Capítulo 27. "Baile de las estrellas"

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Este es el especial por las 9K de lecturas. ¡Muchas gracias por leer y quedarse conmigo! Luciale, Rowan y yo les agradecemos el apoyo. <3

A continuación, les dejo unas canciones que servirán como playlist para este capítulo:

d4vd - Here With Me
Sia - Snowman
BTS - Black Swan (Orchestra versión)
Joel Sunny - Luminary

Luciale.

La imagen de Herafel se desvanece en cuestión de un efímero instante en el que Rowan chasquea sus dedos con disimulo y yo soy capaz de oír el sonido que estos transmiten. Concentrarme en su magia me ayuda a salir de ese estado de paralización absoluta de mi cuerpo.

No fue real. Solo una ilusión de mi mente unida a la de él, la conexión se romperá en cuánto mis iniciales se esbocen en el cuello de Rowan. Yo estoy unida a ella, en cuerpo, mente y alma, pero por algún motivo que desconozco, no pudo terminar por completo el proceso.

Me aterra ser consciente de que la barrera entre la mente de esa escoria y yo, ya no existe. Ver su silueta, por tan insignificante que resulte, significa mucho más de lo que se podrían imaginar otras personas. Para nada es una buena señal, pues me confirma que mi maldición se ha acelerado. De nuevo.

No tengo idea de cómo frenar todo esto, o al menos revertirlo. La magia de Rowan funcionará para romper los lazos álmicos con él, ¿Pero qué es lo que se debe hacer?. Voy a ciegas en un camino que no sé si me conducirá al acantilado, a la perdición más inmensa que jamás he presenciado, o a la salvación que me libre de mi condena eterna.

—No es real —susurra Rowan a pocos centímetros de mi rostro, su piel emana tanta calidez. Mantiene sus orbes cafés con destellos dorados en las mías grisáceas, me brinda seguridad, una sensación de que todo estará bien. Como si tuviera la certeza de ello, yo decido confiar en sus presentimientos—. Quiere jugar con tu mente, Lu. Solo tienes que verme, yo sí soy real. A mí me ves en estos momentos, no soy una mentira, soy una realidad.

No aparto mi visión de su expresión facial, de su tez trigueña que a la luz anaranjada del candelabro se aprecia brillante y un poco más oscura de lo que es, de sus párpados que brillan gracias a la sombras de ojos dorada, de sus iris que se han tornado claras por el uso de sus poderes. Tampoco puedo dejar de contemplar su sonrisa amable, sus dientes pequeños, sus labios tintados de un suave labial canela, o los hoyuelos que hacen acto de presencia a cada lado de sus comisuras.

—¿Y bien?¿Ya comprobaste que soy real? —inquiere, una de sus manos se posa en mi mejilla.

—Sí —afirmo, tomo su mano con delicadeza y entrelazo nuestros dedos—. También comprobé lo hermosa que te ves con ese maquillaje, con ese vestido de estrellas y esa sonrisa tierna que llevas siempre contigo.

Sus mejillas se colorean con un ligero rubor, no obstante, sus ojos fulguran mucho más que antes. El tono dorado se apodera de ellos, así como la pupila se alarga de manera lenta. A cualquiera le podría intimidar esa mirada, pues es aquella que pertenece a los depredadores en el famoso "Reino animal", y sin embargo, a mí me encanta admirarla. Si por mí fuera, pasaría horas enteras con mis iris en las suyas.

El violín alcanza una melodía más alegre, con cierto dramatismo, junto al piano que se le oye más movido. Es el aviso de que pronto comenzará el baile de la boda, ningún invitado evita un momento así.

Los bailes de las "estrellas", como les hemos denominado aquí en Abdrion, tienen múltiples funciones y una de ellas es que, a la luz de la luna llena, dos almas o más se reencontrarán con su gemela. Con aquella a la que han perdido en otra vida y en esta prometieron encontrar para vivir una vida con su complemento, con ese alguien afín a ellos.

Siniestra nebulosaWhere stories live. Discover now