Capítulo 18

23.4K 3.4K 2.7K
                                    

ㅤㅤEL VIERNES tras terminar sus exámenes, lo primero que Taehyung hace es ir al jardín de la facultad y arrojarse sobre el pasto. No le importa que la tierra esté húmeda o que el clima no sea el adecuado para estar afuera; solo quiere tomar un respiro de tan larga semana. Hay brisa y las nubes comienzan a cubrir el cielo del melancólico gris otoñal, pero ese tipo de paisajes le gustan y se siente en su propio mundo mientras observa el tan fascinante reloj en la cima del edificio.

En serio le gusta la Torre Reloj, y no hay muchas cosas de las que pueda decir eso: que le llamen tanto la atención —en el buen sentido de la palabra— que él voluntariamente se acerque a observarlas, sin ningún motivo más que para apreciar su estructura, su belleza. Además, con ese clima resalta más. Taehyung recuesta su cabeza sobre su mochila para tener una mejor vista.

Se siente tranquilo. Le fue bien en los exámenes y tiene la tarde libre, sin trabajo en la biblioteca. Podría aprovechar el resto del día para dormir o tocar su teclado. Escuchó una canción que le atrapó por completo cuando estudiaba y dejó la reproducción automática de YouTube. Tiene ganas de aprenderla desde entonces... Está seguro de que al Sr. B le gustaría, porque descubrió una de esas tantas noches en que toca alguna melodía solo porque le nace el impulso de hacerlo que al gato le gusta la música. O que lo relaja, no tiene idea.

También podría ordenar su habitación y... «Sí, claro. Como si eso fuese a pasar».

Ver alguna película podría ser una mejor opción.

Su vista vaga por el edificio. Le gusta la fachada antigua mucho más que la moderna que tiene la Facultad de Ciencias. El piso seis llama especialmente su atención.

«¿Cuál será la oficina del profesor Jeon?».

El pensamiento llega a él tan rápido como la sonrisa de suficiencia que se plasma en su rostro. ¿Cómo no se le ocurrió antes que hacer a cierta persona perder los estribos es el mejor panorama que podría tener esa serena tarde de viernes? No ha intentado acercarse al mayor desde que lo encontró viéndolo en la biblioteca y su ego subió hasta las nubes, pero lo ha visto rondar una o dos veces más, lanzarle miradas de desprecio e irse de ahí con la espalda recta y una expresión de falsa indiferencia. Jeon lo rehúye, mas tiene terribles falencias en ello.

«Sí que le causé una buena impresión —piensa—. Le encantará verme».

Entonces, tan infantil como puede llegar a ser, se ríe. Poco a poco los límites de su objetivo inicial van perdiendo forma y nitidez; sin embargo, no le da importancia y prefiere enfocarse en las sensaciones.

Pasan cinco minutos entretanto decide que irá más tarde a darle una visita a Jeon. Y no es que tenga reales motivos para ello, solo imagina que puede tener una interesante conversación que involucre mucha tensión sexual. ¿De dónde viene esa tensión? ¿Cuándo siquiera empezó a existir tensión sexual entre ellos? Rememora la primera vez que hablaron y las que le siguieron. Desde el inicio hubo miradas penetrantes y juegos dialécticos... pero ¿tensión sexual? Tal vez nació cuando en él surgió la duda sobre la sexualidad de Jeon. O siempre estuvo y ese solo fue el instante en que fue consciente de aquello.


──────



Tras prepararse un café que de amargo no tiene nada, Jeon se sienta tras su escritorio y le da un sorbo. Ya siente el dolor de cabeza que tendrá leyendo horas y horas de exámenes con respuestas tan carentes de sentido como de pasión por la filosofía. Si ya corrigiendo tareas (que son significativamente menos complejas) siente que sus alumnos no entendieron absolutamente nada de lo que dijo y que solo asienten y dicen que sí cuando les pregunta si tienen dudas; no sabe qué esperar de los exámenes.

LA FILOSOFÍA DEL DESEO © vkookvWhere stories live. Discover now