Capítulo 2

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[En multimedia  la Facultad de Artes Liberales de la KU]


ㅤㅤFINALMENTE, el día que Jeon Jungkook esperaba no llegara, llega junto a las primeras hojas víctimas del otoño: el comienzo de un nuevo semestre académico.

La Universidad de Corea es una de las universidades más antiguas del país, y nadie duda de que es una de las mejores también. Miles de estudiantes postulan cada año para entrar, pero, al ser privada y de prestigio, el porcentaje de personas que logran ingresar no es alto. El campus está en el área metropolitana de Seúl, en Anam-dong, Seongbuk-gu.

Jungkook, que no tiene auto, llegó al campus en autobús y ahora camina por sus calles con la postura erguida. Sus ritmo tranquilo y pasos gráciles le otorga a quienes lo observan disimuladamente la idea de que es un hombre confiado, que es superior. La camisa bien planchada y la corbata a juego con los pantalones negros solo agrandan su imagen.

Sin embargo, más allá de las miradas fugaces que recibe, va solo, y solo llegará a la Facultad de Artes Liberales.

El edificio, cuya construcción inició en mayo de 1955, es imponente y arquitectónicamente hermoso. El color blanco sucio que han adquirido sus muros de piedra con el pasar de los años contrasta con el verde de los jardines que lo rodean y vuelven mucho más llamativa la fachada de la facultad. No obstante, es el reloj que se alza sobre los seis pisos de la construcción el que se lleva toda la atención. Visible desde cualquier parte del Campus, la Torre Reloj es uno de los símbolo del espíritu universitario de la KU, así como su mayor atractivo.

Cada mañana Jungkook detiene su caminata a metros de la entrada y mira hacia arriba, al reloj. Le gusta apreciar la belleza del tiempo, y perder unos segundos de su día admirando aquella obra jamás sería un desperdicio.

—Es hora —murmura para sí mismo instantes después. Las manecillas marcan las ocho en punto.

Seguro continúa su trayecto hacia las pesadas puertas de madera, que en su opinión necesitan una capa de barniz, e ingresa a la Facultad de Artes Liberales. Las oficinas de cada departamento se hallan ahí y debe subir hasta el último piso para llegar al Departamento de Filosofía y a su respectiva oficina. El edificio tiene más de setenta años, pero instalaron un ascensor no hace mucho. 

Los pasillos recién comienzan a llenarse de estudiantes que caminan somnolientos, resignados, hacia el aula que iniciará sus semestres académicos, profesores con complejo de Dios preparados para impartir las mismas clases que ya impartieron cientos de veces; personas dispuestas a hacer algo productivo en sus días hábiles, personas que tomaron el camino fácil (suponiendo que humanidades es el camino fácil)... «Sí, suena como una magnífica manera de empezar mi vida con treinta y cuatro».

La oficina de Jungkook no es tan grande como quisiera, pero le gusta. Diez metros cuadrados, paredes marrón claro y aspecto rústico, ventanas con marcos de madera, un escritorio con más años que él, sillas acolchadas con fundas de patrones geométricos, un sofá de dos cuerpos crema y un librero que cubre toda la pared adyacente a la de la puerta. El librero no está completamente lleno de libros —tiene unos cuantos marcos con diplomas, cuadernos y otros adornos que ha ido guardando— y el estilo completo es totalmente diferente al de la oficina que él mismo montó en su departamento; sin embargo, le encanta el olor de la longevidad y lo luminosa que es.

Aunque también le gusta la pintura que cuelga en la pared a espaldas de su escritorio, que pintó un artista desconocido en alguna época desconocida. Jungkook la encontró en una feria a la que fue sin un motivo concreto. El stand le pertenecía a un viejo carpintero de Daegu, y la pintura desencajaba entre las toscas piezas de madera (sillas de patas torcidas, mesas con la intención de ser redondas que eran, en realidad, óvalos cuadrados; entre otros grandiosos muebles), no porque el marco estuviera perfectamente cortado y barnizado —tiene las esquinas descuadradas y astillas que pueden hacerle cortes profundos—, sino por sus colores.

LA FILOSOFÍA DEL DESEO © vkookvWhere stories live. Discover now