Capítulo 30: La familia

549 131 6
                                    

Bastaría con que juegue con distancia

Lo suficiente como para que se atreviera a decirme cara a cara

Lo contrario de lo que piensa

Que no me deja percibir

Nada más que el misterio entre nosotros

.

.

.

Hermione, con una expresión altiva, lo miraba acercarse. Una de sus manos sujetando su codo mientras que observaba sus uñas perfectas y largas, pintadas de un bonito color rojo vino. A Pollux le entrañó porque, ¿desde cuando su hermanita se pintaba las uñas? ¿No era ella demasiado pequeña para eso? Además, ¿no se suponía que a ella no le interesaban esas cosas?

Uh, ella parecía estar de mal humor. —Has tardado. —Hermione le dijo. Sus ojos de un suave color marrón cálido como el caramelo, brillando con disgusto.

Ella traía puesto su uniforme de la escuela y su cabello perfectamente peinado con una trenza que simulaba una diadema junto a un broche con forma de una delicada flor con gemas verdes por pétalos que Pollux nunca había visto en Hermione antes. La túnica con los colores de Slytherin haciéndola resaltar como un pulgar dolorido en medio de la cabina del tren, pero eso era algo que hubiera ocurrido con cualquier cosa que llevara puesta porque era la única, aparte de él, que estaba allí.

—Estaba ocupado con los chicos. Olvide que tenía que reunirme contigo. —Pollux se excusó. Hubo un brillo en los ojos de Hermione que apareció tan rápido como llegó y Pollux no fue capaz de distinguirlo. —Bonito broche, por cierto.

Hermione curvó los labios en una sonrisa pequeña. —Regulus me regaló en mi cumpleaños. Él pensó que se me vería bien.

—Tenía razón. —Pollux asintió. —Te pintaste las uñas. Creí que no te gustaba...

Hermione se encogió tímidamente de hombros, pareciendo incomoda. —Las chicas de mi dormitorio estaban aburridas. —le respondió. —Y me pareció lindo.

—Aunque no combina con los colores de tu casa. —Pollux se burló. Una sonrisa divertida en sus labios. —¿Hubo una razón especial para el color o solo fue el primero que viste?

Hermione se sonrojó. —Cállate.

Pollux soltó una carcajada. —Entonces fue el primero que viste.

Hermione apretó los labios, fulminándolo con la mirada. Pollux se río con más fuerza, pasando a mirar a su alrededor en busca de sus amigos. Los encontró rápidamente.

—James quiere celebrar la navidad juntos.

—Oh. —Hermione murmuró. De repente, ella ya no parecía muy contenta. —Diviértete entonces.

Pollux la miró con extrañeza. —Nos invito a ambos, a ti y a mí.

—No iré, pero dile que agradezco la oferta. —Hermione dijo.

Pollux frunció el ceño, mirándola como si no pudiera entender porque ella no quería pasar tiempo en casa de los Potter. Y realmente no lo entendió. En la casa de los Black solo lo pasarían con... bueno, los Black. Sería una aburrida cena llena de formalidades y charlas tediosas, con personas que criticarían hasta la forma en que bebes una maldita copa de vino. En casa de los Potter, en cambio, sería diferente. Cálido. Amable. Cariñoso. Los Potter eran todo lo que Pollux podía pedir en un hogar, especialmente durante la navidad. Además, allí estarían con sus amigos. ¿Por qué Hermione negaría a eso?

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 01 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

Ad Finitum |Hermione Granger| Sirius Black|Where stories live. Discover now