¿Y si te pilla?

464 34 11
                                    

Pasaron unas horas.

Me desperté, me separé de Tom y miré la hora, las once y media.

Abrí los ojos sorprendida, no parecía que haya dormido tanto tiempo.

Desperté a Tom.

- Tom, despierta que ya es muy tarde. - Anuncié mientras le acariciaba la cara y hablaba en bajito para que no sea tan desagradable hablarle alto nada más despertarse.

- No quiero, quédate conmigo. - Respondió el chico abrazándome para seguir durmiendo.

Sonreí mientras le abrazaba. - Venga Tom, levántate.

El chico hizo un ruido sin abrir la boca indicando que se negaba a levantarse.

Puse mis brazos en su pecho y mis manos a los costados de su cara. Le dí pequeños besos por la zona de los labios y sus alrededores.

Tom sonrió y me abrazó por la cintura.

Alejé mi cara de él. - Bueno pues si tú no te levantas me voy yo, que además he quedado luego y me tengo que preparar.

- ¿Puedo ir?. - Preguntó Tom sonriendo.

- No, que luego me la lías.

- No la lío, solo protejo lo que es mío. - Contestó.

- Celoso.

- No soy celoso. - Respondió quejándose. Giré mi cabeza hacia un lado y me le quedé mirando de lado con las cejas levantadas. - Bueno, tal vez un poco, pero no puedo evitarlo, tampoco lo pienso cambiar.

- No lo cambies, me gusta, hasta cierto punto, cuando no me dejas ni hablar con mis amigos no. - Respondí.

- Tomo nota.

- Bueno venga, ¿bajamos?. - Pregunté.

- Vamos. - Respondió el chico dándome un pequeño beso en los labios.

Nos levantamos de la cama y bajamos las escaleras.

Vimos a los chicos.

- Buenos días. - Comenté.

- Hola. - Anunció Tom.

- Bonitas horas de levantarse. - Respondió Gustav.

- Hasta que os despertáis. - Comentó Georg.

- Os he hecho el desayuno, está en la cocina. - Anunció Bill.

- Gracias. - Respondí sonriendo mientras iba a la cocina.

Me senté y comencé a desayunar. Tom entró a la cocina y se puso a mi lado. Desayunamos sin hablar, era demasiado temprano como para mantener una conversación larga.

Terminamos y Tom recogió todo.

Salimos de la cocina y nos acercamos al sofá. Me senté en una esquina y el chico de rastas a mi lado. Miramos la televisión junto con los chicos.

Yes, I wantWhere stories live. Discover now