CAPITULO 14 SAMANTHA

39 5 2
                                    

Veo como Jota se aleja hacia el baño. El acercamiento que acabamos de tener me ha dejado más que excitada. Sería fácil seducir al dueño de casa.

Como tenía planificado este se acerca.

–Hola – que manera de seducir, pienso.

–Hola –contesto mientras agarro su corbata.

–Que hermosa eres. Vi cómo me observaba mientras coqueteaba con ese pobre muchacho.

Directo al grano, me gusta.

–Sí, mi plan era que usted se acerque.

–Aquí me tienes –dice poniendo sus manos en mi cadera.

– ¿Su mujer?

–En la habitación, debe estar arreglándose todavía, tenemos tiempo –me toma la mano y me aleja del salón.

Apoya mi espalda contra la pared y reacciono rápido. La mujer está el cuarto, Jota también esperándome. Todo se iba a arruinar.

–Debo ir al baño.

–Eso puede esperar –dice acercándose a mí.

–No lo creo. No puedo disfrutar cuando ando pensando que tengo ganas de mear. ¿Lo entiende? –la cara del tipo cuando digo la palabra ¨mear¨ da mucha risa.

Y sin dejar que me conteste corro hacia la habitación.

Tengo miedo de encontrarme con lo peor, pero me tranquilizo al notar que Jota viene hacia mí.

Y de repente nos estamos besando. ¿En qué momento ocurrió que no me di cuenta?

Besarlo era lo que siempre estaba en mi mente, y no puedo creer que al fin haya sucedido.

Me arrastra hacia el baño y nos seguimos besando sin respirar. Mis manos suben por sus brazos hasta llegar a su pelo. Sus manos recorrían mi espalda y caderas sin parar.

–No aguanto más –digo en un gemido.

–Yo tampoco Sam.

– ¿Qué está sucediendo aquí? –quede helada a ver en la puerta a Noemí muy sorprendida y confundida. No había escuchado cuando esta abrió la puerta. –Me explican luego. ¿Tienen lo que necesitábamos? ¿Para lo que vinimos? –dijo enfadada.

Jota asiente.

– ¿Entonces que esperan? ¡Vámonos de aquí!

Salimos sin decir nada, teniendo de intermediaria a Noemí. Y sin mirar hacia ningún lado y de prisa me voy a mi casa.

Tengo que levantarme temprano a estudiar, y dejar de pensar en la gran equivocación que he cometido.

Sé que Jota de fondo está gritándome mientras corro por el medio de la calle con mis tacos en la mano.

No tengo ganas de hablar de lo sucedido, y no quiero sentirme como me siento.

¿Qué cómo me siento? De maravilla. Fue sin duda el mejor beso que me han dado, ¿pero porque siento que fue tan incorrecto?

Si, ya se. Clara.

Sin pensarlo cambio de rumbo y me voy a Ácidos. Tengo que encontrarla.

Esta sola empacando en el bar.

–Clara –digo agitada.

–Sam –se da vuelta y me mira sorprendida. – ¿Qué ha pasado?

–Nada –mentí, de golpe me siento débil –ya hemos terminado.

SUMERGIDOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora