X

57.7K 4.8K 4.2K
                                    











X. Reina.








Thea tiene ocho meses de embarazo, vamos a tener un niño.

Mi castaña se encuentra sentada en uno de los muebles de la biblioteca, está leyendo, con su blusa arremangada hasta el inicio del valle de sus senos, mientras que yo estoy hincado entre sus piernas acariciando su redondo vientre sintiéndome el hombre más feliz de todo el maldito universo.

Nuestro hijo responde a mi toque moviéndose, haciendo que Thea se queje al patearla, beso su vientre exactamente dónde el bebé pega, y tal parece que eso lo anima más para seguir molestando a su madre.

-No es justo que Shair parezca quererte más a ti, ¡y ni siquiera ha nacido! - Thea exclama dejando de lado su libro para centrar su atención en cómo su vientre se mueve mientras yo continúo acariciándolo.

-Soy su padre, amor, Shair me tiene que querer más. -Bromeo y Thea bufa.

-¡Pero yo soy su madre, la que lo lleva cargando todo el tiempo! Es para que nuestro hijo me adorara como nadie en el mundo. -Se queja haciéndome reír.

Se veía tan bonita haciendo sus berrinches sin sentido.

-Yo te adoro Thea, y nunca nadie podrá adorarte más que yo. -Le digo poniéndome de pie para después sentarme a su lado.

-¿Lo dices enserio? -Pregunta mirándome a los ojos.

-Nunca había estado tan seguro de algo en mi vida como lo estoy al decirte que te quiero.

-¿Sólo me quieres? -Cuestiona haciendo un puchero, me inclino a besarla cortamente antes de negar.

-No sólo te quiero, te amo Thea.

-¿Entonces por qué me hiciste tanto daño? ¿Por qué mataste a nuestro hijo?

Sangre.

Todo a mi alrededor se ha vuelto de un color rojo vivo, miro mis manos, estas también están bañadas en sangre.

Miro a Thea tratando de entender qué está pasando, pero mi castaña se encuentra inconsciente, y al igual que el resto de la habitación, su vientre está lleno del líquido rojo.

Pánico.

Terror.

Gritó su nombre una y otra vez pero ella no responde, trato de cargarla para llevarla a un hospital, pero mis brazos están demasiado débiles.

No puedo hacer nada por ella, tampoco por nuestro hijo, caigo de rodillas al suelo, abrazando su cuerpo ya sin vida, grito por ayuda, aún sabiendo que es demasiado tarde.

Una puerta se abre, y a través de las lágrimas puedo distinguir la silueta de mi madre.

-Mamá, ayúdame, por favor, te lo suplico. -Le imploro desgarrando mi garganta.

Mi madre camina hasta mi negando, alisa su vestido rojo, antes de ponerse de cuclillas y tomar mi mentón alzándolo.

-Mírate hijo mío, has sido débil, no pudiste salvar a Aaliyah, no pudiste salvar a tus dos hijos, no pudiste salvar a Thea, y ahora no te podrás salvar a ti mismo. No mereces ser rey, Shawn.

Y con esas palabras se marcha volviéndome a dejar solo, gritándole que no se vaya y que se quede conmigo.

Pero ni siquiera voltea a mirarme.

-¡Shawn despierta!

Abro los ojos de golpe, Thea esta encima de mi luciendo bastante preocupada, miro a mi alrededor asegurándome de que no hubiese sangre esparcida, mi castaña pone sus manos en mis mejillas haciendo que la mire a ella, mi pecho sube y baja a un ritmo bastante rápido y comienzo a desesperarme.

-Escúchame Shawn, estas bien, sólo ha sido una pesadilla. -Dice con un tono de voz suave.

No puedo evitar mirar su vientre, este está completamente plano y por un instante me siento decepcionado ante eso.

Abrazo a Thea pegándola a mi pecho, ella no se resiste cuando lo hago, siento como besa la piel a la altura de mi corazón y yo suspiro.

