CAPITULO 9 SAMANTHA

42 6 0
                                    

Tiempo Después...

No puedo respirar. ¿Todas las noches lo mismo?

Fue mala decisión quedarme en casa y no haber ido a Ácidos. Todas las noches a las 2am me despierto escuchando un disparo u alguna discusión, obvio que todo fruto de mi imaginación.

A esa hora mataron a mi padre, y tengo tan marcado el tiempo en el que sucedió que no puedo evitar despertarme a esa hora. He buscado métodos. Ese fue uno de los motivos por el cual acudí a Ácidos.

Decidir dormir temprano hoy, fue todo gracias a que mañana será mi colación, y por mi pasado y respeto a mi padre quiero ir despierta y sobria.

Sin alcohol en la sangre e irme sin llamar la atención.

Al no poder seguir durmiendo bajo para tomar algo caliente y poder seguir descansando. Mirando al techo, extrañando mis estrellas pegadas que brillaban en la oscuridad, me pregunto a mí misma. ¿Y ahora?

No me gustaba asistir al colegio por el que dirán, pero era mi cable a tierra para no caer en la desesperación.

Sé que he tomado decisiones inconsciente y para muchos de inmadura (como vengarme de mi ex novio de una manera tan infantil), pero muy en el fondo de mi cabeza sigo funcionando correctamente, preguntándome constantemente el después, mi futuro.

No puedo avanzar tranquila hasta que la zorra y el asesino me vean que estoy destrozada por cómo me dejaron y mueran de la culpa. IMPOSIBLE.

Porque me imagino cada día como será la derrota de los dos que me sacaron lo que más amaba.

Esa sería mi misión después de la escuela. Venganza.

Tanto pensar y analizar distintas estrategias se hizo las 8 am. Solo falta 1 hora para el acto de colación, 1 hora donde mi vida iba a cambiar de rumbo. No creo que mis hábitos cambien. Pero si tendré un rumbo diferente a no quedarme con los brazos cruzados, sino buscar destruir la vida de aquellos dos a quienes no pienso nombrar.

Me puse mi vestido negro. Ya que en la escuela se pusieron de acuerdo de asistir todos de gala. Solo alisé mi pelo para que pareciera peinado, pero no iba a gastar tiempo tratando de verme hermosa cuando mis ojeras delataban los días que tenía sin poder dormir.

Todos demostraban compasión al mirarme. Y obvio que iban a sentir tristeza por mí, cuando todos estaban con sus padres, hermanos, y parientes; mientras yo estaba sola sin que nadie me acompañe. Pero como me caracteriza elevo mi frente, sin agachar la cabeza y me propongo no caer justamente en ese momento en la depresión.

Lo que más ruido me está haciendo, que al mirarme todos con dolor ninguno se ha animado a acercarse, ni siquiera la que se hacía llamar mi amiga. Pero como siempre, mi subconsciente salió a la luz y me hizo saber que yo misma me lo había ganado por mis acciones.

Iban subiendo cada vez que los nombraban. Reciben el diploma, posan para la foto, un saludo a la familia, bajar del escenario y enfrentarse al futuro.

-Samantha Clark – me llama la directora.

Muchos aplauden pero sin gritos como hacían con el resto de los estudiantes. Al mirar a la cámara por obligación y sacarme la bendita foto (la cual no tenía a quien mostrarle) veo un cartel que dice ¨TE AMO SAM¨

Mi cara de sorpresa debe ser un plato ¿Quién será el imbécil que está haciendo esta clase de broma? Al notar mi cara, la persona que tiene el cartel lo cambia por otro que dice ¨PERDON, TE ODIO SAM¨

Y tira los carteles al piso mostrando su rostro.

Clara, sin que hayamos hablado más de dos palabras por día, y sin conocer su sentido del humor hizo que mi sonrisa sea de oreja a oreja al notar que la suya era igual. Y que estaba presente sin importarle que haya cambiado. No opto por alejarse y me está acompañando igual.

SUMERGIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora