Capítulo 22

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ㅤㅤHABER DEJADO a Kim Taehyung con una expresión de genuina molestia fue inmensamente satisfactorio para Jeon. Desafortunadamente no lo vio sonrojar, pero tan solo el quitarle las palabras, el aliento, es suficiente. Y es que hizo lo que quería. Podría sonar vago e absurdo que un hombre de la edad de Jungkook haya hecho lo que quiso y se sienta pleno por ello; sin embargo, cuando parte de esos años han sido de inconsciente supresión y fronteras autoimpuestas, frenético control y soledad, el tiempo se vuelve inexacto y las acciones adquieren un diferente valor.

Así, contrastando con el retrato grave de un hombre que parece a gusto con su vida, Jungkook se emociona por aquellas mínimas cosas que hacen salir del letargo a sus más ocultos anhelos; por cosas que hace no siguiendo una pauta, pero sí abstracta libertad mental, un emergente goce de vivacidad. Durante ese último tiempo esas conductas indóciles son frecuentes, y todas, por extraño que aún le parezca, se relacionan de una u otra forma con la aparición de cierto antisocial insólitamente carismático, aunque no por ello menos insufrible.

Lo que importa, no obstante, es que, amparado por los muros de su sobrio departamento, Jeon se siente animadamente complacido consigo mismo. Animado, porque pese a la locura que cometió no lo fastidia el arrepentimiento, aunque la culpa se mantenga, y complacido, en cambio, porque en apariencia su idea de cortar todo aquel lío después de intentar algo una única vez había sido un éxito. El sexo oral no es en lo absoluto como es que, de ser un caso diferente, se quitaría la curiosidad; pero ya había establecido que no se acostaría con el chico.

Claro, esas son ideas torpes, carentes de lógica y fundamento; demasiado inmaduras, incluso para alguien tan obstinado a reprimir sus emociones como Jeon Jungkook. Él sabe, desgraciadamente, que lo que ocurrió en ese salón no significó el cese de sus todavía tímidas fantasías con díscolos rizos negros, sino todo lo contrario: el inicio de un turbulento y furtivo tira y afloja, mucho más fuerte del que ya existe entre Taehyung y él. Y tiene certeza de ello, porque sus labios conservan el rojo de las mordidas y cree que se ven mejor así; porque se siente más despierto; porque suelta una risita culpable mientras preparaba su café, rememorando el almuerzo. Porque, de no querer probar, simplemente no hubiese llevado a Kim a aquel salón.

Pero aceptar eso implicaría aceptar que lo que le pasa con Taehyung va más allá de una simple calentura del momento. Jeon es mucho más complejo que no poder decirle que no a un hombre; sin embargo, no quiere, tampoco, aceptar que algo comienza a formarse.

Es tan confusa la mente humana, que no es sencillo manifestar una convicción y ceñirse a ello, menos cuando se va en contra de los propios anhelos.

En la oscuridad de su habitación, con el suave rumor de la ciudad aún despierta, Jungkook se remueve en su cama, divagando. La noche es fría, pero él se siente cálido. ¿Por qué las cosas están tomando giros tan bruscos? Es como si su cuerpo se moviera solo, como si su mente estuviese dividida en dos y una de las partes se hiciera el control sin avisarle a la otra sino hasta que llega el momento de objetivar sus actos. Es... desconcertante y abrumador, pero ya no le hace sentir tanta desesperación como al comienzo. Se pregunta si será por Kim Taehyung.

Tiene sobre el escritorio de su oficina una tarea de él, recuerda... La última que pidió antes de los exámenes y la única que no ha entregado.

Calificó esas tareas sin ver los nombres en los archivos que le hicieron llegar, limitándose a leer y hacer anotaciones similares en todos. Sin embargo, uno de los tantos ensayos destacaba por sobre los demás, mas no por circunscribirse estrictamente a la materia y análisis que han hecho en clases. La mayoría de los escritos eran así, como calcados de sus propias clases. Estaban bien, claro, pero aquello le pareció un poco... soso. Y es irónico que alguien tan recto como él pensase que tanta exactitud fuera agotadora, pero ya ha quedado claro que Jeon siempre ha estado lleno de incongruencias.

LA FILOSOFÍA DEL DESEO © vkookvΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα