-. ¿A quien tienes muchísimas ganas de ver tu?-señaló a Víctor.

-A Laia-dijo con pena.

-Pasa-me avisó mi madre.

Las caras de mi padre y mi hermano fueron impresionantes. Víctor se levantó llorando y vino a abrazarme, mi padre, sin embargo, se quedó en shock sin poder reaccionar.

-Pero... no lo entiendo-Victor no dejaba de abrazarme.

-Me llamaron esta mañana del hospital diciéndome de que había despertado después de cinco años en coma-explicó mi madre y ahí fue cuando mi padre se levantó a darme un abrazo.

Estuve un rato con mis padres hasta que decidí que era hora de ir a ver a Pedri. Quería ver como iba a reaccionar.

Me llevó mi hermano y él se quedó en el coche. Salí y suspiré. Tenía muchas ganas de verle.

Llamé al timbre y me abrió una chica que no había visto nunca.

-¿Quien eres?-me preguntó bastante borde.

-Mm... ¿está Pedri?

-¿Quien es amor?-escuche una voz dentro de la casa y unos pasos acercándose. Pedri.

Cuando me vio se le cayó el vaso de agua al suelo. Menos mal que era de plástico, porque sino se habría hecho añicos.

-¿La... Laia?-tartamudeo y se acercó a donde estaba yo-. Pe... pero tú-me señaló con el dedo-, tu no estabas... ya sabes, ¿muerta?

-No me morí, solo me quedé en coma. He estado cinco años y acabo de despertar-le expliqué.

Se acercó a me abrazó. Le necesitaba muchísimo. Nos separamos y nos quedamos mirando. Acerqué mi cara y cuando fui a besarle se separó.

-¿Que haces intentando besar a mi novio?-la chica borde que me había abierto la puerta me empujó.

-¿Como que novio?-me extrañé.

-Emm...-Pedri se rascó la nuca-. Lo siento, pero me dijiste que si te ibas que rehiciese mi vida y pues es lo que he hecho.

-Ah vale-intenté mantener mi postura y que no se me notase que estaba mal-. No pasa nada-le sonreí.

-Lo siento-se acercó para cogerme la mano pero me separé.

Ni me despedí. Salí a la calle y cerré la puerta detrás de mí. Monté en el coche de mi hermano y me derrumbé a llorar.

-¿Que ha pasado?-puso una de sus manos en mi muslo izquierdo.

-Ahora te cuento, vámonos de aquí-sollocé.

Arrancó el coche y nos fuimos a mi casa. Aparcó delante de la puerta pero ni él ni yo nos bajamos.

-Cuentame-me abrazó y lloré en su hombro.

-¿Desde cuando se ha echado novia?-hablé como pude.

-¿Tiene novia?-abrio los ojos. Él tampoco tenía ni idea-. Joder Laia.

-Vamos para dentro por favor, quiero estar con vosotros-asintio.

-Vale, pero ni se te ocurra llorar, que no quiero que estés otra vez en el hospital-me quitó las lágrimas y entramos en casa.

Nos sentamos los cuatro en el sofá y vimos una peli todos juntos. Se notaba que lo habían pasado bastante mal por mi. Tenía miedo de que me volviese a pasar algo.

¿Y lo de Pedri? Pues no tenía pensado volver a hablar con él. Claro que no era culpa suya. Supuestamente yo estaba muerta y él había rehecho su vida como yo misma le pedí. Pero tampoco quería entrometerme en su relación, y que a lo mejor él ya no sentía nada por mi y me había olvidado. Aunque la chica me daba malas vibras le veía feliz y eso era lo único que quería para él.

Después de la película fui a ver a mi amiga Valeria. Ella si que lloró y no se separó de mi en todo el tiempo que estuvimos juntas. También lo había pasado bastante mal la pobre.

Se vino a dormir a mi casa y así que me pusiese un poco al día de todo. Para mi no había pasado ni un día, pero en verdad habían pasado cinco años y todo había cambiado.

Mi hermano ya no estaba con Lucía. Ella desde siempre quiso estudiar en Estados Unidos y por fin pudo cumplir su sueño. Empezaron intentando tener una relación a distancia que no consiguieron. Lo dejaron ahí y por ahora no les va mal a cada uno por separado.

A Lucia la tengo que agradecer muchisimas cosas. Me ayudó en las buenas, pero sobretodo en las malas.

-----------------------------------------------------------
Sé que es un poco surrealista, pero quería meterle algo de drama a la historia. Espero que os esté gustando. Mil gracias por todo el apoyo que le estáis dando a esta historia

Ya que estoy aquí vengo a hacer publicidad a mis otras historias

• "Todo aquello que no pensamos ser-Ferran Torres"

• "Tiempo al tiempo-Eric García"

"Historias jamás imaginadas": haré de los futbolistas que me pidais

Tengo otra historia en mente pero quiero acabarla entera antes de subirla, para no tener que haceros esperar tanto, por si me pasa algo, como con esta

Podéis seguirme en tik tok: hshshshsdhshshshs

Lo que curó la enfermedad [Pedri González]Where stories live. Discover now