Suéltame

530 48 4
                                    

Me giré y le miré sonriendo, él también lo hizo y de repente, Gustav y Georg se le tiraron encima, metiéndole de un golpe debajo del agua. Me sorprendí del susto y me reí al verlos.

Tom salió del agua con rapidez. - ¡Os voy a ahogar a los dos!. - Anunció Tom mientras seguía a los chicos nadando todo lo rápido que ponía.

Georg salió un momento y pidió unas pizzas a domicilio para cenar.

Paso un rato. Se hacía de noche.

- Chicos me lo estoy pasando muy bien pero tengo que volver a mi casa, tal vez mi madre esté preocupada. - Mentí, ojalá fuera así, pero desde la muerte de mi padre y de mi hermano no ha querido saber nada de mí. Me culpaba todos los días de sus muertes. Dejó su trabajo, comenzó a drogarse y a beber, nos manteníamos del dinero que nos mandaba la abuela. Le comencé a dar igual desde que era una niña, no le importa lo que haga, ni lo que piense, ni nada, probablemente, antes me prefiere muerta.

- ¿Tu madre?, venga _________ por favor, por lo menos pon una excusa creíble. - Añadió Bill. Miré hacia abajo, tenía razón, a mi madre le daba igual.

- ¿Oye y porqué no vienes a vivir con nosotros?. - Comentó Gustav.

Cogí aire para nergarme pero los chicos respondieron antes que yo.

- ¡Sí, sería una gran idea!, todo sería más fácil. - Anunció Georg sonriendo.

- Estaría bien chicos pero... no sé, no me convence. - Respondí.

- Por favor __________, quédate con nosotros. Necesitamos una chica en la casa, un poco de ambiente femenino no le viene mal a nadie, ¿verdad chicos?. - Preguntó Tom.

Todos se negaron sonriendo.

Me giré a ver a Tom. Me sonrió mientras se apoyaba en el bordillo dentro de la piscina.

- Bueno vale. - Anuncie sonriendo, tenía muchas ganas de quedarme, había muchos puntos a mi favor para hacerlo, pero lógicamente no iba a ser una idea que iba a salir principalmente por mi boca.

- Bieen. - Comentaron mientras me venían a abrazar.

- Mañana te ayudo a recoger las cosas de tu casa, ¿quieres?. - Preguntó Tom.

- Sí claro, estaría bien, gracias. - Respondí.

- ¡Vayamos todos!. - Añadió Gustav sonriendo.

Georg y Bill le miraron serios y con los ojos abiertos como platos mientras hacían movimientos con la cabeza señalándonos a Tom y a mí.

- O mejor ir vosotros solos. - Volvió a comentar el chico nervioso.

Nos reímos.

Alguien tocó el timbre.

- Voy yo. - Anunció Georg.

- Yo pondré música. - Dijo Bill.

Ambos salieron del agua, Bill puso música y se volvió a meter de un salto a la piscina, Georg se fue dentro de la casa para abrir la puerta.

Alguien preguntaba por mí, se me hacía familiar esa voz.

Tom se acercó a mí y me sujetó las manos para bailar juntos.

Ignoré lo de la voz, y agarré las manos de Tom para bailar.

De repente entró alguien al jardín trasero con prisa y buscando a alguien con la mirada.

Me giré para verle, ¿mi ex?. - ¿Hugo?, ¿qué haces aquí?. - Pregunté seria soltando las manos de Tom.

Georg entró al jardín. - No pude detenerle lo siento, me empujó y entró corriendo a la casa buscándote.

Yes, I wantWhere stories live. Discover now