XX

48.2K 4.3K 1.3K
                                    










XX. Invitación.






"Si hubiese sabido que el infierno sería su último destino, no se hubiese adentrado al paraíso."
-HEIR.




3 años y 10 meses atrás.







Su melena rubia caía en cascadas cubriendo la piel de su espalda que su vestido color verde agua dejaba al descubierto debido al escote.

Era un día soleado del día segundo de Junio del 2014, en Amalfi Italia.

Sky Doncaster había ido a visitar a su tía Emma, quien al casarse con un Italiano había terminado dejando Dinamarca para estar con él, Sky pensaba que era bastante romántico a decir verdad, el dejarlo todo con tal de estar con la persona deseada.

Sus ojos color esmeralda absorbían todo con cuanto se topaba, quizá no sabía el idioma, pero eso no la iba a detener de ir a explorar semejante lugar por su propia cuenta.

Amalfi era un pueblo bastante colorido y alegre, si por ella fuera se quedaría a vivir ahí para siempre, y si bien sabía que eso no sucedería, planeaba disfrutarlo lo máximo posible.

Sky se calificaba a sí misma como una romántica empedernida, que a sus 16 años -y ante la actual situación- soñaba con conocer a un chico turista igual que ella o local, un chico que la invitara a la playa o a caminar por el pueblo, en si, quería encontrar un amor de verano, tal y como salían en las películas de adolescentes.

Oh pobre dulce e inocente Sky.

Ese mismo día, alrededor de la una de la tarde, la rubia había entrado a un local de comida, reitero, la chica no sabía el idioma a la perfección, pero su tía le había enseñado a ordenar por sí misma, o al menos decir correctamente el nombre de lo que quería.

Pidió algo sencillo, no optó por pedir comida típica del lugar, en si pidió una hamburguesa y agua natural de naranja, una extraña combinación para ser honestos.

Fue y se sentó en una de las mesas al aire libre, observó con detenimiento a las personas que pasaban por la calle mientras esperaba por lo que había pagado. Alrededor de seis minutos después un mesero llegó entregándole su pedido.

—Grazie. —Dijo despidiendo al hombre, iba a disponerse a comer, pero entonces los vio.

Dos chicos ridículamente atractivos, de esos que captan tu atención al instante robándote suspiros; ambos eran altos con una diferencia mínima de estatura. El más alto era de tez blanca mientras que el otro era más moreno.

Sky los miró embelesada a medida que se acercaban al local, para su sorpresa  estos entraron al lugar, los perdió de vista por un par de minutos antes de que volvieran a salir sentándose en el lado opuesto al que ella se encontraba.

La rubia los miró con detenimiento deleitándose, especialmente mirando al moreno, ¿y quien no lo haría?

Babeó por sus espaldas y brazos definidos hasta que el camarero llegó entregándoles lo que habían pedido, solo entonces recordó comer su hamburguesa antes de que se enfriara, más.

Se apresuró a comer, pues aunque suene estúpido, no quería que uno de esos chicos volteara y la viera con media hamburguesa en la boca, pero por supuesto que algo aún más vergonzoso tenía que suceder, al estar comiendo tan rápido se atragantó comenzando a toser con descontrol captando la atención de los presentes, incluyendo la de los chicos.

Sky deseo haber muerto asfixiada en ese momento.

El chico de tez blanca se puso de pie caminando con rapidez hacia ella, golpeó su espalda hasta que la rubia se controló, el chico le ofreció su jugo de naranja y ella lo tomó ingiriendo el líquido. Estaba tan avergonzada.

—Stai bene? —Pregunta en italiano, y Sky se alegra de saber lo que significa.

—Sì, grazie. —Responde, esperando que no hable más, su italiano era escaso, prácticamente inexistente.

—Sei sicura di stare bene bella? —Habla y como es de esperarse no entiende, por lo que no le queda nada más que decirle que no hablaba el idioma.

—Non parlo italiano. Sólo hablo danés. —Termina, esperando que le entienda, ya que de no ser así, no habría otra forma de comunicarse con él, ella sólo hablaba un idioma.

—Déjame adivinar, ¿Dinamarca? —Cuestiona hablando el idioma perfectamente haciendo que la rubia se relaje.

—Si. —Responde, enfocándose en esos hermosos ojos azules que poseía, tan parecidos a los de una chica que conocía en Dinamarca.

—Eso es una combinación bastante peculiar. —El chico señala la mitad de su hamburguesa y el jugo de naranja, eso solo la hace avergonzar más. —Mi nombre es Nash. —El ojo azul se presenta sonriéndole a la vez que extiende su mano.

—Y el mío Sky. —Responde estrechándola. —Muchas gracias por ayudarme. —Vuelve a agradecerle y ahora es él quien aprecia sus bonitos ojos verdes.

—Descuida, no fue nada. —Y en cuanto termina de formular sus palabras el moreno aparece junto a él.

—Ik zie dat je een vriend hebt gemaakt (Veo que has hecho una amiga). —Habla dirigiéndose a Nash.

La rubia no entendió nada, ni siquiera reconocía ese idioma, ¿de donde eran ellos? Quiso preguntar, pero ambos chicos continuaron hablando entre sí por un par de segundos antes de que Nash se volviera a dirigir a ella.

—¿Tienes planes para esta tarde? —Le pregunta y la rubia niega. —¿Te gustaría ir a la playa con nosotros? Es una fiesta, habrá más gente. —La invita amable, sin ninguna doble intención, al menos no por parte de él.

—Suena bien. —La chica de ojos esmeralda responde, notando la mirada del moreno sobre ella.

Ojalá nunca hubiera aceptado la invitación.





Actualidad.





—¿Sky qué pasa? ¿Estás bien? —Le pregunto sin saber que hacer, está temblando, pálida, abrazándose así misma mientras un par de lágrimas bajan por sus mejillas. —Sky por favor dime que te pasa, no puedo ayudarte si no me lo dices.

—Me tengo que ir Thea, me tengo que esconder. —El pánico se plasma en su voz, yo no entendía absolutamente nada.

—¿Por qué? ¿Qué sucede? —Vuelvo a preguntar y ella niega, esta vez echándose a llorar sin consuelo.

La abrazo sintiéndome tan impotente, ella se aferra tan fuerte a mi, casi como si fuera lo único que la mantiene de pie.

—Me tengo que esconder. —Repite con desesperación y angustia. —Me tengo que esconder de él.

—¿Te refieres a Niall? —Ella niega. —¿A quien te refieres?

—A él, Thea, a él. —Es lo único que dice y siento como comienzo a desesperarme ante esta situación.

—¿Quien es él, Sky? —Cuestiono en un tono de voz bajo, queriendo que me explique.

Él es el mismísimo infierno.

Y entonces entendí que ella no estaba lista para hablar de ello, y yo no podía obligarla a hacerlo, como su amiga, sino podía ayudarla a enfrentar sus miedos, al menos tenía que ayudarla a huir de ellos.

Quizá huir era de cobardes, pero por el momento no veía otra opción, tenía que sacar a Sky de aquí, al menos para que se tranquilizara.

Oh cuántos secretos la perseguían.






Yo sólo les recomiendo que pongan atención, todo está relacionado con todo. La historia de #Shea no es la única con importancia, hay aún demasiadas cosas que están por venir. Actualizando desde México, estar cerca del mar es tan inspirador que ya hasta nueva historia estoy planeando haha.⚡️

H E I R   |S.M.|   #2Where stories live. Discover now