Los mordedores

Capítulo 31: "La bolsa"

Día  134

Al día siguiente Philip se encontraba mirando el reloj, le debía su vida a Zoe, gracias a esa distracción pudo vivir, Philip se planteó varias preguntas:

"¿Merecía estar vivo?" "¿Valía la pena vivir?" "¿Era todo una pesadilla?" "¿Podría todo volver a ser como antes?"

    -Yo digo que sí a las cuatro preguntas 

    -Sandra ¿Cómo has entrado?

    -Toqué la puerta, me quedé mirándote un rato, pero estabas tan concentrado mirando el reloj que ni te has enterado de que estaba aquí -Decía riéndose-

    -Lo... Lo siento, ¿Querías algo?

    -Ah, pues ahora que lo dices... Las preguntas que te hacías, creo que si merece la pena vivir, esto tiene que ser una pesadilla, y creo que todo volverá a ser como antes -Respondió con una amplia sonrisa-

    -¿Cómo estás tan segura?

    -Intuición femenina -Dijo sonriendo-

La sonrisa de aquella chica... Era sincera, ella creía en lo que decía, todo iba a estar bien, se la veía tan segura...

    -Tienes razón, hay que luchar para que todo vuelva a ser como antes, recuperaremos lo que es nuestro -Dijo Philip mientras apretaba el reloj-

    -¿Se te ha roto? Déjame que lo mire un momento 

Philip le entregó el reloj algo desconfiado, Sandra comenzó a girar engranajes, y apretar botones, tras unos segundos se escuchó un pequeño "Click", Sandra esbozó una sonrisa, y le dijo:

    -Es un mecanismo bastante complicado ¿Tienes idea de quién te ha dado este reloj?

    -Me lo dio Raúl, dijo que era de parte de una chica, pero no tengo ni idea

    -Una admiradora tal vez

    -¿Una admiradora? No me hagas reír anda...

    -Tienes muchas cosas buenas, de verdad, yo...

    -Vale, vale, que me voy a sonrojar con tanto piropo -Interrumpió Philip riéndose-

    -Es la verdad...

    -Lo que tú digas... Tengo cosas que hacer, si tienes tiempo me encantaría hablar contigo después

    -¿Iremos a dar una vuelta?

    -Claro, daremos una vuelta por esta chatarrería, y comeremos comida en lata ¿Te parece bien?

    -¿E-Es una cita?

    -Si te lo quieres tomar así, lo que tu veas, pasaré a recogerte a las 8, por cierto ¿En qué casa vives?

    -En la de Carver, soy la que se encarga del hogar, estoy allí interna

    -Bueno, pues nos vemos a las 8, hasta luego -Dijo Philip despidiéndose-