Su cuerpo está completamente desnudo al igual que el mío debido a que habíamos tenido relaciones antes de dormir, y pese a eso, no siento la urgencia de meter mi pene en ella como normalmente lo siento cuando estamos así, en este momento sólo quería abrazarla y tenerla conmigo.

No era la primera vez que tenía pesadillas así, desde que Thea tuvo el aborto sueños relacionados a ese día me perseguían, pero este había sido diferente, no sólo porque había dicho en el sueño que la amaba, cosa que no hago, pero también por la aparición de la reina. Hacía bastantes años que no soñaba con ella.

-No quiero perderte nunca. -Le susurro porque esa era una verdad.

Mi obsesión con Thea se me había ido de las manos, tanto, que ya pensaba en ella como mi castaña, y no me detenía ahí, pensaba en ella como la madre de mis hijos, pensaba en ella como mi acompañante hasta el último de mis días, y lo que más me asustaba; comenzaba a pensar en ella como mi reina.

No sabía que era lo que ella sentía por mi, amor no podía ser, eso era algo que nunca podría existir entre nosotros, no después de todo el daño que le había hecho. Sólo alguien masoquista podría desarrollar sentimientos por alguien como yo, pero una vez más, sólo alguien masoquista se quedaría a mi lado, y ella se quedó.

-Yo tampoco te quiero perder, Shawn. -Responde luego de unos momentos.

Beso la coronilla de su cabeza, es de mañana, por lo que la luz proveniente del sol se filtra a través de aquella enorme ventana que daba hasta el piso.

La piel acaramelada de Thea se siente suave bajo mi tacto, no quiero arruinar tan rápido este momento, por lo que cuando pensamientos de su piel deslizándose con la mía invaden mi mente, dejo de acariciar su piel y en su lugar comienzo a jugar con las hebras de su cabello.

Estaba seguro que Thea pensaba que sólo la quería para tener sexo con ella, y si bien por mucho tiempo así fue, ahora era diferente. Quería mostrarle que era diferente, pero me resultaba tan difícil resistirme a ella, por lo que siempre terminaba en la misma situación; conmigo en su interior. Y el claro ejemplo de eso fue ayer, maldición, me vine en ella tres veces en el mismo día, y ahora que lo pensaba, las probabilidades de que la embarazara eran bastante altas.

Y si para este entonces un bebé no se estaba formando dentro de ella, me iba a asegurar de que esta mañana un heredero se concibiera.

Comienzo a acariciar su trasero, Thea levanta su mentón mirándome con una ceja fruncida, beso sus labios por escasos segundos antes de bajar por su barbilla, pienso en girarnos y cambiar de posición, pero realmente quiero que me monte, ma encanta que lo haga.

Siempre he creído que todos tenemos un lado sumiso, por pequeño e insignificante que sea, y él mío era cuando tenía a mi castaña montándome, Thea me podía pedir lo que quisiera en ese momento, y yo se lo iba a dar.

Paso mis manos a su cadera y la comienzo a mover sobre mi ya dura erección, siento su entrada en mi punta y gimo como un adolescente ansioso por satisfacer sus deseos.

Y cuando finalmente me uno a ella, dos palabras cruzan mi mente, y ahí me di cuenta, que si yo no terminaba destruyéndola a ella, ella terminaría destruyéndome a mi.






*No revisé este cap, me disculpo por errores.
Hola, hola. Si, yo se que les dije que haría  maratón, pero como sabrán ando muy ocupada con eso de la graduación, apenas y tuve tiempo de escribir esto, trataré de actualizar hoy mismo, pero no les aseguro nada. Lo siento y gracias por entender. Lloré escribiendo esto, muchos sentimientos para mi. Amo este Shawn, ¡hay que disfrutarlo mucho! Por cierto, respecto al capítulo anterior lo escribí en cursiva bc pensé que se veía cool, ¿o acaso hay algo más? No lo sé, tendrán que seguir leyendo haha. Los amo. ⚡️  (Shair 😭 basta).

*Nervous is art. 💓

H E I R   |S.M.|   #2Où les histoires vivent. Découvrez maintenant