Capítulo 33. "Él está detrás de todo"

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Advertencia: se viene una montaña rusa emocional

Al final de capitulo les dejé una pregunta muy importante para saber a qué hora subir el capítulo de año nuevo, contestenla si pueden. <3
Los amo.

Luciale.

Suelto un suspiro cuando oigo los pasos de la última persona que quedaba en esta habitación, Laissa, alejarse lo suficiente como respetar la privacidad de la charla que tendré con mi madre y con mi esposa.

—¿A qué mensaje te refieres, Tree?¿Cómo que encuentro de almas? —pregunto extrañada, no tenía ni idea de nada de esto. Tampoco lo presentía.

En el tiempo más reciente, mi mente se ha vuelto un caos por completo. No logro ordenar mis pensamientos desde los más importantes hasta los que son casi irrelevantes, tampoco he podido descifrar nada complicado desde la lógica.

Estar unida a él se siente como una prisión que me envenena día tras día, una especie de toxina que se apodera de mi cuerpo y de mi conciencia. Ya no soy yo, ya no soy dueña de mi mente y cómo desearía que le perteneciera a mi esposa.

Herafel no se presentó en mi mente estas semanas, pero cada cierto tiempo una voz molesta me llama. Una voz distorsionada que se interpone entre mis pensamientos que reconozco como propios, los aparta de mí.

Cuando me casé con Tree, su alma y la mía se unieron para fusionarse con el paso de los años. Eso detendría el avance de él sobre mí, me liberaría de todo lo que representa esa basura, me devolvería mi libertad como persona.

—Hace unos días tuve un sueño extraño. Jessera estaba arrodillada mientras susurraba algo en latín, poco después frente a ella apareció una silueta de largo cabello. Era una silueta gris —relata mi esposa, su voz tranquiliza la batalla que se desata entre mi mente y yo—. Esa silueta le habló sobre lo ocurrido con Trayvanna Belttigeh y algo pareció activarse en la memoria de Jessera, pues describió con lujo de detalles la muerte de Tyva en primera persona. También habló de lo mucho que extrañaba a Krissalida, dado que era su mejor amiga, a la que llamaba «alma gemela» en bromas. La silueta le confirmó que era el momento en que debía reencontrarse con Krissalida.

Me distraigo de lo que detalla de su visión, su tonada es tan suave, tan magnética cuando explica cualquier tema. Ella podría hablar durante horas, incluso años, y yo jamás me cansaría de oírla.

Su mirada café me sumerge en la felicidad más absoluta, dulce como un café azucarado, amarga como lo es la vida a veces, pero en un perfecto equilibrio. La felicidad es paz, es el balance entre los problemas internos de uno y la paz que nos produce la vida con sus detalles más simples.

Con ella descubrí que la vida es más que sobrevivir. Y que ella es la única a la que quiero a mi lado por el resto de mi inmortalidad, pues su compañía y su ser etéreos son lo que más adoro, amo y admiro en este mundo. Se ha convertido en mi hogar, en los brazos en los que puedo descansar.

—Esa silueta gris era la mismísima Alexandra Zaridi, reina del infierno. La reconocí cuando su silueta se mostró frente a Jessera —prosigue sin quitar su mirada de mi rostro—. Su largo cabello rojo y sus ojos marrones. Leí varios libros de la biblioteca que describían a la hija del actual Lucifer, pero...

—Ninguno hablaba de su asunción como reina —agrega mi madre, dubitativa. Sus ojos verdes se enfocan en sus manos a la altura de su abdomen—. Fue un suceso que ocurrió hace unos meses, en realidad años en la Tierra, cuando su padre, Izdeli Grautier, fue encontrado muerto en circunstancias extrañas. Sin embargo, no logro comprender cómo se presentaría frente a alguien de este mundo. La dimensión que alberga a Lilium fue ocultada de las demás, la dimensión humana, el Reino Celestial, el Reino Infernal, los Desterrados y el Mundo Niebla no pueden acceder a nosotros. Skara se encargó de imponer una barrera.

Siniestra nebulosaWhere stories live. Discover now