Eres tonto

194 19 1
                                    

Abrió la maleta y sacó un pijama, se lo puso y se tiró a la cama resoplando e indicando lo cansada que estaba.

Puse mi maleta en un lado y me quité la ropa quedándome en calzoncillos. Me tumbé a su lado de un bote.

- Encima me duele el cuello de haberme dormido mal en el avión. - Anunció la chica frotándose el cuello y haciendo una cara de dolor.

- ¿Quieres que te haga un masaje?. - Pregunté mirándola.

- Si no estás muy cansado vale. - Respondió ella.

Me senté y me puse a su lado. La chica se tumbó boca abajo y cerró sus ojos colocándose su pelo hacia un lado.

Conduje mis manos hacia su espalda y las coloqué delicadamente entre sus hombros y su cuello. Comencé a masajear la zona con una ligera fuerza.
Después de un rato, bajé mis manos haciendo presión por donde las iba manejando.

- Uff qué gusto por favor. - Anunció la chica.

Sonreí y continúe con el masaje. Iba haciendo pequeños pellizcos indoloros por toda su espalda.

Pasaron unos cuantos minutos.

- Ya está con eso es suficiente, muchas gracias Tom. - Comentó la chica dándose la vuelta y dándome un beso. - ¿Quieres que te haga yo a tí un masaje también?.

Me quedé pensando un segundo. - No hace falta, pero gracias igual. - Sonreí.

- Valep, pues buenas noches Tom. - Respondió sonriendo y dándome un beso.

- Buenas noches muñeca, descansa.

- Igualmente.

Nos tumbamos en la cama y nos mentimos dentro de esta tapándonos solamente hasta la cadera.

Después de un rato logramos dormirnos.

Nos despertamos a la mañana siguiente a las nueve de la mañana.

Resoplamos mientras nos levantábamos. Nos aseamos y cambiamos. Salimos de la habilitación y saludamos a los chicos.

Bajamos el ascensor con dos guardaespaldas mientras nosotros hablábamos de chorradas. Al llegar abajo salimos y caminamos hacia el comedor. Nos gustaba bajar porque así podíamos comer más de todo lo que quisiéramos.

Comenzamos a pillar mucha comida y a ponerla en un montón de platos. La llevamos a nuestra mesa y comenzamos a comer.

- Dios esto sí que está bueno y no lo que cocinas tú por las mañanas. - Comenté vacilando a mi hermano.

- Gracias Tom eres muy amable, te va a cocinar ahora por las mañanas quien yo te voy a decir. - Respondió él mirándome con cara de asco.

Todos nos reímos.
Continuamos desayunando.

- ¿Qué hacemos hoy?. - Preguntó _________________.

- Tenemos que ir al escenario y pasar ahí todo el día para comprobar que todo funciona bien, las posiciones y el espacio y todo eso. Parece que no, pero dura todo el día. - Contestó Bill.

La chica asintió. Terminamos de comer y subimos a nuestras habitaciones para asearnos. Al terminar, salimos de las habitaciones y bajamos en el ascensor. Salimos del hotel y nos subimos en el autobús.

Nos acompañaron cuatro guardaespaldas, la calle estaba repleta de gente gritando.

Pasamos de largo mientras sonreíamos a todos y subimos en el autobús con rapidez.

Yes, I wantDonde viven las historias. Descúbrelo ahora