Ad Finitum |Hermione Granger| Sirius Black|

Capitulo 25: Hechizos, piedras y aromas

«Querido padre,

Estoy bien. La casa Slytherin me ha dado la bienvenida de manera maravillosa y no he tenido un solo problema con nadie que merezca ser recordado. Regulus se ha portado como un perfecto caballero escoltándome y preocupándose por mi bienestar y Sirius ha sido encantador a su propia manera también. Por supuesto, agradezco su preocupación que, aunque innecesaria, me ha causado alegría.

Ahora respondiendo a su pregunta sobre mi regalo de cumpleaños, creo que estaré bien con lo que sea que decida darme. No soy una mujer que disfrute de regalos ostentosos, un simple libro estaría bien para mí. Por supuesto, lo mismo ocurre con los regalos de navidad. Lo que, por cierto, responde a su otra pregunta. Iré a casa en navidad. Pollux y yo estaremos encantados de pasar la navidad con usted y el resto de la familia.

Padre, yo misma tengo mis propias preguntas que hacer, ¿Está usted bien? La casa no es demasiado solitaria sin nosotros, ¿o sí? Tenga en cuenta que siempre puede venir a visitarnos aquí en Hogwarts, estoy segura de que mi hermano y mis primos estarán encantados de verlo.

La próxima salida a Hogsmeade es, afortunadamente, el 20 de octubre. Estaría complacida si pudiéramos reunirnos, como bien sabe, mi cumpleaños (y él de mi hermano también)  fue hace unos días y , aunque agradezco los regalos, no hay nada mejor que pasar los cumpleaños (incluso si ya no será mi cumpleaños en esa fecha) con la familia. Pollux, particularmente, esta ansioso por ello.

Esperare su respuesta. Por favor, cuide de su salud.

Pd: No, Bartemius Crouch Jr no es un prospecto de interés amoroso para mí. Solo es un niño al que parezco gustarle y, ciertamente, no apreciaría que arreglara un matrimonio para mí, señor. Él es solo mi amigo. Agradecería que no hiciera caso a las tonterías de mi hermano o mi primo otra vez.

con cariño, Adhara H. Black»

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Hermione se movió por los pasillos en dirección al gran comedor. Estaba sola y sus pasos resonaban con fuerza ante su andar enojado. Decir que Hermione daba miedo cuando estaba enojada era una completa subestimación, Harry y Ron lo sabían de primera mano. De otro modo, ¿Por qué ellos se esconderían o alejarían de ella con ojos asustados cuando causaban su ira?

La magia crepitante a su alrededor que parecía incluso elevar sus cabellos ligeramente y sus ojos que ardían como el fuego ardiente era una cosa peligrosa. Pero esa era Hermione Granger.

Hermione Black era algo completamente diferente. Era una fuerza a tener en cuenta y alguien que no tenía una reputación de ser peligrosa porque, maldita sea, era nueva allí. Esa era la razón por la cual los estudiantes de Hogwarts la miraron fijamente en cuanto ella ingresó al gran comedor, con sus pies golpeando el suelo, sus suaves rizos rebotando detrás de ella y una mirada furiosa que parecía tener fuego ardiente en sus ojos. Los alumnos cuchichearon entre ellos, esperando y observando quien sería la persona que estaría bajo el fuego de su mirada.

No tuvieron que esperar demasiado, puesto que la oyeron gritar: —¡Pollux Black! Toi... petit fils de pute!—sus manos golpearon con fuerza la mesa de Gryffindor causando un sonoro golpe, mientras se inclinaba hacía él mirándolo furiosa y causando que él chico en cuestión se atragantara con su comida, y que Sirius y James escupieran lo que estaban bebiendo. Peter parecía sorprendido y asustado y Remus no entendía que estaba sucediendo, pero eso no le impidió sonreír con diversión. 

Regulus, desde la mesa Slytherin, estaba mirando a su dulce prima en shock y Barty parecía encantado. ¿Aunque cuando no lo hacía él si se trataba de Hermione? Honestamente, él chico era una especie de adorador de Hermione. Ella podría maldecirlo y él con gusto lo aceptaría.