¿Sin mezcla?

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Bajé las escaleras y me fui directamente a la piscina, tenía que hablar con Gustav.

Me acerqué al chico y me senté a su lado en la tumbona. - A ver, Gustav, si yo os digo lo de París es para que lo mantengáis en secreto, porque se supone que sois mis amigos, mis hermanos, mi familia y puedo confiar en vosotros, pero ya me ha preguntado ________________ sobre si voy a hacer algo en París porque tú se lo has dicho, a la próxima que le digas algo de lo que te digo te corto la lengua, ¿lo entiendes?. - Comenté yo con mi brazo encima de los hombros del chico enfadado.

Bill y Georg no dijeron nada, simplemente nos miraban con miedo y con compasión por Gustav.

- ¿Entendido?. - Repetí yo al no escuchar ninguna respuesta.

- Sí sí Tom, lo siento, no volverá a pasar jamás te lo juro. - Contestó él chico con miedo.

- Más te vale. - Me levanté. - Sino ya sabes lo que te toca. - Caminé dentro de la casa.

- ¡Te lo hemos dicho!.

- Eres tonto.

Escuché anunciar a mi hermano y a Georg.

Me senté en el sofá para esperar a la chica.
Estuve unos minutos esperando hasta que decidí subir para ver porqué tardaba tanto.

Caminé escaleras arriba y llegué a su puerta. Toqué un par de veces y entré en la habitación sin esperar una respuesta. Ví a la chica tocar la guitarra con el bikini puesto encima de la cama.

- Tom te lo juro que era lo único que tenía que repasar. - Comentó la chica negando con la cabeza.

- Deja ya la guitarra por el amor de Dios. - Respondí yo acercándome a ella todo lo rápido que podía y agarrando la guitarra por el mástil. Se la quité de las manos y la puse encima de la cama.

- Noo por favor solo un poco más y ya. - Anunció ella intentando agarrarla de nuevo.

- No claro que no. - Agarré su muñeca y la estiré hacia mí. Me agaché y la levanté como un saco de patatas. - Vamos a la piscina.

- ¡Tom espera!, ¡que solo me falta una cosa!, ¡es muy corta te lo juro!. - Gritó la chica intentando agarrarse a la pareces y puertas a medida que iba saliendo de la habitación.

Solo negué con la cabeza y sonriendo aunque sabía que ella no podía verme.

Se rió. - Tus rastas me hacen cosquillas, bájame.

Comencé a negar con la cabeza aposta para hacerle más cosquillas.

Ella se rió más fuerte. - ¡Tom tío bájame!. - Informaba mientras se reía.

- No quiero. - Respondí yo entrando al jardín donde estaban todos.

Caminé a una tumbona y tumbé a la chica con delicadeza encima de esta.

Me agarró la cara y me besó.
Después de unos segundos nos separamos y la chica se puso las gafas de sol sonriendo.

- Como te vea saliendo del jardín para ir a tocar la guitarra de nuevo verás. - Comenté yo caminando hacia la piscina.

- Que no voy a hacer naada. - Respondió la chica sonriendo.

- Más te vale. - Anuncié por última vez en el borde de la piscina.

Escuché cómo la chica se rió, sonreí al escucharla y me tiré al agua.

Mojé a Bill y a Georg y cuando salí a la superficie me comenzaron a gritar y a salpicar mucha agua. Me reí y les continúe mojando también.

Yes, I wantWhere stories live. Discover now