CAPITULO 11 SEBASTIAN

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De noche, todos en ronda fumando y tomando ya cualquier tipo de bebida. Riendo y seguro hablando sin sentido.

Ahora que lo pienso ¿Soy el que menos ha tomado esta noche?

Clara a mi lado me besa cada quince minutos a pesar de nuestro acuerdo sin demostraciones en público.

Me siento confundido. Sé que mi propósito fue siempre utilizar a las chicas para descargarme, y ahora... definitivamente no sé que estoy haciendo. Mantenemos las cosas con calma, nada sentimental, pero igual significa estar con la misma chica más de una noche y no creo que Clara sea la indicada para una relación seria. No tengo ningún sentimiento profundo hacia ella.

Mi lado malo sale a flote susurrándome que esto lo hago para darle celos a Sam, mi verdadera conquista, quien estoy mirando fijo en este momento.

Sam es la clase de chica que esconde misterio. Dice lo mínimo y necesario. Nunca se sabe que está pensando, y eso me mata.

Sus ojos marrones se encuentran con los míos. Me quedo observándola sin censura, miro su pelo largo antes castaño, ahora teñido de negro. Su flequillo al costado que oculta gran facciones de su rostro. Su cuerpo ha adelgazado bastante pero sigue conservando sus curvas. Los pechos sobre todo, algo a favor que debe utilizar para sus conquistas.

La sigo mirando, y a pesar que es de noche su piel es tan blanca que podría compararse con la luna.

Se muerde su labio pálido y es cuando noto que debo estar mirándola hace mucho.

Esquivo la mirada para notar que la acompañante de Joshua ya está desmayada a su lado, mientras el discute con John por el mantenimiento de Ácidos. Ahora Clara habla con Noemí.

¿Estaré haciendo bien? Clara no es la clase de persona que me atrae físicamente. Su cuerpo es muy pequeño, acompañado por su estatura y su corte del pelo tan varonil. Sus ojos azules tan sinceros es lo que siempre miro de ella. ¿Pero eso basta?

– ¿Y si jugamos a las escondidas? –dice Ema interrumpiendo mis pensamiento.

¿No estaba desmayada?

– ¡Oh, por favor! Eso es juego de niños –exclama Sam. Estoy muy de acuerdo con ella, pero todos se levantaron; como pudieron, emocionados por la idea. El alcohol estaba dando un efecto muy infantil en ellos.

–Vamos Jota. Únete a la diversión, deja ya esa seriedad –dice Clara a mi lado.

–Sí, yo cuento –dice Ema muy entusiasma.

– ¿Qué más da? Juguemos –dice Sam levantándose de su lugar.

–Está bien. Si no queda otra –digo rendido.

Ema es la encargada de contar como puede y el resto salimos corriendo a escondernos.

Tenía planificado correr a la punta opuesta, esconderme bien, fumar un cigarro y volver cuando todo haya terminado y ya no quieran jugar.

Encuentro de espalda a Sam, al parecer utilizando mí mismo plan, el de desaparecer y fumar un poco.

Tratando de no hacer ruido me acerco a ella, sobresalta y grita, lo que hace que le tape la boca.

Saco mi mano y muy cerca de su boca le susurro que haga silencio. Por el susto, me hace caso y se me queda mirando a los ojos.

Miro hacia todos lados y presto mucha atención, no quiero que nos descubra nadie.

–Todo bajo control –digo pasado algunos minutos.

–Eres más alto de cerca... en realidad eres muy alto.

– ¿Nos sentamos? –digo incómodo todavía cerca de Sam.

No responde, me mira sin decir ninguna palabra.

– ¿Te encuentras bien? –ya estoy preocupado.

–Sí, solo me preguntaba que se sentiría besarte.

Y dejándome pasmado se va con los demás.

Cuando llego ya la gran mayoría estaban en sus carpas durmiendo, incluida Sam.

Copio la idea acostándome en la carpa junto a Clara. Y aunque mi cuerpo no da más del sueño, igual me quedo pensando un rato del extraño momento con Sam.

...

Como todos saben, dormir en el piso trae sus consecuencias. Mi cabeza dolía por la resaca y mi espalda por el falso colchón de tierra.

Soy el único despierto, pero noto algo diferente.

La carpa y las cosas de Sam ya no están.

Veo un pedazo de papel cerca del bolso de Clara

¨Chicos, me volví a casa. Dormir en el piso es una mierda¨

Me quedo tranquilo, pero tengo el presentimiento de que anoche fue la última vez que vi a Sam Clark 

SUMERGIDOSWhere stories live. Discover now