XVI

54.9K 4.7K 1.3K
                                    







XVI. Imagen.







Thea se queja.

—¿Qué pasa Thea? ¿Acaso te duele algo?—Pregunto con burla y ella me mira mal.

—¡Esto es tu culpa! —Exclama al querer sentarse en la cama y no poder volviéndose a quejar del dolor.

Mi ego estaba por los cielos.

—Por supuesto que lo es. —Respondo egocéntrico a lo que ella bufa.

Los recuerdos de la noche anterior se sienten vivos en mi piel; la manera en la que la puse con su pecho pegado al colchón y su redondo trasero alzado hacia mi. La manera en la que mis dedos quedaron marcados en la piel de su cadera al ejercer presión cada vez que la jalaba hacia mi miembro, los gritos que emitía cada vez que me enterraba en ella dándole por detrás, maldición, Thea no gimió, gritó, tanto que en cierto punto me vi obligado a colocar una de mis manos sobre su boca para callarla, no porque no quisiera oírla, pero era eso o cambiar de posición.

—Te pedí que te detuvieras y no lo hiciste. —Me reprocha acostándose boca abajo.

—¿Cómo querías que me detuviera cuando te tenía gritando de esa manera? Lo siento, pero no podías decirme que parara y después exigir que te diera más, de igual manera no te preocupes, que la próxima vez seré más gentil. —Digo y mi castaña me mira frunciendo sus cejas.

—No habrá próxima vez, no me gustó. —Comenta y no estoy para nada de acuerdo con lo que dice.

Por supuesto que iba a volver a suceder porque a mi si me había gustado, incluso no podía esperar para volver a tomarla de la misma manera, lo haría en este instante si no estuviese adolorida, pero igual decido no decirle algo al respecto, no quería entrar en discusión con ella cuando estábamos tan bien.

—Ven aquí Thea. —Le pido estirando mi mano para que se acerque a mi ya que estábamos acostados a una distancia notable.

Mi castaña lo hace y se acerca, la abrazo besando sonoramente su frente escuchándola suspirar. —¿Cómo amaneciste cor meum? ¿Nada de malestares? —Pregunto interesándome por cómo se siente hoy, en realidad siempre me interesaría.

—Estoy bien. —Contesta después de besar mi pecho.

Thea levanta su rostro para mirarme, me inclino para besar sus labios sin importarme el aliento mañanero, a mi no me importaba el suyo y a ella tampoco parecía importarle el mío que seguramente era peor.

No tardo en llevar una de mis manos a su trasero y apretarlo, Thea se queja en el beso pero no se separa, por lo que recorro mi mano hasta su entrepierna pero antes de que pueda comenzar a acariciarla ella detiene mi mano cortando a la vez el beso.

—Déjame consentirte un poco cor meum, que quiero concentrarme únicamente en ti. —Le susurro rozando sus labios.

Y cuando mi castaña no se niega, procedo a darle placer.








⚔️⚜️⚔️









Aprieto su mano antes de entrar a la habitación en el hospital que había pedido exclusivamente para monitorear el embarazado de mi castaña.

—Su majestad. —Mi doctor hace una reverencia en cuanto entro a la habitación junto a Thea.

El doctor pide que nos sentemos en los asientos acolchados y lo hacemos comenzando a escuchar la explicación sobre lo que era la ecografía transvaginal, al terminar de explicar el procedimiento le pide a Thea que vaya a cambiarse señalando una puerta en la misma habitación.

H E I R   |S.M.|   #2Where stories live. Discover now