H E I R |S.M.| #2

XI

XI. Alma.

-Entonces, ¿cuando vas a regresar conmigo al castillo? -Le pregunto ayudándola a subir el cierre de su vestido.

-Cuando mis padres se marchen a Inglaterra. -Responde girándose, y ahora ella me ayuda a abrochar los botones de mi camisa.

-¿Y para cuando es eso? -Digo impaciente, yo la quería llevar conmigo hoy mismo.

-El cinco de febrero. -Contesta abrochando el último botón.

Observo cómo desabrocha mi pantalón a lo que muerdo mi labio inferior, la imagen de Thea desabrochando mi pantalón siempre sería de mis favoritas. Faja mi camisa correctamente, y al finalizar vuelve a acomodar mi pantalón.

-Y tus padres... -Carraspeo un poco. -¿Tus padres saben que estás conmigo? ¿Saben lo de nuestro bebé? -Thea me mira negando.

-No podría decirles, sobre ninguna de las dos cosas. -Responde y yo ladeo mi cabeza ligeramente hacia la derecha observando cómo se aleja en busca de sus zapatillas.

-¿Por qué no? -Thea suspira antes de sentarse en el borde de la cama.

Me acerco a ella tomando sus zapatos, me pongo de cuclillas antes de sostener su pie derecho y calzarlo, hago lo mismo con el izquierdo, sólo que este último lo beso antes de pararme.

La miro expectante de su repuesta, por un instante creo que se le ha olvidado, pero no es así. -Shawn, mis padres no quieren que tengan hijos tan joven.

Y a mi no podía importarme menos lo que ellos quisieran, era el cuerpo de Thea, no de ellos, si ella estaba bien con tener hijos yo gustoso se los haría, además, no era como que iban a mantener a nuestros hijos.

-Pero tú si quieres tenerlos, ¿no?

La mirada de mi castaña baja al suelo y eso me alarma, tomo su mano y con gentileza hago que se ponga de pie ya que continuaba sentada, noto como remoja sus labios, sé que algo la está inquietando.

-¿Ya no quieres que tengamos hijos? -Pregunto utilizando un tono de voz más bajo.

-No es eso, si quiero que tengamos hijos. -Responde y su respuesta me tranquiliza más de lo que debería.

-¿Entonces? -Inquiero, necesitaba saber que era lo que pasaba ahora.

Thea guarda silencio por un largo rato, o al menos a mi me pareció así. -¿Y si me embarazo y lo vuelvo a perder?

Su voz no sólo se escucha triste, se escucha con miedo. La abrazo fuerte, tanto como me es posible, beso su cabeza sintiendo sus pequeños brazos rodearme, me comenzaba a gustar tanto abrazarla, aunque el actual motivo no fuera el más adecuado.

-Esta vez te cuidaré mejor.

-No quiero volver a pasar por lo mismo Shawn, no quiero. -Dice y yo me alejo un poco de ella para así poder ver su bonito rostro angustiado.

-Este embarazo será diferente Thea, te lo prometo. -Y si bien yo no era devoto a las promesas, yo a ella le prometería lo que fuera necesario para verla tranquila.

Me inclino para besarla, sus labios se mueven en perfecta sincronía con los míos, no tardo en introducir mi lengua en su boca mientras paso mis dedos enredándolos en su cabello castaño. Disfruto cada segundo del beso, pero antes de que pierda completamente el control me separo de ella, sus labios lucen rosados e hinchados debido a la presión que ejercí en estos.

-Ya no me estoy cuidando, Shawn. -Dice y yo asiento.

-Lo sé. -Respondo con una sonrisa ladeada.