¿Quién eres?

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Abrí completamente los ojos, por un momento pensaba que estaba soñando así que me los froté con las manos y volví a mirarle a él, seguía ahí.

- ¿Tom?. - Pregunté confusa.

- Vengo a que me expliques lo que pasó. - Anunció el chico serio.

Agarré aire y asentí. - Pasa. - Me aparté de la entrada y caminó dentro de mí habitación. Entró y se sentó en mi cama.

Cerré la puerta y me senté a su lado. Respiré hondo. Hablar seriamente me ponía muy nerviosa y casi siempre me solía pasar que la cagaba por soltar cosas de más. - Verás, Joel es una persona muy intensa, pesada y le da igual machacar a la gente con tal de conseguir lo que quiere. Antes fui a la cocina y después de un rato entró Joel, me preguntó si quería ayuda, le dije que no y que se fuera porque podía sola pero me siguió insistiendo, le grité que se fuera y me dijo que no se iría sin hacer algo antes, se acercó a mí y me besó. Te juro por mi vida que no pasaron ni dos segundos hasta que me separé, y me comencé a limpiar la boca con las manos y a gritarle, él aprovechó la situación de que apareciste en la cocina y te comenzó a decir pues... bueno, todo lo que tú ya sabes, cosas que eran mentira. Pero Tom, te juro que yo no quería y que todo ha sido un malentendido.

Tom respiró profundo. - Te creo _____________, en ese momento me enfadé porque no entendía nada y Joel no dejaba de llenarme la cabeza de todas esas mierdas que me estaba contando, pero luego estuve pensando en mi habitación y... la persona que primero tengo que escuchar y creer es a tí, no lo que me diga un gilipollas cualquiera, perdóname por haberme portado así contigo. - Respondió con la miraba baja.

Levanté su cara poniendo la yema de mis dedos en su barbilla haciendo que me mire a los ojos. - Tú no tienes que pedir perdón por nada Tom, tú no has hecho nada.

- Bueno... no te quería escuchar y te traté mal cuando viniste a mi cuarto, además de que tú me has estado trayendo la comida todo este rato, gracias por eso. - Añadió con una pequeña sonrisa.

- No es nada, no quería que te quedases con hambre a pesar de que estuvieses enfadado conmigo. - Respondí sonriendo también.

- Eres demasiado buena ____________.

Solté una pequeña risa. - Gracias.

El chico se acercó más a mí sentándose a mi lado y me sujetó la nuca atrayéndome a él. Me besó con delicadeza. Me alegraba ese beso, para mí quería decir las paces entre nosotros. Continúe besándole, acaricié su cara con mi mano contaria a la suya.

Estuvimos así un rato, hasta que el chico comenzó a acariciarme la cintura, se me erizó al instante la piel al sentir su mano encima de mi camisa tocándome. Puse mi otra mano en su nuca haciéndole pequeñas caricias.

El chico sujetó mi cintura con sus dos manos, me atrajo hacia él y comenzó a levantarme lentamente, me dirigía encima de sus piernas. Accedí y le ayudé para que me dirigiese. Me puso encima de él y se sentó un poco más hacia atrás en la cama.

Yo con mis manos acariciaba su cara y detrás de su cuello, él por su parte acariciaba mi espalda subiendo sus manos de arriba hacia abajo. Bajó sus manos más de lo que normalmente estaba haciendo y la puso encima de mis glúteos. Comenzó a apretar ligeramente esa zona y a empujarme con delicadeza hacia él apretando su cuerpo contra el mío.

Dejó de besarme y comenzó a darme pequeños picos desde mi boca hasta mi cuello. Comenzó a besar mi cuello, haciendo pequeñas succiones de vez en cuando. Abrí mi boca dejando escapar un poco de aire y algunos pequeños gemidos por el placer que me daba que hiciera eso. Sentí cómo soltó una risa coqueta y continuó besándome el cuello.

Yes, I wantWhere stories live. Discover now