Capitulo 14: Una noche en Slytherin.

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Después de la cena, uno de los prefectos de Slytherin llamó a todos para que la siguieran a su dormitorio. Hermione intercambio una ultima mirada con su hermano, antes de asentir ligeramente.

"¿Te digo mi contraseña si me dices la tuya?", Hermione ofreció.

"Te diré la mía, pero no pediré la tuya.", él le respondió." Si voy a colarme a Slytherin lo hare por mi cuenta."

"No se la diré a nadie.", Hermione prometió.

"Lo sé, cariño.", Pollux le aseguró. Y Hermione estaba segura de que él chico estaba sonriendo en ese momento.

Mientras más avanzaba, más frío se ponía el clima y Hermione se sorprendió por la temperatura del lugar.

Ella no había pensado que los rumores sobre el frio de la Casa Slytherin fueran ciertos. Un renovado respeto creció por sus compañeros de casa, porque, maldita sea, dormían en mazmorras. ¡Mazmorras reales! ¡Y estaban frías!

Después de guiarlos a través de los corredores y más adentro del castillo, el prefecto se detuvo frente a un tramo de pared de aspecto perfectamente normal, levantando una ceja para esperar a que todos lo alcanzaran.

—Recuérdenlo bien porque solo lo diré una vez. —espetó con una sonrisa fría. —Serpenssickle.

Hermione ni siquiera se inmutó cuando la pared se abrió de repente. La prefecta los condujo a una habitación grande y baja adornada de verde y plateado. También había algunas cosas en color negro.

Había mesas dispersas para hacer los deberes, grandes sillas afelpadas y sillones alrededor de mesas bajas, y lámparas colgantes que despedían una especie de brillo verde brillante e inofensivo para decorar. Hermione incluso pudo ver un enorme ventanal que les mostraba el fondo del lago y eso la maravillo secretamente.

—Está bien. Escuchen. —la prefecta, de larga cabellera rubia platinada aplaudió y el murmullo se apagó. —Mi nombre es Dorian Malyfo, pero todos me llaman Dora. Soy una prefecta, hay otros más que yo y todos los prefectos usan una insignia como esta.

Ella tiró del escudo plateado en su túnica, antes de volver a mirarlos. Hermione la observó con interés. Ella le recordaba a alguien.

—Los dormitorios están por allá: las chicas a la izquierda, los chicos a la derecha y tiene sus nombres en la puerta. Sus cosas ya han sido traídas, así que solo quedan un par de cosas por hacer.

Los miró fijamente, para después posar sus penetrantes ojos verdes en ella. Hermione alzó el mentón con altivez.

—Tú, sin embargo, vendrás conmigo para llevarte a una habitación designada, Black. —espetó la rubia.

Hermione asintió, sosteniéndole la mirada aun cuando en el fondo se sentía intimidada; ella era ahora una Lady de la casa Black, no podía dejarse intimidar. No estaba permitido.

Dorian levantó las comisuras de sus labios en una sonrisa ligera, muy parecida a la sonrisa arrogante y presumida que solía poner Draco Malfoy cuando la molestaba. A Hermione le molestó, pero también trajo algunos recuerdos doloroso a su memoria que ella prefería mantener guardados.

—Estás en la casa de Slytherin. Eso significa que estás en la mejor casa. —Dorian habló de nuevo, moviendo su mirada a los niños de primer año. —Somos la casa de la astucia, de la creatividad y de la ambición. Tenemos el impulso para llegar tan lejos como queramos y alcanzar nuestras metas.

La mirada de la chica volvió hacía ella, con una chispa que Hermione no pudo reconocer. Una ligera irritación creció en su interior mientras la vaga sensación de que aquella chica estaba tratando de molestarla o peor, menospreciarla de alguna manera, se hacía presente.

Ad Finitum |Hermione Granger| Sirius Black|Where stories live. Discover now