Capítulo 40: "Semillas"

10 1 0
                                    

Día 145

Philip se despertó sin ganas de levantarse de la cama, tras unos minutos de mirar el techo decidió levantarse, se puso las gafas, uno de los cristales estaba roto, pero ya no lo necesitaba, fue al baño y se quitó la gasa que le cubría el ojo, miró el espejo.

"Joder, que asco" -Pensó mientras se pasaba el dedo con suavidad por encima-

    -Si lo miras con paciencia no da tanto asco 

    -¿Qué haces aquí Zoe?

    -Íbamos a salir a buscar cosas, me preguntaba si te apetecería venir...

    -Lo siento... No... No me apetece salir, voy a estar una temporada sin salir

    -Oh pues... ¿Esta noche estás libre? -Dijo tocándose el brazo algo nerviosa-

    -Estaré ocupado -Respondió Philip desviando la mirada-

    -Entiendo... ¿Va todo bien? Ya sabes, entre tú y yo...

    -Va todo bien, de verdad, Zoe... Antes estaba con Neah, antes de conocerte, pero ya no siento lo mismo por ella, se ha muerto Raúl, estoy...

    -Tranquilo, solo quiero que estés bien ¿Vale? -Dijo mientras le abrazaba-

    -Yo también quiero que estés bien Zoe, no quiero que te preocupes por mí ¿Vale ricachona?

    -¿Yo? ¿Preocuparme por un pobre? Por favor no me hagas reír... -Dijo poniendo voz burlona mientras se reía-

    -Ten cuidado, si te pasase algo...

    -Siempre me cuido, lo aprendí de ti, ve con calma, intenta relajar y disfrutar de lo que has construido aquí, porque es impresionante, la gente, el buen ambiente... Que envidia -Dijo suspirando-

    -No tienes que tener envidia, ahora tú formas parte de esto, ahora mismo eres una más en la familia -Respondió Philip tendiendo la mano-

Ella se acercó a él, cogió su antebrazo, y él el de ella, Zoe acortó distancia, pero Philip retrocedió un paso algo evasivo:

    -Tengo cosas que hacer, cuídate ahí fuera Zoe

Philip se marchó, Zoe se quedó mirándole sin comprender lo que acababa de pasar, le acababa de negar un beso, aquello... Aquello le sorprendió tanto que fue incapaz de moverse hasta que su grupo la sacó del trance.

Philip cogió unas herramientas y comenzó a trabajar en el huerto, al cabo de unas horas de intenso trabajo Daniela y Paula se acercaron a él:

    -Toma -Dijo Paula extiendo un vaso- Daniela me ha dicho que estabas trabajando duro, he pensado que te haría falta beber algo de agua

    -Gracias -Respondió Philip con tono amable- Necesitaba beber algo

    -Philip, deberías usar estas lentillas, si no son buenas para tus ojos tenemos más en el almacén, llevar gafas y el ojo vendado no queda muy bien -Dijo Daniela riéndose-

    -Tienes razón, dame un momento y me la pongo 

Philip abrió la caja, apretó la lentilla con el dedo índice, con la otra mano se quitó las gafas y se puso la lentilla en el ojo sin ninguna dificultad.

    -¿Ves bien?

    -Sí, tenías razón, queda mejor así, lo malo es que tendré que tener lentillas de repuesto por si acaso

    -Cualquier cosa nos avisas

    -Esperad, Paula, cuando desaparecí de aquí... Llegué a otro sitio, era parecido a un desguace, había un hombre, y dijo: "La gente con gafas me inspira confianza", el señor era amable, pero no logró llegar hasta aquí...

    -¿Cómo murió? -Preguntó Paula algo triste-

    -Murió peleando, dio su vida por defender a la gente que vivía allí, lo siento...

    -¿Hiciste lo que pudiste para salvarlo?

    -Yo... Lo intenté, pero... Eran demasiados, él... Simplemente no lo logró, lo siento Paula.

    -No pasa nada, me alegro de que estés bien Philip

    -Está ahí arriba, tu padre, está ahí arriba vigilándote, cuidando de tí

    -¿Tú crees?

    -Estoy totalmente seguro de que ahora mismo te está mirando con una sonrisa

    -Gracias Philip, de verdad, lo que pueda hacer cuenta con que lo haré

    -¿Te puedo pedir un favor?

    -Claro, dime

    -Sé feliz, porque algún día, alguna persona a la que quieres te pegará un tiro, y no habrá felicidad que valga, de modo que sé feliz, porque cuando menos te lo esperes se esfumará por completo...

     -Lo haré, seré feliz, cuenta ello, aunque no será tarea fácil...

Philip continuó labrando la tierra, con cada golpe que pega en la tierra con la azada su furia aumentaba más y más, golpeaba con más y más fuerza, tiraba semillas en el hueco, las tapaba con algo de tierra que cogía con la pala.

    -¡Eh! ¡Tú!   

    -Neah ¿Qué pasa?

    -¿Qué coño haces aquí fuera cultivando?

    -Estoy cansado de salir ahí fuera

    -Pero por lo que veo no estás cansado de mirar a Zoe ¿Verdad?

    -No sé a que viene eso Neah

    -Te he visto abrazar a esa zorra

    -No la llames así

    -De modo que te gusta ¿Es eso? ¿Ya no te gusto?

    -Neah... Mira, ya no siento lo mismo, pensé que ya no volvería a veros nunca más, a ninguno de vosotros, y lo de Zoe... Lo de Zoe simplemente pasó

    -Que te den Philip, he luchado por tí más que nadie -Dijo Neah entre sollozos-

    -Lo sé Neah, lo siento -Respondió Philip dándole un abrazo- Lo siento Neah, de verdad, sé que te has esforzado, y te lo agradezco.

"Nuestros actos con como semillas y tu decides que tipo de semillas plantas"

Los mordedoresWhere stories live. Discover now