"Rompiste mi corazón"
"Creo que no hay nada de lo que me arrepienta más que de eso"
Si Taehyung hubiese estado menos enamorado de él, quizá Jungkook jamás habría roto su corazón.
Taekook minific
Omegaverse
Ambientado en los noventa
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"¿Qué debo decir?"
Taehyung sonrió, con ternura.
"Lo que quieras. Puedes sólo decir hola"
"Okay, okay, okay" Haerin dijo, pero se veía ansiosa, rebotando en sus talones y animando al alfa a que llamara, por lo que Taehyung no podía hacer más que complacerla.
Marcó el número de la casa de sus abuelos y esperó, mirando a Haerin a los ojos y acercó una mano para pellizcarle con cuidado la mejilla cuando la vio redondearlas al morderse los labios. Deslizó la mano para ponerle el pelo detrás de la oreja, manteniendo su mano ahí mientras esperaba y más pronto que tarde, su abuela descolgó el teléfono y contestó la llamada.
"¿Hola?"
"Hola, abuela" él dijo y Haerin jadeó para contener ese aliento, encogiendo los hombros y casi acobardándose, pero el señor Taehyung le frotó el hombro y se pudo relajar poquito. "Ya llegué a casa de Jungkook, voy a almorzar aquí. Perdonen que no vaya a poder ir a comer con ustedes"
"Oh, Tae" la vieja omega le dijo. "No hay problema, mi cielo. ¿Cómo está tu niña? ¿Qué tal sigue Jungkook-ah?"
"Jungkook fue al hospital a un control, no estaba cuando llegué. Haerin está conmigo aquí"
"Oh" ella murmuró. "Salúdala de mi parte, ¿sí?"
"¿La quieres saludar tú?" él le preguntó y su abuela hizo silencio, el alfa miró a Haerin y ella estaba esperando también una respuesta aunque no podía escuchar más que lo que él decía.
"¿De verdad?" su abuela le preguntó. "¿Podemos hablar con ella? ¡Viejo, ven! Si se puede, por supuesto que me gustaría saludarla"
Y Taehyung sólo le pasó el teléfono a Haerin y ella lo tomó, con cautela, pero lo acercó a su rostro, apoyándolo contra su oreja y se quedó callada un momento.
"Está bien" Taehyung le aseguró y Haerin tragó.
"Hola"
Oh.
Haerin quiso devolverle el teléfono al alfa, pero él no se lo recibió, mirándola aún sonriente, esperando que ella escuchara la respuesta.
"¿Es Haerinie?" una voz amable le dijo y Haerin sintió el corazón casi por escapársele, pero lo contuvo encogiéndose, sujetando el teléfono con las dos manos.
"Sí" dijo solamente y en voz baja, no sabiendo realmente cómo conversar y no hizo falta. A veces las cosas adecuadas se daban por sí solas.
"Oh, mi niña. Hola, mucho gusto. Soy la abuela de tu papá. Me mostró una foto de una bebé pero te escuchas más grande"
Y Haerin se rió, dejando de mirar al alfa para centrarse en la llamada.
