CAPITULO 12 SAMANTHA

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Días después...

Mochila lista, plata lista, auto en condiciones listo y lo más importante plan listo.

Estuve 2 semanas planificando todo y ahora estoy preparada para buscar mi venganza.

Estoy dispuesta a demostrar que nadie se mete conmigo ni con la memoria de mi padre. Encontraré el lugar donde el asesino está viviendo junto a su zorra, he iré directamente a matarlos.

Salgo a la calle cerrando todo a mi paso. Ya dentro, respiro hondo y me dirijo al antiguo trabajo del asesino.

Después de tantos días encerrada, está bueno disfrutar un poco del sol de verano.

Clara estuvo llamando y viniendo a mi casa cada día, me dispuse a no prestarles atención. No atendí sus llamadas y me encerré en mi pieza para que nadie notara que había alguien en la casa.

No podía permitirme pensar en otra cosa que no fuera en la venganza. No podía permitirme pensar en Jota.

Mi primer destino era muy fácil, llegar a su antiguo trabajo. Preguntar como seguía el caso de la demanda que le hicieron, y tratar de sacar la mayor información posible.

Mi tío trabajaba en una fábrica textil, muy reconocida en la zona y una de las más grandes también.

Esta fábrica le ha hecho una denuncia por vender sustancias ilegales entre los trabajadores. Por lo tanto, la justicia no solo lo busca por matar a su propio hermano, sino también por estar metido en ventas ilícitas.

–Buenas Tardes. Estoy buscando al gerente de esta fábrica –le digo a la recepcionista.

– ¿Quién lo busca? –me observa de abajo hacia arriba. Sí, mi forma de vestir seguro impresionó a esta mujer.

– ¡Oh por favor! Deja de mirarme así, solo es color negro. ¿Lo puede llamar ahora? Dígale que vengo por el caso del señor Eduardo Clark –mi paciencia tiene un límite.

La señorita, muy coqueta por cierto, presiona uno de los muchos botones que tiene su teléfono en la recepción.

–Señor, aquí hay una jovencita que pregunta por usted. Dice que viene por el caso del señor Clark.

–Sí, yo no me encargo más de ese caso, dígale que se dirija al piso dos, puerta cuatro que Lewis la estará esperando –luego de dar órdenes de una manera muy soberbia corta.

– ¿Escuchó lo que dijo?

–Sí, soy más inteligente que ustedes –le digo mientras me voy mirándola de abajo hacia arriba igual como ella lo hizo.

El lugar es muy grande, pero es muy fácil encontrar la puerta cuatro. Ya estaba abierta esperándome. Ni bien me asomo alguien grita que pase.

–Señor Lewis. Soy Samantha Clark y vengo a hablar del caso de mi tío Eduardo Clark.

–Siéntese. Como no saber el apellido de ese cretino. Lo digo con gran libertad ya que supongo que estamos del mismo bando.

–Definitivamente –digo muy segura. No me importa que insulten al asesino.

–Con el tiempo hemos descubierto que no solo vendía drogas a nuestros empleados, sino que robaba cheques y los falsificaba al nombre del gerente de la fábrica. Nuestro abogado está haciendo un arduo trabajo sobre el tema, pero hasta que no encuentren a su tío, lamento decirle que más no podemos hacer. También he escuchado que usted se ha desligado de su abogado.

–No me desligue del todo. Simplemente no quiero estar informada de detalles pequeños insignificantes –no pensaba decirle que quería hacer justicia por mano propia.

SUMERGIDOSWhere stories live. Discover now