Capitulo 4: Los (nuevos) hermanos Black.

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[Finales de Agosto de 1975]


Pollux emitió un largo y bajo silbido en cuanto entraron a la habitación de Plata destinada a Hermione.

Una gran cama se encontraba en el centro, alfombras suaves en el suelo y muebles, a simple vista, caros y sofisticados, además de un escritorio completo (¡y lleno con pergaminos, tinta y lápices para usar!). La habitación era de un suave color blanco, las cortinas de un bonito color rosa pálido y el ventanal era enorme, incluso, para sorpresa de Hermione, había un enorme balcón afuera.

-Debemos gustarle mucho a Alphard si te está dando este lugar como habitación. -comentó, moviéndose hacía el ventanal.

A través del enorme vidrio se podían ver los jardines llenos de flores, junto con el enorme bosque de la propiedad.

-Aunque eso no hará que él me guste. -ella respondió.

-Lo sé, él tipo tendría que volver a nacer antes de que puedas quererlo. -Pollux chasqueó la lengua.

Hermione tarareo su acuerdo, moviéndose entre los muebles y el pequeño librero en la esquina de la habitación.

-No pensé que le gustaría tanto tener hijos. -ella dijo. -¿Esto es una pluma de hipogrifo? -murmuró frunciendo ligeramente el ceño, analizando la pluma para escribir.

Pollux se encogió de hombros. -Tal vez los quería. No lo sé, ¿Importa ahora?

-Debería. -Hermione espetó. -Será nuestro nuevo, uh, padre.

-¿Es disgusto eso que escuchó en tu tono, gatita? -Pollux cuestionó, dejando el ventanal y pasando a mirarla.

Hermione tenía la nariz arrugada y su ceño ligeramente fruncido mientras observaba los libros puestos en el pequeño librero. Puso los ojos en blanco ante las palabras del, ahora, adolescente. Por supuesto, Pollux lo sabría. Él siempre lo sabía.

-No quiero un padre. -confesó. -Tuve uno y estuvo bien. No quiero otro y, honestamente, te prefiero a ti.

Los ojos de Pollux brillaron con dulzura mirando a la niña de catorce años. Sí, él lo sabía. Hermione no quería reemplazar a su padre muggle y ella probablemente sentía que estaba traicionando a sus orígenes si aceptaba a un Sangre Pura como Alphard como parte de su familia.

Por otra parte, Pollux lo sabía, Hermione pensaba en Alphard como un peón en el juego. Alguien reemplazable, no de confianza. Él esperaba, sin embargo, que él buen tío Alphard (¿o ahora era papá Alphard?), le ablandara un poco el corazón a la fría leona. Tal vez así ella podría confiar un poco más en alguien que no fuera solo él mismo Pollux.

-No puedo ser tu figura paterna, gatita. -él dijo con una voz suave que hizo a Hermione hacer un puchero. -Soy tu hermano.

-¿No podemos fingir que también lo eres? -ella preguntó. -Eres lo suficientemente mayor mentalmente como para incluso ser mi abuelo.

-Ahora, detente ahí. -Pollux la miró, ofendido. -No te metas con mi edad. -Solo tengo quince años. -fue la respuesta del chico. -No puedo ser tu papá. Y no me gustaría serlo, prefiero mi lugar como tu hermano mayor, muchas gracias.

Pollux sabía que Hermione solo estaba haciendo una rabieta porque no le gustaba la idea de ser controlada por un adulto ahora, cuando en esos catorce años nunca hubo un adulto realmente presente en sus vidas.

-Alphard no será mi padre. -Hermione murmuró. -No creo que lo sea. Ni siquiera lo conozco.

-¿Por qué no le damos una oportunidad? -Pollux preguntó con cuidado. -A los dos nos vendría bien alguien que nos cuide y haga las cosas de adultos por nosotros ahora mismo. Podemos solo... Dejarlo ser feliz con su papel y lo dejamos cuando tengamos la edad suficiente para irnos, ¿Suena bien?

Ad Finitum |Hermione Granger| Sirius Black|Where stories live. Discover now