Yes, I want

¿Estás nerviosa?

Me desperté por la noche, tenía frío, recordé que Tom me había dejado una sudadera a mi lado así que me giré para agarrarla y ponérmela.

Era negra y muy ancha, me la puse y era muy calentita por dentro, olía a él, ojalá poder oler eso todo el rato. Me tumbé de nuevo mirando hacia él.

No estaba tapado pero veía su piel erizada y tenía algún escalofrío de vez en cuando. Le tapé. Estaba mirando hacia arriba. Miré su perfil, su precioso perfil, con su nariz respingada y su mandíbula claramente notoria.

Sonreí al verle, porqué a veces tenía que ser tan gilipollas, y otras veces tan, tan sensible. Misterios de la vida, supongo.

Estaba cansada, pero no conseguía dormirme. Me giraba de un lado a otro buscando la posición perfecta para dormir, pero no lograba conciliar el sueño.

- Iré a beber un poco de agua. - Susurré hacia mí misma.

Me giré para irme. Tom, dormido, se giró hacia mi lado y puso un brazo encima de mí abrazándome. Cerré mis ojos con fuerza mientras le sujetaba la mano para quitarle el brazo de encima mío. Cerró la mano y la entrelazó con la mía, lo que faltaba.

Coloqué su brazo encima suya para poder irme pero lo volvió a colocar encima mía abrazándome.

- No te vayas, no me dejes solo. - Susurró quejándose.

Apreté mis ojos. - Ahora vengo. - Susurré apartándole de mí. Logré salir de la cama y me fui sin hacer ruido de la habitación.

Bajé las escaleras para dirigirme a la cocina.

Entré y había alguien dentro, encendí la luz, era Bill.

- ¡Ah!, ____________ qué haces aquí. - Comentó él.

- Shh cállate, que vas a despertar a todo el mundo. Venía a beber agua, ¿tú qué haces?. - Respondí.

- Es que tengo hambre. - Anunció mientras se reía. - Oye por cierto, ¿dónde estás durmiendo?, pensaba que te habías ido aunque no te ví salir.

- Mi ropa sigue mojada, dónde quieres que vaya en toalla. - Comenté evitando la primera pregunta.

- Mjm, ¿y dónde estás durmiendo dices?. - Preguntó de nuevo.

No respondí.

Me miró de arriba a abajo mirando la ropa que llevaba puesta. - ¡Estás durmiendo con Tom!. - Dijo en voz alta.

- ¡Shh!, ¿quieres callarte?, pareces un altavoz. - Respondí.

- Sí sí lo que tú quieras, pero tú estás durmiendo con mi hermano. - Comentó sonriendo.

- Que sí, que vale que estoy durmiendo con él, qué pasa. - Añadí mientras me servía un vaso de agua sin mirarle a él a la cara.

- Amoorr amoorr. - Comentó tarareando a mi alrededor.

- Qué amor ni que mierdas, solo me ha dejado algo para dormir y ya.

- Y su cama también te ha dejado. - Respondió.

Me froté la cara. - Me pones de los nervios, déjame en paz. Mañana por la mañana agarro mi ropa seca y me voy.

- Noo, quédate a desayunar con nosootros.

- No Bill, no quiero estar aquí todo el día, me siento mal.

- Como no te quedes te escondo la ropa para que no puedas irte. - Comentó.