Capítulo 28. "Cada verdad tiene su precio"

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Luciale. 

Los dichos de Rowan me han dejado en un estado de desconcierto total. Me lleva a sospechar que quizá los recuerdos que el espíritu de Eirene Vertiev le enseña, no son más que farsas y esa alma no es la madre de Rowan, sino que un ente que ha adquirido el aspecto físico de quién en vida fue la hija predilecta de los Vertiev. 

Sin embargo, al mismo tiempo todo cobraría sentido. Los emperadores Ditnov nombraron a Pefther por su nombre y jamás por su apellido, cuando es de público conocimiento que en Astenont se dirigen a los funcionarios, o incluso miembros de la aristocracia, por sus apellidos o casas familiares. Es un tipo de tratamiento formal obligatorio en ese imperio. 

Solo un detalle no cuadra en todo esto. Si se supone que fue el esposo de Venni Lairovst, la real heredera al trono de Zildwi, ¿Por qué nunca se habló de él? Todos los matrimonios de los herederos a las diferentes coronas o de los parientes de éstos, se escriben en los registros de la historia de Lilium como "acontecimientos históricos importantes".

¿Es posible que todo esto se trate de una conspiración?

—¿Crees que en verdad se trate del espíritu de tu madre? —pregunto al percatarme de que continúa despierta, sumergida en la lectura de alguna enciclopedia sobre Astenont—. No encontrarás nada relevante. Los Koulliov desaparecieron sin dejar rastro, nadie supo qué ocurrió con ellos.

Sus ojos cafés se encuentran con los míos, parpadea un poco a través de las espesas pestañas que la caracterizan. Contemplo su cabello oscuro, un tanto despeinado, pero brillante como de costumbre. 

—No comprendo, Lu. Sé que el espíritu que me muestra todos estos recuerdos es mi madre, de lo contrario mi amuleto le hubiese impedido que se acercara —sonrío orgullosa, aprende rápido sobre cómo funcionan las cosas sobrenaturales—. ¿Pero cómo es que no hay nada sobre los Koulliov?¿Por qué querrían mantenerlo en secreto?¿Qué sucedió con Venni Lairovst? 

Me siento con la espalda apoyada en la cabecera de la cama king size. Observo que cierra el libro con frustración, refriega un poco sus ojos con el dorso de su mano derecha antes de liberar un suspiro pesado, quizá hasta angustiado. Mi mano izquierda tantea la cama hasta que se encuentra con una de sus manos, sin titubear, entrelazo mis dedos con los suyos. 

El roce de mis afiladas uñas contra la piel de su palma sosiega cualquier emoción negativa que intente influir en su estado de ánimo en estos instantes. Su sonrisa café agradecida provoca un vuelco en mi corazón, lo conduce a latir más acelerado. 

—Por desgracia, no conozco mucho sobre el tema —comienzo a hablar, su mirada café se tiñe de interés al oírme. Gira su rostro para verme con ese cariño que siempre diviso en sus iris, con ese brillo tan idílico—, pero sé que Venni Lairovst desapareció hace bastante tiempo ya. Prieshra, la madre de Kairashana, la buscó durante años sin cesar. Aseguraba que su hermana estaba viva, pero oculta en algún lugar remoto de este planeta. Con el tiempo, la investigación se detuvo, el nombre de la heredera al trono de Zildwi por mayoría de edad fue olvidado. Hoy en día sus ciudadanos creen que Kairashana desde siempre fue la heredera. 

—¿Por qué Einer mencionó a Venni como "esa mujer"? Digo, se supone que se trataba de una mujer de la familia imperial Lairovst —señala mi esposa, me pierdo en su expresión confundida de cejas arrugadas, labios presionados y ojos cafés centelleantes—. ¿Qué crees tú? 

—Supongo que debe ser por la enemistad que hay entre los emperadores de la nueva generación. Nuestros padres mantenían cierta amistad, pero nosotros no. Zildwi y Astenont están distanciados desde que Kairashana asumió el trono como la emperatriz pacífica —explico serena, apoya el libro en la mesita junto a la cama y se recuesta—. Iba a recordarte que es hora de dormir.

Siniestra nebulosaWhere stories live. Discover now