Capítulo 8: "La vida"

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Le miraron atónitos, en el brazo tenía una venda que cubría una zona plagada de rojo, el hombre se quedó mirándoles:

    -No, no es lo que pensáis, es un corte, nada más, os lo prometo

    -¿Te importaría enseñarme ese corte? -Dijo Philip-

    -Es un poco reciente, no creo que te guste mucho verlo -Dijo el hombre evitando la mirada-

    -He visto cosas peores, de modo que lo repetiré una vez más ¿Puedes quitarte el vendaje y enseñarnos ese corte? 

El hombre accedió a quitarse el vendaje, se fue quitando las vendas poco a poco, a cada segundo que pasaba el tono rojo iba aumentando, tras unos segundos en los que Alejandro, Rubén y Raúl miraban tensos aquella escena el hombre se deshizo del vendaje, y en su brazo no tenía otra cosa que un mordisco, y por lo que se veía ese mordisco era reciente.

    -Un corte ¿Verdad? -Dijo Philip-

    -¿Esto? Ha sido mi mujer, está enferma y la llevaba al hospital, entonces me mordió

    -¿No sabes lo que te va a pasar?

    -No ¿Qué se supone que debería saber? -Preguntó un tanto asustado aquel hombre-

    -Vale, te lo diré, pero primero tengo que saber si llevas algún arma -Dijo Philip tratando de calmarle-

    -No, no llevo un arma ¿Quién necesita un arma?

    -¿Seguro? Porque antes habías dicho que era un corte y era un mordisco...

El hombre se puso algo nervioso, y con voz temblorosa confesó:

    -Si, tengo esto -Dijo mientras le tiraba un cuchillo al suelo- Nada más, lo juro

Philip se quedó mirando aquel cuchillo "No me jodas que es el mismo que..."

    -¿Dónde está tu mujer? 

    -Estaba enferma, de modo que... Bueno, ya sabes...

    -Lo siento, coge a tu hija, llevaos estas latas, las necesitáis más que nosotros

    -Gracias, de verdad, no se como agradecéroslo

    -No te preocupes -Dijo Philip con una sonrisa en el rostro- Todos tenemos lo que nos merecemos

Aquel hombre se marchó con su hija, y cuando salieron del supermercado Philip avanzó escondiéndose:

    -¿A dónde vas? -Le preguntó Rubén-

    -Estoy seguro que ese hombre miente en algo.

    -Danos unos segundos, adelántate si quieres, ahora te pillamos

El hombre metió a su hija en el asiento del copiloto, Philip vio a una sombra moviéndose, y un bulto a su lado, mientras aquel señor estaba ocupado metiendo cosas en el maletero Philip se fijó que dentro estaba Claudia, y al lado estaba la mujer de aquel hombre, ya era caníbal, pero estaba atada, de modo que no podía dañar a Claudia de ninguna forma, Philip se quedó algo sorprendido al verla allí atada y amordazada. 

Ella comenzó a moverse de manera inquieta, cuando Philip se giró vio al hombre detrás de él, y se llevó un fuerte puñetazo en la cara, el golpe fue tan fuerte que a Philip se le cayeron las gafas, aquel hombre continuó su ataque, golpeando a Philip en la cara una y otra vez, este sacó fuerzas de flaqueza y le dio un cabezazo en la nariz, el cual aturdió un poco a su agresor, Philip aprovechó aquellos gloriosos segundos para lanzarse desesperadamente a por sus gafas, en el momento que se las puso le vio delante de él, con la mano en la nariz.

En ese momento aparecieron Alejandro, Rubén y Raúl, se pusieron al lado de Philip, y Alejandro, que era un chico que golpeaba antes de preguntar se fue directo a por aquel hombre propinándole un fortísimo puñetazo en el estómago, Rubén se le tiró a la espalda para conseguir desequilibrarle.

Raúl se lanzó hacia él, pero le frenó en seco dándole un puñetazo, se quitó a Rubén lanzándole contra Raúl, y a Alejandro le metió un patada en la boca que le dejó medio KO, cuando aquel hombre se acercó a Alejandro, el cual estaba que no se podía ni levantar Philip sacó su pistola y sin dudarlo ni un segundo le disparó en la pierna, a pesar del dolor aquel hombre pegó un golpe y a Philip se le cayó la pistola.

El hombre cogió a Philip y le estampó la cabeza contra el cristal del coche, lo hizo tan fuerte que lo rompió, aquel hombre empujaba a Philip hacia dentro, la mujer de aquel hombre intentaba morder a Philip, este hacía toda la fuerza que podía, pero no era suficiente, entonces se le ocurrió una brillante idea, le pegó una patada en la entrepierna, esto hizo que su oponente perdiera toda la fuerza e golpe, Philip cambió las tornas y fue él el que le empujó hacia su mujer, esta comenzó a moverse violentamente, rompió las cuerdas y agarró a aquel hombre mordiéndole la yugular, aquel hombre pataleaba y gritaba de dolor, Philip aprovechó para sacar de allí a Claudia, cerró la puerta del coche,  miró a sus compañeros, en ese momento lo comprendió.

"Matas y mueres, o mueres y matas"

Los mordedoresWhere stories live. Discover now