Capítulo 3: "Recolectar"

35 2 0
                                    

    -Bien, pues si ya está todo arreglado vamos al comedor, tengo hambre...-Dijo Rubén un tanto impaciente-

   -Espera, no vamos a comer a lo loco, si todos están enfermos habrá que racionar la comida para que dure lo máximo posible -Dijo Vanesa un tanto preocupada-

   -Está bien... Lo que digáis -Respondió Rubén de mala gana-

Llegaron al comedor, todo estaba impoluto, con algo de miedo los alumnos avanzaban, miraban a su alrededor pendientes de cualquier peligro que les pudiera perjudicar:

    -Bien, id con cuidado, cualquier cosa gritad, no vayáis solos, coged todas las latas y comida que encontréis, en 15 minutos aquí -Dijo Philip-

    -No se quién te ha puesto al mando pero vale... -Dijo Alejandro-

    -¿Qué más da? Por lo menos tiene un plan ¿No? Pues manos a la obra -Dijo Bruna guiñándole un ojo a Philip demostrando complicidad-

Philip sonrió, Bruna era la novia de uno de sus mejores amigos, ella era muy buena chica, siempre se esforzaba por sacar una sonrisa en el rostro de todo el mundo, se le acercó un poco:

    -Ven, hablemos un momento

    -Dime ¿Que pasa Bruna? -Preguntó Philip muy curioso-

    -Verás... Como bien sabrás Cristian vendrá aquí, confío en que vendrá

    -Ya... Caníbales por todas partes y crees que tu novio vendrá... Tiene sentido -Dijo Philip sarcásticamente-

    -Vendrá, le quiero y él a mí, estoy segura que él haría cualquier cosa por mí, y yo por él también haría cualquier cosa...

    -Ya... Y todo esto me lo cuentas porque... -Decía Philip mientras gesticulaba con las manos animando a Bruna a continuar-

    -Necesito que alguien le abra la puerta y pueda entrar...

    -No se cuanta comida tenemos

    -Compartiremos mi ración entre él y yo

    -No se cuántos de esos seres hay...

    -No tienes que ir solo

    -¿Y si no sale bien?

    -Philip, si no quieres hacerlo, dilo, eso es todo, creía que podía contar contigo...

    -Yo...

Entonces una voz se escuchó a lo lejos "Hey, 15 minutos, venid, ya".

    -No me jodas -Decía Rubén con una sonrisa de oreja a oreja- Hay comida para semanas

    -Ya veremos como la distribuimos -Dijo Lydia-

    -Chicos, perdón por interrumpir, pero tengo algo que hacer fuera, si alguien quiere venir...

La cara de Bruna se iluminó, sus ojos brillaban de alegría al escuchar a Philip aceptar salir ahí fuera.

    -¿Qué tienes que hacer? -Preguntó Nuria un tanto curiosa-

    -Se que es peligroso, pero necesito a un par de vosotros para que entre una persona muy importante...

    -¿Se puede saber quién es? -Preguntó Candela-

    -Es mi novio -Dijo Bruna con voz firme-

    -Me apunto -Dijo Alejandro levantando la mano -Eso sí, yo solo abro y cierro la puerta-

    -Cuenta conmigo Philip, ya hemos tratado con enfermos antes -Dijo Raúl dándose un golpe en el pecho-

    -Gracias, sabía que podía contar con vosotros -Dijo Philip con una gran sonrisa-

    -Yo vigilaré por si viene, vosotros asegurad el edificio, quisiera poder dormir bien esta noche -Dijo María José-

Philip, Raúl y Alejandro salieron del comedor y fueron al primer piso, allí escucharon algunos gritos en clase, habían unos cuantos caníbales, unos cuantos alumnos de la única clase que quedaba en el colegio salieron corriendo con mucho miedo.

    -Este ruido no puede ser bueno -Dijo Raúl-

    -Yo los distraigo, Raúl, llévales al comedor, Philip tiene el palo ese de escoba, nos las apañaremos.

Raúl miró a Philip, este tragó saliva y le asintió con mucha determinación, Raúl se fue con los demás estudiantes.

    -Alejandro ¿Cuántos hay?

    -Puede que 4, tal vez más...

    -Vale, a por ellos, no hay otra opción

Alejandro abrió la puerta de aquella clase, miró a Philip y se puso a gritar para llamar la atención de los caníbales, se burlaba de ellos.

    -No parecen muy rápidos la verdad, y por lo que se ve tampoco son muy inteligentes ¿No crees?

    -Ponles la zancadilla, así serán más fáciles de destrozar

Alejandro fue tumbando a patadas a todos los enfermos, fueron cayendo, y Philip golpeaba con todas sus fuerzas, pero aquellos seres se seguían levantando, entonces recordó que cuando se defendió de uno de ellos le atravesó el cráneo...

Tomó aire, y le dio un golpe en la cara a un caníbal, Alejandro seguía distrayendo, y Philip atravesó la cabeza de aquella criatura, poco a poco esta dejó de moverse hasta quedarse quieta del todo.

    -¿Cómo vas? Estos cabrones me van a pillar -Decía Alejandro mientras se defendía desesperado con una silla-

    -Empuja muy fuerte, yo me encargo

Alejandro los empujó con todas sus fuerzas, los 3 cayeron al suelo, y Philip atravesó los cráneos de los 3 rápidamente, mientras recuperaba el aliento Alejandro le miraba un poco asustado:

    -No me mires así, o ellos o tú, están enfermos ¿No es así?

    -Si... Gracias, de verdad, buen trabajo, poco más y acabo como ellos -Decía mientras le tendía la mano-

Philip estrechó su mano con firmeza, Philip miró rápidamente hacia atrás:

    -Shh, silencio, escucho algo -Dijo Philip susurrando-

Aquel silencio se rompía con unos pasos lentos y pesados que poco a poco se aproximaban a Philip y Alejandro, cada uno se puso a un lado de la puerta, cada segundo que pasaba era una agonizante, al final no aguantaron y se asomaron para saciar su curiosidad...


    -


Los mordedoresWhere stories live. Discover now