XIX

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XIX. "¿Qué clase de familia somos?"






Paso la sábana por su cuerpo cubriéndola.

Beso su sien antes de pararme de la cama, no me molesto en cubrirme y voy directamente al baño para ducharme.

El agua fría logra despejar mi mente, paso un par de minutos bajo la regadera antes de salir y tomar una toalla para secarme. Entro en la habitación mirando a mi castaña que continúa durmiendo abrazando una de las almohadas.

Me visto sin hacer ruido evitando despertar a Thea, en cuanto estoy listo salgo de la recámara dándole un último vistazo al pequeño cuerpo de la mujer que estaba acabando conmigo, en el peor y mejor sentido a la vez, me aseguro de pasarle el seguro a la puerta de la recámara para así estar más tranquilo y sin más preámbulos me dirijo a la entrada del castillo.

Al llegar al salón principal me detengo al ver al que por decreto vendría siendo "la mano del rey", un hombre alrededor de 40 años perteneciente a El Consejo, quien sostenía un cojín rojo y sobre este se encontraba la corona que utilizaría hoy.

—Su majestad. —Dice haciendo una reverencia.

Doy un breve asentamiento a manera de saludo, me acerco tomando la corona entre mis manos, es más sencilla comparada a la principal, la que había utilizado en la coronación. Coloco la corona sobre mi cabeza y como es de suponerse esta es de un peso menor.

—El vuelo del rey de Bélgica está programado para aterrizar en una hora.—Me avisa, aunque yo ya lo sabía.

—¿CD va a venir? —Niall irrumpe como últimamente lo venía haciendo.

—Si, ¿acaso no lo mencioné? —Inquiero, pero ahora que lo pensaba sólo se lo había contado a Thea hoy cuando le avisé que saldría.

—No, ¿se quedará mucho tiempo? Hace años que no lo veo. —Dice interesado, yo tampoco lo había visto en años.

—Máximo dos días, sólo viene a renovar el tratado de comercio entre nuestros reinos. —Respondo y él asiente. —Me tengo que ir, si Thea despierta dile que regresaré pronto.

Niall sonríe. —Ella te hace bien. —Menciona.

—Lo sé. —Contesto alejándome.

El problema era que yo a ella sólo le hacía mal.

El auto negro que me llevaría al aeropuerto exclusivo de la realeza ya se encontraba listo, un mayordomo abre la puerta por mi y me adentro a este. El camino dura alrededor de treinta minutos, cuando finalmente llegamos noto la exagerada cantidad de seguridad qué hay.

Supongo que dos Reyes podían convertirse en un blanco demasiado tentativo.

Bajo del auto e inmediatamente seis guardaespaldas me rodean y comenzamos a caminar hasta llegar al área designada para recibir al otro rey en cuanto su avión aterrizara.

Hay una considerable cantidad de fotógrafos y no me siento muy cómodo ante eso, me irritaba el hecho de saber que imagines mías circularían alrededor del mundo, pero al tratarse de algo relevante lo tolero.

Eventualmente el avión perteneciente a la realeza de Bélgica aterriza, escucho los clics y veo los flashes persistentes de las cámaras en cuanto el rey visitante saluda mientras comienza a bajar las escaleras del avión, capta mi atención que venía solo, su esposa y su hijo no lo acompañaban.

Lo recibo estrechando su mano, en cierto modo me agradaba verlo después de tantos años.

—Es un gusto verte Shawnie, y ahora como rey. —Me abstengo de rodar los ojos ante la manera que me ha llamado, cree que al ser un año mayor que yo le da derecho a llamarme así.

—Es una lástima que no pueda decir lo mismo, Cameron. —Respondo a lo que él ríe.

—Tan cálido como siempre primito. —Lo miro mal comenzando a avanzar en dirección al auto con las banderas de Dinamarca y Bélgica.

—Pensé que tu esposa también vendría. —Comento al subir al auto y él niega.

—Apenas y ha pasado un mes desde el nacimiento de nuestro hijo, no creí sensato que viajara con él. —Responde y yo asentí en comprensión. —Me gustaría disculparme por no haber asistido al funeral de mi tío ni a tu coronación, los últimos meses fueron bastante intensos con el embarazo de Lucia. —Me río.

—Yo tampoco asistí al funeral de tu padre ni a tu coronación, supongo que estamos a mano. —Le digo a lo que Cameron también ríe.

—¿Que clase de familia somos?

—Una que porta la corona.







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—¿Quieres ir directamente al despacho y revisar los documentos o prefieres ir a descansar y dejarlo para mañana? —Le pregunto a Cameron en cuanto entramos al castillo.

—Prefiero revisarlos ahora. —Contesta con su mirada pasándose por el lugar.

Diviso de inmediato a Enzo quien aparece en el salón principal haciendo una reverencia, mi primer pensamiento es preguntar por mi castaña, así que lo hago. —¿Y Thea? —Cuestiono en brevedad.

—Con el Duque Niall en el jardín tomando merienda, su majestad. —Responde y me contengo de ir directamente a verla.

—No sabía que el irlandés estaba aquí, por cierto, ¿quien es Thea? —Cameron pregunta junto a mi.

Me debato que responder; Thea no era mi novia, en si, nunca me había gustado ni usaría ese término, tampoco era mi prometida, pues aunque le había pedido que se casara conmigo no le había dado el anillo por lo que prácticamente no cuenta. Estaba esperando un hijo mío, pero no me encontraba seguro de querer compartir eso con Cameron, así que al final respondo lo más acertado a la situación.

—Thea es la futura reina de Dinamarca.

—No sabía que estabas en una relación seria con alguien, a decir verdad siempre creí que terminarías casado con Sophia, hubieran tenido bonitos bebés. —Comenta, pero claramente no había visto a mi castaña. —¿A que familia pertenece?

—A los Hallett.

—¿Acaso es familia de Alexir Hallett? —Inquiere sorprendido y yo asiento.

—Es su nieta. —Respondo.

Los Hallett eran una familia bastante reconocida e importante, especialmente en Inglaterra como en Dinamarca debido a sus exitosos negocios, razón por la que quedé sorprendido en cuanto me enteré que Thea estaba trabajando aquí como sirvienta, ella claramente no tenía la necesidad de hacerlo.

—¿Y es bonita?

Es hermosa.

Frunzo mi ceño. —Más tarde Enzo te mostrará tu habitación, y si lo quieres también te mostrará el resto del castillo, o al menos los lugares de importancia. —Le aviso ignorando su pregunta y él lo nota dándome una mirada burlona.

Salimos del salón principal con Enzo siguiéndonos, al llegar a uno de los pasillos nos topamos con la amiga de Thea, en otra ocasión no le hubiera dado la más mínima importancia, pero esta vez fue diferente.

Nos miró, pero no hizo ninguna reverencia, quedó congelada en su lugar y el color pareció drenarse de su rostro, estaba pálida mirando fijamente a la otra persona junto a mi, intrigado me detengo girándome hacia Cameron quien también se había detenido, lo miro y este no tiene ninguna expresión plasmada en su cara, está visiblemente tenso y eso me confunde.

Y aún así decidí no decir algo al respecto, a mi no me importaba en lo absoluto lo que había acabado de presenciar.

No era mi problema.

H E I R   |S.M.|   #2Where stories live. Discover now