Capítulo 26: "Calor"

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Tras un rato de búsqueda Philip desistió, la idea de hacer fuego era buena, pero no tenía ni idea de cómo crearlo, lo intentó con palos, con rocas, pero nada daba resultado, del cielo caían gotas de agua, aquella agua no solo apagó las chispas que Philip creaba, también las fuerzas que le abandonaban.

    -Está empezando a llover, deberíamos movernos, vamos

    -Vale, te sigo -Respondió Zoe-

Philip y ella caminaron río arriba, el único lugar que parecía seguro era la casa que habían registrado, la noche apenas permitía ver nada, Zoe estaba a su lado, él estaba muerto de miedo, pero aún así continuó con paso firme, apenas miraba hacia atrás, continuaron caminando durante unos 15 minutos, una pequeña montaña de barro parecía un buen lugar para atajar el camino, la casa estaba al otro lado, y rodear aquello les llevaría mucho tiempo.

    -Voy yo primero, espera aquí

Zoe asintió, Philip caminó sobre aquella tierra mojada, las zapatillas se le hundían por completo, con un esfuerzo muy grande continuaba avanzando, en vez de barro parecía cemento, un cemento que se pegaba por completo a sus pies, Philip tuvo que hacer uso de sus brazos para sacar la pierna del barro, pero al hacerlo un gran trozo de tierra cayó unos metros más abajo, esto desestabilizó el suelo que estaba pisando Philip, y este cayó por la pequeña ladera hacia abajo.

Philip rodó por todo el lodo, al terminar de caer se dio un fortísimo golpe en el brazo, abrió los ojos y lo veía todo borroso, comenzó a buscar sus gafas desesperadamente, Zoe comenzó a gritarle, pero Philip estaba demasiado ocupado buscando sus gafas, tras unos agonizantes segundos dio con sus preciadas gafas, pero en cuanto se las puso vio a varios mordedores avanzando hacia él, uno de ellos se le abalanzó.

Philip intentaba contenerlo, miraba rápidamente hacia todos lados buscando algo, y por fin lo encontró, un golpe con un palo de madera sirvió para quitarse a ese mordedor de encima, y se lanzó a por el resto, pero aquel ímpetu desapareció enseguida, él era uno, y ellos... Probablemente había más de una docena, optó por una técnica más inteligente, huir, comenzó a correr sobre la colina de barro, el suelo resbalaba muchísimo, los mordedores se acercaban a él, uno de ellos le agarró de la pierna, Philip comenzó a pegarle con la otra pierna para liberar su pierna de aquel agarre.

Tras un par de golpe el agarre cesó, con la respiración extenuada y el corazón acelerado consiguió volver arriba, Zoe estaba allí esperándole.

    -¿Estás bien?

    -Casi me da un infarto ahí abajo, pero bueno, aquí estoy, solo quiero tener un techo esta noche

    -Cuando estés preparado vamos, tómate unos segundos

    -Vamos, estoy listo

    -¿Ya? Pero si no has descansado ni nada, está jadeando todavía

    -¿Yo? Por favor, solo estoy calentando, te retaría a una carrera y todo

    -Te vas a enterar pobre, a la de tres

    -Uno... Dos...

    -Tres

Zoe salió corriendo rápidamente:

    -Has hecho trampa, que cabrona, no para, hay que joderse... Allá voy

Philip pegó un sprint, tras una corta carrera ambos llegaron a la casa a la vez, abrieron la puerta y se metieron al salón, Philip movió un par de muebles para atascar las puertas, tras unos minutos de calma consiguió encender la hoguera, tanto Zoe como Philip se sentaron al lado del fuego, Philip se quitó la camiseta y la dejó al lado del fuego para que se secase:

    -Deberías intentar dormir un poco Zoe

    -Se me hace difícil con la ropa mojada

    -Pues quítatela

    -Sí, claro, para que me veas, menudo pervertido

    -Prometo que no miraré

    -Ya, seguro

    -En fin...

Philip se giró dándole la espalda, al cabo de unos minutos Philip vio la chaqueta y la camiseta al lado de la hoguera, y tras un rato más largo vio el sujetador ahí tirado:

    -Ni se te ocurra girarte, como lo hagas te juro que te mato

Philip tragó saliva:

    -Vamos a intentar dormir un poco -Dijo Tumbándose-

    -Boca arriba no, mira hacia el otro lado

    -Está bien...

Zoe le abrazó por espalda

    -¿Qué haces?

    -Asegurarme de que no te giras

Philip notaba los pechos de Zoe en su espalda, aquella situación era muy incómoda, pero a la vez agradable, tenían un tacto, una suavidad...

    -Tu... Cuerpo está muy caliente, y la excusa de la hoguera no me sirve

Philip no contestó, tenía mucha vergüenza, se limitó a cerrar los ojos intentando conciliar el sueño.

    -Como esa cosa tuya se ponga dura eres hombre muerto ¿Te queda claro?

    -Que si... Ahora a dormir

Aquella noche la norma de los 5 pasos se incumplió por completo, de vez en cuando Zoe apretaba con sus brazos el cuerpo de Philip, este se limitaba a acariciarle el pelo, al verla dormir plácidamente este se quedó embobado, le retiró el flequillo del rostro, hasta ahora no se había fijado en lo guapa que era Zoe, tras observarla durante un rato decidió que era mejor girarse de nuevo, sintió un calor, estaba seguro que no eran los pechos de Zoe, ese calor era calor humano, iba más allá del mero contacto físico, hacía tiempo que no se sentía así, se sentía... Feliz.


Los mordedoresWhere stories live. Discover now